Existen anclas que te hunden y alas que te liberan, te hacen vibrar. Debemos saber a dónde anclarnos, a quién anclarnos y qué recuerdos fijarnos. Deje de contarles mis sueños a mis padres desde los 10 años aproximadamente. En bachillerato, cuando hicimos la PAA (Prueba de Aptitud Académica), sin mala intención puse de primera opción una carrera que se estudia en otra ciudad. Tampoco dije nada, así que cuando salí asignada a esa otra universidad, mi mamá sobre todo me regañó, me dejó de hablar, lloró, dijo de todo. Pero no desistí y me fui. Solo diré que ha sido de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. Pero tuve que hacerlo de esa forma para que no me "aplastaran" el sueño.
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Hola @amigoponc!
La palabra alas puede ser una de tus anclas, asociada a un sueño logrado.
Feliz domingo!