El deseo no se extingue

in Ecency16 days ago

Muchos creen que el deseo muere, que un día simplemente se apaga y ya, pero la verdad es más compleja y poderosa. El deseo no se extingue, solo se transforma, solo cambia de forma. Lo que muchos no ven es cómo las “barras” con las que comenzamos a soñar y amar se van descargando poco a poco, casi sin darnos cuenta.

Imagínate tu celular. Sabes exactamente cuántas barras tiene la batería, sabes cuándo está al ciento por ciento y cuándo necesita recarga. Y aun así, llega un punto cuando, aunque lo dejes conectado toda la noche, esa batería ya no agarra carga. Así pasa con el deseo. No es que se termine: es un problema de administración, de no ver las señales, de no cuidar lo que desde el principio era esencial.

El verdadero desgaste surge de las carencias. Lo que no se nombra, lo que no se atiende. Y no importa cuánto intentes darle más sabor, meterle más rutina o buscar nuevas formas de encender la chispa… Si las necesidades profundas no se atienden, solo pospones el desgaste, solo lo disimulas. Es como tapar una grieta con una curita.

Cuando faltan cosas desde el inicio, o cuando aparecieron vacíos en el camino, empiezas a buscar afuera lo que no encuentras adentro. Y aquí quiero que recuerdes: no es que falte amor, es que las necesidades no resueltas desgastan más que cualquier rutina. Como esa batería que, por más que la conectes, ya no carga, así el deseo —si no se cuidan sus raíces— termina drenándose.

Pero aquí está la enseñanza: la rutina puede camuflar el desgaste, pero no lo elimina. Atreverte a mirar adentro, a reconocer tus carencias y las del otro, es el acto más valiente. No se trata de buscar afuera, sino de recargar lo propio.

Hoy te invito a que revises tus barras, a que reconozcas tus necesidades y hables de ellas sin miedo. Porque solo así, con honestidad y atención profunda, ese deseo puede seguir vivo y recargable. El amor no es eterno cuando se descuida; solo el que se atiende, se nombra y se nutre de verdad, se convierte en energía infinita.

Así que levántate, reconoce tus carencias, fortalece tus raíces y, sobre todo, no dejes que tu batería muera sin intentar recargarla desde el fondo. Porque el verdadero poder del deseo está en tu capacidad de verlo, cuidarlo y, sí, volverlo a encender.

Sort:  

Hello,

Thanks for publishing your content - we’re glad to have you here!

To help you make the most of your experience, we recommend checking out these quick guides:

Hive Guide 101: Hive 101

AI Guide: AI-Generated Content = Not Original Content

Plagiarism Guide: Why and How People Abuse and Plagiarise

Thank you.