A medida que te iba leyendo iban llegando a mi mente trazos de aquellos días tan agitados dónde éramos presas del pánico, y realmente todo resultó tal cual cómo lo describes, se supo quién estaría para siempre a nuestro lado, y quiénes fueron capaces de darnos la espalda en los momentos más críticos. Hoy, aún en medio de la misma situación pero con otras mentalidades y soluciones, las caretas caídas mantienen los ojos pegados al piso y la barbilla clavada en el pecho. Gracias por invitarme mi brujis.
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Así es mi querida amiga, estos dias nos sirvió para limpiar de nuestro presente a personas que no nos aportan nada positivo...,aparte de todo lo demás que aprendimos como individuos. ¡Un abrazo infinito que vaya desde Caracas hasta El Tigre!