Hace unos días hablaba con alguien que me decía que no había logrado grandes cosas en su vida, y que ya tenía 39 años, y sentía que no tenía superadas ni la mitad de las cosas que se había planteado hacer cuando tenía 20 años. Y eso llamó mi atención, porque en lo particular la veía como una persona exitosa, como alguien bien plantada en la vida y con metas claras, la veía satisfecha con su vida, debo decir, pero resultó que no era así, aparentemente.
Seguí hablando con ella, porque me pareció interesante lo que decía, ya que estaba mi visión contraria a la de ella, siendo una misma persona, así que seguí conversando con ella y le hice algunas preguntas, no sobre sus logros sino sobre lo que aspiraba cuante tenía ella 20 años, para saber cuáles eran sus expectativas en aquel momento, y también para intentar dilucidar si tenía puntos de comparación en este momento, pero no con su yo de 20 años, sino con otras personas, por simple curiosidad de amigos y, profesional.

Cuando me respondió, caí en cuenta de cosas que por lo general pueden pasar desapercibidas, y que terminan por hacernos mucho daño si no prestamos la debida atención. Por ejemplo, sé que muchas personas quieren tener una gran estabilidad financiera, más allá de lo que necesitan para vivir, y no digo que eso está mal, por el contrario, me parece perfectamente viable, pero de querer tener ahorros, inversiones, o algún negocio aparte, a ser multimillonario al nivel de Jeff Bezos, hay un largo trecho de diferencia.
Y verán, esta persona tiene carro, y nuevo, tiene un apartamento, que está pagando, pero tiene su casa, está por terminar un post grado, mismo que le permitirá tener un mejor ingreso y mejorar aún su nivel de vida, y aun así, no está conforme con sus resultados, y el detalle es con quien se está comparando, no lo está haciendo en base a como era cuando tenía 20 años, sino que lo está haciendo con personas de su entorno cercano que están e otro nivel económico.

Y aquí entra otro punto, y es algo que debemos evitar, no sólo debemos evitar las comparaciones, a menos que sea con nosotros mismos, para medir nuestros verdaderos avances, sino que hay detalles individuales en la vida de cada uno de nosotros que nos hacen diferentes, obviamente, y que por tanto, no podremos tener mismos resultados. Una persona que nace en un país desarrollado, que nace en una familia con un gran poder adquisitivo, podrá ir a mejores escuelas, con menos complicaciones o preocupaciones, tendrá mejores contactos una vez que salga a la vida laboral y eso, nos guste o no, marca grandes diferencias.
Por eso, no es bueno compararnos con otros, porque nuestras historias son muy diferentes, nuestros orígenes, nuestros gustos, todo varía y lógicamente no podremos pretender tener mismos resultados en nuestras vidas si somos diferentes en muchos sentidos con el resto de las personas.

Mi mensaje final es NO COMPARARNOS, eso no es bueno, está bien que podamos analizar la vida de otras personas y que aprendamos de ellas, pero cuando pasamos al punto de decir que X persona tiene una mejor vida que nosotros, es injusto, porque estamos comparando resultados, y estos son condicionados por un sin fin de características que que no son dependientes de nosotros. Sean felices, siendo como son, mejoren su yo, comparando (en todos caso) con su yo del pasado, pero no con otras personas, no es sano.
Cada uno de nosotros, a pesar de pisar la misma tierra, e incluso, así obtengamos la misma educación, tendremos resultados diferentes, no digo que mejores unos que otros, sólo diferentes, y estos van de la mano con la individualidad partiuclar que nos caracteriza, insitos, vivan bien, sean felices, y trabajen por ser mejores que su yo anterior, no se comparen, bonito diía.,

Buen post. La mayor obra de arte eres tú. Y en la que debes trabajar toda tu vida. Enfrascarte en mejorar y sentir orgullo de cada logro.