Amiga Maria Luisa «@mllg», ciertamente este es un tema muy delicado de tratar, ya que sus raíces han calado muy profundo en esos pises donde se practica y es un dogma, es cultural… Es algo así como que yo me meta a su casa, encienda un tabaco y me tome una botella de licor sin su consentimiento…, hay que respetar las reglas de su casa, las que usted ha impuesto, ¿cierto?…
No apoyo la violencia en ninguna de sus presentaciones… Ni Jesús pudo cambiar al mundo… Es triste, pero es una realidad. Pasarán muchos años más, moriremos, claro está, y esas costumbres permanecerán. La solución no está en las palabras, ni en las letras; sino en el borrón y cuenta nueva, es decir, ser radical, borrar del mapa esas culturas y eso, sería un pecado ante Dios…