¡Ay sí! Quién no recuerda esos brinquitos de alegría que dábamos en los charquitos que dejaba la lluvia en el jardín mientras caía sobre nuestros pequeños cuerpos, y el olor sobre la tierra caliente es uno de los aromas más deliciosos de la naturaleza. Adoré tu relato amiguita.
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Hola @annafenix. Creo que los juegos en un día lluvioso son recuerdos inolvidables de la niñez. Gracias amiga por tu comentario.
Un abrazo y bendiciones