Todas esas creencias siempre nos hacen pensar en los abuelos, ellos eran los reyes de esas historias. La del fósforo en la botella supe de varios chicos en el liceo que lo hacían y según, de verdad vieron el diablo, jajajaja.
También recuerdo que cuando veíamos una escalera abierta en época de pintar casas, dábamos la vuelta, porque pasar por debajo ni de broma. A la que pasaba le recordaban siempre que ya estaba empavada, jajaja, pobrecita.
Me gustaron esas creencias de las montañas andinas, no las conocía. Qué bonita participación amigo, me encantó leerte. Saludos!!