@mosa71 nos trae en su columna de "Programándonos para el Bienestar" una iniciativa en la que nos invita a reflexionar acerca de cuánto entregamos o mejor dicho en qué medida estamos dispuestos a darnos y a ayudar al otro. Me gusto mucho este tema y acá estoy entregándoles mi participación.
Te invito a que leas su propuesta en este link y te animes a participar tu también.
Liliana la ambulancia:
Hace años cuando estaba en la universidad una profesora nos dio un ejemplo de aquellas personas que no pueden evitar ayudar a otros, aún cuando su ayuda no es tan necesaria. O que acostumbrados a hacer todo ellos terminan olvidando que se puede delegar y obtener ayuda de otros. Los llamó personas ambulancia. Personas que al ver un asomo de complicación en la situación que esté viviendo quien sea, sale cual ambulancia y hasta con su sirena turuturuturuturu a intentar solucionarlo todo.
Me vi totalmente identificada, allí estaba yo, siendo perfectamente descrita. Liliana la ambulancia.
Soy la mayor de 4 y desde muy pequeña se formó en mi la sensación de que debía cuidar y proteger a mis tres hermanos (una niña, y dos varones) Aún cuando teníamos quien nos cuidara mientras mi mamá y mi papá trabajaba, yo me encargaba de que la ropa que se iban a poner estuviera limpia y en buen estado, de que se bañaran, de que comieran, de que se entretuvieran, de que no se aburrieran y mucho más... cuando nació mi hermano menor yo tenía 12 años y fue cómo si me regalaran un bebé. Era imprescindible para mí que mi pequeño hermanito estuviera bien. Lo bañaba, lo dormía, le daba el tetero. Hubo una época en la que la mayoría en casa estábamos ocupados en la calle, con la escuela, el liceo, el trabajo, y no hubo otro remedio que recurrir a un "Cuidado diario" o maternal como lo llaman ahora. A mí se me arrugaba el corazón saberlo allá sin nosotros, aún cuando lo cuidaban muy bien (Gracias a Dios) y apenas tenía un tiempo libre en el liceo, me iba a buscarlo, sentía que lo rescataba ja,ja,ja,ja, Gracias a Dios esa temporada duró poco y pude seguir cuidándolo sin tener que llevarlo a otro sitio.
En fin desde muy joven aprendí o tuve la necesidad de cuidar de otros, y es algo que hago con amor, con verdadera entrega, sin sentirme obligada ni nada por el estilo. Cuando fueron llegando mis sobrinos también me avoqué a ayudar en lo que se me necesitara y realmente lo disfruto.
Soy consciente de que muchas veces mi ayuda no es bienvenida y eso no significa que no me lo agradezcan, sino que a veces la otra persona quiere resolver desde sus herramientas y sus iniciativas los obstáculos que se le presentan. Se me hace difícil dejarlos ser y hacer, es cómo si temiera que se equivocaran y resulten lastimados, pero sé que son capaces de lograr lo que planifican y desean, entonces doy un paso a un lado y les permito solucionar. Eso si, siempre estoy allí por si me necesitan y salir corriendo turuturuturu la ambulancia Lili al rescate.
Mi hermano menor (5 años menor) es así también, una ambulancia con todos sus jugueticos, dispuesto a ayudarte sea lo que sea, a la hora que sea, y donde sea, a veces puede llegar a quedar mal porque a todos les dice que si, y el pobre no se da abasto para ayudar a tantos. Él vive en otra casa y casi siempre está presente en la nuestra ayudando en algo, y es que es utilitis y sabe de todo un poquito. Te quiero hermanito.
La ambulancia ahora es madre:
Ahora que tengo a mis niños, mis niveles de mamá ambulancia se elevan a la máxima expresión y me tengo que controlar a mí misma. Sé que mis hijos son inteligentes, innovadores y muy capaces de lograr sus objetivos, por eso delego en ellos actividades que les ayuden a desarrollar la confianza en ellos mismos y se sientan capaces de tomar decisiones en busca de las mejores soluciones. A veces me cuesta y me veo aguantando las ganas de ayudarles y solucionar por ellos, pero como no estoy sola en la crianza de ellos, mi ayudante favorito (mi esposo) me recuerda que debo dejarlos aprender a solucionar, a caerse y a levantarse, a sacudir sus rodillitas y continuar. Entonces le pido una y otra vez a Dios que me los cuida y les presente el camino bien bonito para que mis hijos transiten por él. Eso sí, repito lo antes dicho, allí está mamá ambulancia con las luces titilando lista para salir turuturuturu al rescate.
