Autoanalisis para aprender a resolver los problemas (Es/En)

Hola amigos de Holos y Lotus. Se me ha hecho costumbre navegar por la comunidad en busca de iniciativas que me hagan reflexionar sobre temas valiosos para el crecimiento humano.

Esta vez me animo a participar en la invitación de @finec puesto que considero bien importante desarrollar la capacidad de ser resolutivos. En la vida enfrentamos múltiples situaciones que pueden demandar de nosotros respuestas que a priori no tenemos.

Debemos halar de nuestros aprendizajes anteriores en situaciones similares. En otras debemos enfrentarnos a situaciones completamente nuevas o talvez atravesamos por un momento en el que creemos no tener las herramientas necesarias para encontrar una solución adecuada. Es ahí cuando debemos dar el paso al frente, enfrentar la incomodidad, el miedo, etc. para encontrar la respuesta adecuada.

Como capacidad al fin, es necesario desarrollar cualidades y habilidades que nos permitan ponerla en práctica. Pero, en primer lugar, considero valioso realizar un auto análisis sobre nuestras características actuales, sobre la visión de nosotros mismos y de cómo interpretamos nuestra realidad. Por ello trataré de hacerlo respondiendo algunas de las preguntas que se nos proponen en la iniciativa.

Cabe preguntarse entonces: ¿En qué momento hemos aplicado con éxito las habilidades adquiridas? Bueno, las habilidades de las que deseo hablarte las aplico a diario, al menos eso intento. Son habilidades sociales. Le doy un peso importante a mis relaciones interpersonales.

Esto es algo que creo que viene en mi genética, pero trabajo la incorporación de habilidades sociales de modo consciente desde que tuve la posibilidad de estudiarlas.

¿Cómo las obtuve? Primero te digo que considero que me queda mucho aun por perfeccionar en este aspecto. Con eso en mente, te comparto que mi primer acercamiento a su estudio fue cuando inicie mi tesis de maestría.

Pude observar con una mirada critica algunos problemas que manifestaban mis estudiantes en el plano comunicativo, pero más aún, comencé a concientizar muchos aspectos en lo que yo podía mejorar.

¿Qué las hacen tan especiales? Muchas cosas. Lo primero es la posibilidad de establecer contactos interpersonales valiosos. Lo segundo es que en mi caso me di cuenta de que aun cuando me consideraba una persona sociable, debía mejorar mucho en este aspecto. Las relaciones sociales no son solo sociabilidad, simpatia, empatia.

Implican también poder observar los estados de ánimo ajenos, saber escuchar, entre otros aspectos. Además, algo que hace aún más especial a este tipo de habilidades es la dependencia que tienen de otras áreas de nuestra personalidad como la imagen que tenemos de nosotros mismos, nuestra autoestima. Algo de lo que no era consciente antes de adentrarme en este mundo.

Una vez aquí puedo preguntarme: ¿En qué situaciones he tropezado? Antes de conocer de las habilidades sociales tropezaba mucho con mi excesiva sociabilidad. Aunque soy respetuoso, una vez que tomo confianza puede ser que me salte alguna que otra señal de alto.

Esto me traía problemas puesto que el ritmo de sociabilidad, por decirle de algún modo, es diferente para cada persona. Hay quien necesita más tiempo para dejarte entrar en su mundo y uno debe ser capaz de captar las señales que te envían durante la interacción.

Tropezaba también por el hecho de que no era consciente de algunas motivaciones que influían en mi modo de comportarme con otras personas. Creer que los demás deben interpretar al mundo como lo haces tú es un error y ahí yo pagaba la novatada.

Comprendí que debía ser asertivo en ese aspecto. Debía respetar el derecho de los demás a ser tratados como ellos creen que deben ser tratados. Agarrar confianza muy rápido con alguien que necesite su espacio en este aspecto puede constituir una violación de sus derechos y eso a veces se me convertía en un problema para el cual no estaba preparado.

¿Qué me faltaba entonces para alcanzar el éxito? Considero que me faltaba empatía, otra habilidad social. Me considero empático, pero sobre todo ante situaciones evidentemente difíciles debía mejorar en darme cuenta de asuntos más sutiles como el violar los espacios y ritmos ajenos.

Ahí también se requiere empatía, pero ante que eso, se requiere salirse de nuestro universo y estar dispuesto a ver al mundo como lo ve el otro. Esa ha sido una de las mayores lecciones aprendidas. La otra: se requiere de mucha práctica para desarrollar eso.

Hubo situaciones que me pusieron a prueba. En realidad, me metí yo solo en situaciones difíciles y la verdad que algunas de ellas resultaron algo incomodas. Incomodas porque jamás busqué generar en la otra persona incomodidad. Mas bien se debía a la falta de dominio de algunas de las habilidades mencionadas.

Por eso me di a la tarea primero de observarme a mí mismo, de comprender los móviles que me llevaban a actuar del modo en que lo hacía. Ese fue un primer paso. Un segundo paso: aprender y practicar hasta incorporar las habilidades necesarias para mejorar en esta área de mi vida.

