¡Vaya experiencias! No sé qué decirte. Tal vez, como dices, estas desaparecerán tal como llegaron. Quizás sea una forma de decirte a ti misma, que no le temas a la muerte. Claro, tampoco uno es que esté muy afanado por encontrarla, ¿verdad? Todo a su justo tiempo. A lo mejor, es un simple recordatorio de vivir con plenitud sin mortificarse por el pasado o el futuro. Estás aquí y ahora: vives.
Saludos.
Gracias, muy acertada esa opinión. Estoy aquí, y nada ocurre como uno se imagina, ni puede hacer nada para evitarla. Ojalá mi cerebro así lo entienda y cesen estos episodios tan desagradables. Vivir y más nada.
Saludos cordiales.