En mi perspectiva. La cuestión de lo que te sucede, contestando una de tus preguntas, es que has establecido un vínculo perdurable con esa persona con todos los defectos y virtudes que puedas ver. Aun cuando hayas desarrollado la capacidad de "torearla", lo has hecho solo en el ámbito de las relaciones sociales o, por decirlo de alguna forma, tratándola por educación. Pero solo en ese aspecto. Este aspecto revela la limitación: no has podido avanzar a un nivel más profundo y quizás más complicado. Es decir, lograste un avance en el ámbito relacional con esa persona, lo cual te expone constantemente a "torearla", pero en un plano más afectivo aún no lo has logrado.
También pueden haber dos opciones, que no necesariamente se vinculan con el escapismo o la resignación. El alejamiento o distanciamiento puede ser una opción eficiente, por ejemplo, si tienes un montón de actividades por delante y tu posición actual en la vida no es favorable para exponerte a esa situación constantemente. Si no lo haces, podrías prolongar esa sensación de "por qué no logro nada" o "por qué no logro mejorar esa parte de mí" y puedes permanecer así durante un largo periodo.
La otra opción es establecer límites, también viable en una primera instancia. Pero establecer límites implica, con la otra persona, establecer un vínculo de respeto. ¿Pero qué tan preparada está la otra persona para respetar ese vínculo sin que las partes involucradas experimenten un desenlace emocional negativo? Eso dependerá de las conversaciones que sostengan, aunque puede ser complicado. Hay personas que pueden percibir esta posición como un grado de debilidad y pueden profundizar o generar situaciones de sabotaje emocional. No todas las decisiones son racionales.
Había olvido incluirlo 👇
Pero si logran establecer límites que forman parte de un ámbito de convivencia sana, eso quiere decir que la otra persona tiene la madurez suficiente para aceptarlos. De lo contrario, quedará en evidencia que la otra persona no está preparada, aunque sentencie lo contrario.