Me gustó el vuelco que le diste al título, porque tienes razón, cuántas cosas dejamos de hacer que antes nos gustaban, lo que indica que siempre podemos cambiar. Me ocurre lo mismo con la necesidad de siempre estar haciendo algo, tejer, dibujar, escribir: las manos no pueden estar quietas.
Gracias por contarnos. Saludos cordiales.
Que gusto saludarte @charjaim . Si, mis manos siempre están ocupadas y los pies también son andariegos.🤗 gracias por visitarme