Hoy solo estoy para mí:
Mis hermanos ya crecieron y son excelentes seres humanos, así que esa necesidad obsesiva de hacerles las cosas ha disminuido casi en su totalidad, digo casi porque todavía siento que quiero cuidarlos. Mis hijos están pequeños y demandan atención constante y como mamá creo que siempre, siempre querré cuidarlos así que por ahora sigo trabajando en dejarles ser y aprender a su ritmo.
Soy afortunada porque tengo un esposo que lo único que le ha faltado es amamantar ja,ja,ja,ja, él es súper entregado a sus hijos y a mí valga la aclaración, así que eso me da un buen margen para relajarme de vez en cuando y dedicarme a mí.
Me regalo horas y horas de deliciosa lectura, o de agradables momentos disfrutando del Netflix. Gracias al apoyo de mi esposo puedo contar con momentos para desestresarme y disfrutar de hacer lo que me gusta. Sin embargo, no puedo evitar estar siempre pendiente, atenta de todo y de todos, sin que se me escape ningún detalle, ¿Cómo lo haces mamá? me pregunta mi hija mayor, y es que yo creo que tengo las antenitas siempre activas.
Anécdota reciente:
Ayer en el día de las madres, mi esposo y mis hijos, me obligaron a permanecer en el cuarto porque ellos me estaban preparando el desayuno, y horas después el almuerzo. Cuando me vieron salir y agarrar la escoba para ordenar un poco, me enviaron de vuelta al cuarto y me decían; "Ve Netflix, revisa Hive, lee un rato" ja,ja,ja,ja y mi ambulancia interna se moría de ganas por salir y ayudarlos a cocinar, o a lavar los platos. Ordené el cuarto que era el territorio que se me tenía permitido y me mantuve en mi "encierro" por el día de las madres ja,ja,ja. Ya hoy, me tocó de nuevo, el desayuno, el almuerzo y lo más seguro que la cena también ja,ja,ja. Lo hago con amor para consentirlos.
Todo en equilibrio es bueno, si ayudamos en la medida que recibimos ayuda hay un equilibrio. Aprender a reconocer cuando nuestra ayuda no es necesaria es importante. Saber delegar y disfrutar de nuestro tiempo libre es fundamental. Son diferentes los aspectos que debemos tener en cuenta para que nuestro bienestar no peligre y entender cuando entregarnos y cuando reservarnos es uno de ellos.
Me gustó mucho participar en esta iniciativa. Agradecida @mosa71 por tus buenas ideas y propuestas. Saludos y abrazos.
Nos leemos.
I greet you with love, friends of Holos&Lotus, wishing you well and better every day.
@mosa71 brings us in his column "Programming for Wellness" an initiative in which he invites us to reflect on how much we give or rather to what extent we are willing to give ourselves and help others. I really liked this topic and here I am giving you my participation.
I invite you to read their proposal in this link and I encourage you to participate too.
Liliana the ambulance:
Years ago when I was in college a professor gave us an example of those people who can't help but help others, even when their help is not so necessary. Or that used to do everything they end up forgetting that you can delegate and get help from others. He called them ambulance people. People who, when they see a hint of complication in the situation that someone is living, go out as an ambulance and even with their siren turuturuturuturu to try to solve everything.
I saw myself totally identified, there I was, being perfectly described. Liliana the ambulance.
