Qué paseo tan agradable era ir a Ocumare, Cata y de regreso parar un momento en la Trilla. Sentí la brisa marina y escuché la algarabía de los niños, las olas y los gritos de ustedes con el dominó. Ojalá puedan repetir esa travesía. Nosotros muchas veces nos íbamos en el autobús, pero luego del desastre natural le agarré miedo y prefería Chichiriviche, pero ahora bi una cosa ni la otra.
Gracias por este paseo, amigo @lecumberre.