Hello, my friends.
Today I'm going to talk to you about two dreamers: Henry Ford and Vincent Van Gogh, and two perspectives on a topic that, although different and even opposing, are not wrong.
https://pixabay.com/photos/time-timer-clock-watch-hour-488112/
The magnate Henry Ford said: If you think you can, you can. If you think you can't, you can't. Whether you think one or the other, you're right. I find this phrase powerful in its simplicity. Our minds establish a clear limit based on what we believe. If I start from the premise that something is impossible for me, I won't even attempt it with true conviction. My effort will be weak, and the results, predictably, will be poor. Thus, my belief is confirmed. It's a self-perpetuating cycle.
However, Vincent Van Gogh said something that seems to contradict this, but in essence complements it: "When you hear an inner voice telling you that you cannot paint, paint as much as you can and you will see how it will be silenced." Ford speaks of the starting point, the initial belief. Van Gogh speaks of action as the answer to doubt. He doesn't wait to feel secure or capable. His solution is to act massively against insecurity. Constant action is what silences fear.
Therefore, if we are going to think, let's be positive. We must believe that we can. Ford's perspective is the foundation: consciously choosing to believe that we are capable. Van Gogh's is the practical method: when doubt inevitably appears, don't feed it with inaction, stifle it with work.
Choosing well, in this context, always means choosing the attitude that propels us forward. It's opting for faith in ourselves as a first step, and then backing up that faith with decisive action that turns possibility into reality. It's not about having no doubts, but about not letting them decide for us.
Leer en español
Hola, amigas mías.
Hoy voy a hablarles de dos soñadores: Henry Ford y Vincent Van Gogh y dos puntos de vista de un tema que, aunque son distintos, contrarios, ninguno es erróneo.
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Decía el magnate Henry Ford: si tú crees que puedes, puedes. Si tú crees que no puedes, no puedes. Tanto si piensas una cosa como la otra, estás en lo cierto. Esta frase me parece poderosa por su simpleza. Nuestra mente establece un límite claro basado en lo que creemos. Si parto de la idea de que algo es imposible para mí, ni siquiera voy a intentarlo con verdadera convicción. Mi esfuerzo será débil y los resultados, predeciblemente, serán malos. Así, mi creencia se confirma. Es un círculo que se cierra solo.
Sin embargo, Vincent Van Gogh dijo algo que parece contradecir esto, pero en el fondo lo complementa: Cuando escuches una voz interior que te dice que no puedes pintar, pinta tanto como puedas y verás cómo se callará. Ford habla del punto de partida, de la creencia inicial. Van Gogh habla de la acción como respuesta a la duda. No espera a sentirse seguro o capaz. Su solución es actuar de manera masiva contra la inseguridad. La acción constante es lo que silencia el miedo.
Por eso, si vamos a pensar, pongámonos positivos. Debemos pensar en que sí podemos. La perspectiva de Ford es la base: elegir conscientemente la creencia de que somos capaces. La de Van Gogh es el método práctico: cuando la duda inevitablemente aparezca, no la alimentes con inacción, ahógala con trabajo.
Elegir bien siempre significa, en este contexto, elegir la actitud que nos impulse hacia adelante. Es optar por la fe en nosotros mismos como primer paso, y luego respaldar esa fe con una acción decidida que convierta la posibilidad en realidad. No se trata de no tener dudas, sino de no permitir que ellas decidan por nosotros.
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Creo que cualquier cosa que elijamos con fe alegría y esa actitud de perseverancia Siempre será buena y beneficiosa