I am the oldest of 4 and since I was very young I had the feeling that I had to take care and protect my three siblings (one girl and two boys). Even when we had someone to take care of us while my mom and dad worked, I made sure that the clothes they were going to wear were clean and in good condition, that they bathed, ate, entertained themselves, that they were not bored and much more... when my youngest brother was born I was 12 years old and it was as if I was given a baby as a gift. It was essential for me that my little brother was well. I bathed him, I put him to sleep, I gave him the bottle. There was a time when most of us at home were busy in the street, with school, high school, work, and there was no other choice but to resort to "day care" or maternal care as they call it now. It made my heart crumple to know he was there without us, even when he was very well taken care of (Thank God) and as soon as I had some free time at school, I went to look for him, I felt like I was rescuing him ha,ha,ha,ha,ha, Thank God that season did not last long and I could continue taking care of him without having to take him to another place.
Anyway, since I was very young I learned or I had the need to take care of others, and it is something I do with love, with true dedication, without feeling obligated or anything like that. When my nieces and nephews arrived I also started to help in whatever I was needed and I really enjoy it.
I am aware that many times my help is not welcome and that does not mean that they do not thank me, but sometimes the other person wants to solve the obstacles that arise from their own tools and initiatives. It is difficult for me to let them be and do, it is as if I am afraid that they will make a mistake and get hurt, but I know that they are capable of achieving what they plan and want, so I step aside and allow them to solve. Mind you, I am always there in case they need me and run out turuturuturu the Lili ambulance to the rescue.
My younger brother (5 years younger) is like that too, an ambulance with all his toys, ready to help you no matter what, no matter what time, no matter where, sometimes it can get bad because he says yes to everyone, and the poor guy can't manage to help so many. He lives in another house and he is almost always present in ours helping in something, and he is utilitis and knows a little bit about everything. I love you little brother.
The ambulance is now a mother:
Now that I have my kids, my ambulance mom levels are at an all-time high and I have to check myself. I know my children are smart, innovative and very capable of achieving their goals, so I delegate activities to them that help them develop self-confidence and feel capable of making decisions in search of the best solutions. Sometimes it is hard for me and I find myself resisting the urge to help them and solve for them, but since I am not alone in raising them, my favorite helper (my husband) reminds me that I must let them learn to solve, to fall down and get up, to shake their knees and continue. Then I ask God again and again to take care of them and to show them a beautiful path for my children to walk on. Of course, I repeat what I said before, there is mommy ambulance with the lights flashing ready to go out to the rescue.
Today I am only for me:
My siblings are all grown up and are excellent human beings, so that obsessive need to do things for them has diminished almost entirely, I say almost because I still feel like I want to take care of them. My kids are young and demand constant attention and as a mom I think I will always, always want to take care of them so for now I'm still working on letting them be and learn at their own pace.
I am lucky because I have a husband that the only thing he has lacked is breastfeeding ha,ha,ha,ha,ha, he is super dedicated to his children and to me, so that gives me a good margin to relax from time to time and dedicate myself to me.
I treat myself to hours and hours of delicious reading, or pleasant moments enjoying Netflix. Thanks to my husband's support I can count on moments to de-stress and enjoy doing what I love. However, I can't help being always aware, attentive to everything and everyone, without missing any detail. How do you do it, mom? my oldest daughter asks me, and I think I have my antennas always active.
Recent anecdote:
Yesterday on Mother's Day, my husband and my children forced me to stay in the room because they were preparing breakfast for me, and hours later lunch. When they saw me come out and grab the broom to tidy up a bit, they sent me back to the room and said; "Go Netflix, check Hive, read for a while" ha,ha,ha,ha,ha and my inner ambulance was itching to get out and help them cook, or do the dishes. I tidied up the room which was my allowed territory and stayed in my "lockdown" for Mother's Day ha,ha,ha,ha. Already today, it was my turn again, breakfast, lunch and most likely dinner too ha,ha,ha,ha. I do it with love to spoil them.
Everything in balance is good, if we help to the extent that we receive help there is a balance. Learning to recognize when our help is not necessary is important. Knowing how to delegate and enjoy our free time is fundamental. There are different aspects that we must take into account so that our well-being is not endangered and understanding when to give ourselves and when to reserve ourselves is one of them.
I really enjoyed participating in this initiative. Grateful @mosa71 for your good ideas and proposals. Greetings and hugs.
We will read each other.
De verdad que te vi de un lado a otro haciendo cosas y solucionando, lo mejor es que adoras la lectura, la buena música y las películas para desestresarte.
Un abrazo, hija. Gracias por tanto.