Aunque los tiempos cambien, debemos preservar lo esencial: Eso que nos hace avanzar.
Aunque nos adaptemos a los medios del futuro, No debemos perder las viejas costumbres que nos tienen en nuestro presente.
Ante el poder de la tecnologΓa, los libros son y siempre serΓ‘s los precursores del conocimiento moderno.
Ciertamente, pero del βdicho al hecho hay mucho trechoβ. Hoy en dΓa, se afirma que si βno estΓ‘ digitalizado NO se leeβ. QuizΓ‘ nosotros, por ser ya adultos, emergentes de generaciones pasadas, encontremos deleite en un libro, pero la generaciΓ³n nacida en la era digital, incapaces de mirar al mundo sin tener una pantalla al frente, tienden a perderse en el mundo fΓsico, desconectados de la experiencia tΓ‘ctil y visual que ofrece un libro impreso. Es un desafΓo encontrar el equilibrio entre lo digital y lo tradicional, y fomentar en las nuevas generaciones un amor por la lectura en todas sus formas.