Me ocurrió también, un estudiante me mostró su camioneta adquirida vendiendo queso y yo a pie con mi maletín de libros; me hizo ver la inutilidad de lo que yo vendía: lectura, conocimiento, educación, cultura y vida. La humillación en esta carrera se sienta a reírse en los pupitres. El que se arrastra muerde me dijo alguien una vez, hay que saber reconocer ese resentimiento escondido que hace tanto daño.
Saludos y abrazos.