Lo más importante de una conversación es el escuchar.
Si nos enfrascamos en el solo hecho de que somos muy ilustrados, estamos documentados en todo y no nos colocamos en la empatía, la conversación será un fracaso.
Hay un dicho popular que dice:
“Dime de qué alardeas y te diré de lo que adoleces”
Antes se tenía el mal concepto de que la persona que hablaba mucho podía vender lo que sea.
Ese mito cayó con el tiempo y los estudios demostraron que había que analizar al cliente, observarlo para lograr ofrecerle lo que necesita.
No solo es hablar, hay que escuchar, interpretar gestos, tonos, miradas. Todo ese conjunto con algunos ingredientes más harán que una conversación sea amena y productiva.
Particularmente, cuando estoy frente a alguien que habla mucho, me aburró y tiendo a retirarme.
Conversar es un arte, no es fácil. Cualquiera habla, pocos saben conversar.
Felicidades por tu maravilloso contenido y por la persona que eres.
PD: esto es mi humilde opinión, no es una crítica al contenido, más bien he querido agregar algo de mí.
Cualquier cosa, pase por la gerencia.
¡Ahhhhhh!
Gracias por la invitación.
Pues, claro añadir siempre es bienvenido ya que en el poder tener varios puntos de vista es súper bueno para el lector te agradezco por que sumas a lo que está escrito espero ver tu publicación pronto..