Esto supuso un reto porque significó moverme de mi zona de confort. Fue necesario aprender en primer lugar a autorregularme. Esta es otra habilidad importante en el plano social y como territorio desconocido al fin toco sobreponerse a las inseguridades que trae consigo adentrarse en él. Dejar de lado tus modos de hacer, desaprenderlos para incorporar los nuevos. Indiscutiblemente este tipo de situaciones me pusieron a prueba.

Sin embargo, gestionar nuestras emociones de modo resiliente es un proceso. Allí se llega enfrentando la incomodidad, fracasando muchas veces. Al fin y al cabo, ser resiliente significa enfrentar la adversidad y salir fortalecido. Creo que cada situación incómoda en este proceso de aprendizaje ha resultado una oportunidad valiosa de crecimiento. Me gusta mirarlo de ese modo.

Bueno amigos, agradecido de su compañía hasta el final les dejo un abrazo sincero. Espero haberlos incitado a la reflexión mediante algunas de mis experiencias.

Texto traducido al ingles por DeepLTranslate. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Xiaomi Redmi.

English Version

Hello friends of Holos and Lotus. It has become my habit to browse the community in search of initiatives that make me reflect on valuable topics for human growth.

This time I am encouraged to participate in @finec's invitation since I consider it very important to develop the ability to be decisive. In life we face multiple situations that may demand from us answers that a priori we do not have.

We must pull from our previous learning in similar situations. In others we must face completely new situations or perhaps we go through a moment in which we believe we do not have the necessary tools to find an adequate solution. That is when we must step forward, face the discomfort, fear, etc. to find the right answer.

As a capacity in the end, it is necessary to develop qualities and skills that allow us to put it into practice. But, first of all, I consider it valuable to carry out a self-analysis of our current characteristics, our vision of ourselves and how we interpret our reality. I will therefore try to do so by answering some of the questions proposed in the initiative.

It is worth asking then: At what point have we successfully applied the skills we have acquired? Well, the skills I want to talk to you about I apply on a daily basis, at least I try to. They are social skills. I give an important weight to my interpersonal relationships.

This is something that I think comes in my genetics, but I work on incorporating social skills consciously since I had the chance to study them.

How did I get them? First, I would like to tell you that I consider that I still have a lot to perfect in this aspect. With that in mind, I would like to share with you that my first approach to its study was when I started my master's thesis.

I was able to observe with a critical eye some of the problems that my students manifested on the communicative level, but even more, I began to become aware of many aspects in which I could improve.

What makes them so special? Many things. The first is the possibility of establishing valuable interpersonal contacts. The second thing is that in my case I realized that even though I considered myself a sociable person, I needed to improve a lot in this aspect. Social relations are not only sociability, sympathy, empathy.

They also involve being able to observe other people's moods, knowing how to listen, among other aspects. In addition, something that makes this type of skills even more special is the dependence they have on other areas of our personality such as the image we have of ourselves, our self-esteem.

Something I was not aware of before entering this world. Once here I can ask myself: In what situations have I stumbled? Before I learned about social skills I stumbled a lot with my excessive sociability. Although I am respectful, once I become more confident I might run the occasional stop sign.

This was a problem for me since the pace of sociability, so to speak, is different for each person. Some people need more time to let you into their world and one must be able to pick up on the signals they send you during the interaction.

I also stumbled because I was not aware of certain motivations that influenced the way I behaved with other people. Believing that others should interpret the world the way you do is a mistake, and I paid the penalty for that.

I understood that I had to be assertive in this respect. I had to respect the right of others to be treated as they believe they should be treated. Gaining trust too quickly with someone who needs their space in this regard can be a violation of their rights and that sometimes became a problem for me that I was not prepared for.

So what was I lacking in order to be successful? I consider that I lacked empathy, another social skill. I consider myself empathetic, but especially in obviously difficult situations I needed to get better at noticing more subtle issues such as violating other people's spaces and rhythms.

There too, empathy is required, but before that, it requires stepping out of our universe and being willing to see the world as the other sees it. That has been one of the biggest lessons learned. The other: it takes a lot of practice to develop that.

There were situations that tested me. Actually, I got myself into difficult situations and the truth is that some of them were a bit uncomfortable. Uncomfortable because I never sought to make the other person uncomfortable. Rather, it was due to the lack of mastery of some of the skills mentioned.

That is why I first set myself the task of observing myself, of understanding the motives that led me to act the way I did. That was a first step. A second step: learning and practicing until I incorporated the necessary skills to improve in this area of my life.

This was a challenge because it meant moving out of my comfort zone. It was necessary to first learn to self-regulate. This is another important social skill, and as an unknown territory, it was finally necessary to overcome the insecurities that come with entering it. Letting go of your old ways of doing things, unlearning them in order to incorporate new ones. Undoubtedly, this type of situation put me to the test.

However, managing our emotions in a resilient way is a process. We get there by facing discomfort, often failing. In the end, being resilient means facing adversity and coming out stronger. I believe that every uncomfortable situation in this learning process has turned out to be a valuable opportunity for growth. I like to look at it that way.

Well friends, grateful for your company until the end I leave you with a sincere hug. I hope I have prompted you to reflect on some of my experiences.

Text translated to English by DeepLTranslate. The photos were taken with my Xiaomi Redmi phone.