¿Cómo superar la tristeza? #OvercomeSadness. Iniciativa


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I am more and more fascinated by the topics proposed in the Holos&Lotus community, as they touch sensitive parts of my past life, and how I have managed to cope with some of them and overcome them in the case of others.

This time, when talking about sadness, many things are stirred in me, as that feeling has been something that has haunted me almost since I was a child.

In making it conscious, I have sought to delve into when and why I have felt this way most of my life, despite being a laughing and witty person, who makes jokes and rarely, very rarely, cry.

In my case I perfectly remember my breaking point. It was when I was 5 years old, when I started elementary school. The principal of my school decided to move me up a grade and put me in first grade, without going through preschool, since after a knowledge evaluation, I was considered fit to formally start elementary school.

My teacher, Aida was her name, was a sweetheart, but there came a point in which she didn't know what to do with me, since everything I learned very quickly and I got bored. That's why she was looking for a way to separate me from the group, so that she could dedicate herself to the others who were going at a "normal" pace compared to mine.

The same thing happened in the following grades, with which I began to feel that I was "weird", because I did not fit in the standards that others were looking for.

In adolescence and part of my early adulthood that feeling grew, and inner solitude became impossible.

The less I looked like the common man, the more the sadness inside me increased, and this, together with the continuous criticism from my mother, who pretended that I was who I was not, was filling the glass much faster, until it overflowed.




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At 23, I had my first fall. Anorexia nervosa crises, uncontrollable crying, insomnia and panic attacks, all together. I thought I was going to die, or at least, that's what I wanted to avoid so many negative things.

With the help of a psychiatrist, I managed to overcome it, although not completely, since at 26 I relapsed but with less intensity. I remember that by then, I even left the country, putting distance between me and my family, but I had to come back and after that, I had to take care of myself, but in a deeper way.

I went to another psychiatrist, of whom I will always say: he saved my life. In his honor, I named my firstborn son after him, and I can't say enough about what I owe him.

To begin with, he taught me to live with myself, to understand my "weirdness" that beyond making me less, makes me unique and insurmountable. Little by little, I overcame that sadness from the root, and I understood in a certain way, the same feeling that my father carried, on the sly, because he was also "weird" in his own way.

And I will not say that it was easy, because being strange looking normal, I think it is more complicated to overcome, than those people who for one reason or another, differ from the common.

Part of my therapy, beyond the conversations and medications, was to take care of myself. To do things when I was provoked and not when they were imposed on me (maybe that's why I don't like to be commanded) and to look for hidden interests that I wouldn't develop because of "what people would say".

To say things openly, as long as they do not hurt people, or to look for the way and the moment to do it.

Using body creams, led me to fill the void of physical affection that was missing at home, because since I was a child hugs, kisses and caresses were not present, and I discovered that I needed that contact from time to time. So if others were not willing, I would do it for myself. AND IT WAS THE BEST THING I COULD HAVE DONE!




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I am still reconstructing many things, but every time I see sadness approaching, I know in what ways I can make it go back on the road, or walk with it without it disturbing me in a serious way.








Cada vez más me quedo prendada de los temas que proponen en la comunidad Holos&Lotus, ya que tocan partes sensibles dentro de mi vida pasada, y de como he logrado sobrellevarlas algunas y superarlas en el caso de otras.

Esta vez, al hablar de la tristeza, se me revuelven muchas cosas, ya que ese sentimiento ha sido algo que me ha perseguido casi desde que era una niña.

Al hacerlo consciente, he buscado hurgar desde cuando y el por qué me he sentido así la mayoría de mi vida, a pesar de ser una persona risueña y ocurrente, que hace bromas y pocas veces, muy pocas, llora.

En mi caso recuerdo perfectamente mi punto de quiebre. Fue a los 5 años, cuando empecé la primaria. La directora de mi colegio decidió adelantarme de grado y colocarme en primero, sin pasar por el preescolar, puesto que después de una evaluación de conocimientos, me consideraban apta para iniciar la primaria formalmente.

Mi maestra, Aida se llamaba, era un encanto, pero llegaba el punto en el cual no sabía que hacer conmigo, puesto que todo lo captaba muy rápido y me aburría. Por eso, buscaba la manera de apartarme del grupo, para poder dedicarse a los demás quienes iban a un ritmo "normal" con respecto al mio.

Lo mismo pasó en los grados sucesivos, con lo cual yo empecé a sentirme que era "rara", pues no calzaba en los estándares que buscaban los demás.

En la adolescencia y parte de mi adultez temprana se fue acrecentando esa sensación, y la soledad interior se hacía imposible.

Mientras menos me parecía al común, aumentaba la tristeza dentro de mi, y esto, aunado a la crítica continua de parte de mi madre, quien pretendía que yo fuera quien no era, iba llenando el vaso de manera mucho más rápida, hasta llegar a desbordarse.




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A los 23, tuve mi primera caída. Crisis de anorexia nerviosa, llanto incontrolable, insomnio y ataques de pánico, todos juntos. Yo creía que iba a morir, o por lo menos, eso era lo que deseaba para evitar tantas cosas negativas.

Con la ayuda de un psiquiatra, logré sobreponerme, aunque no del todo, puesto que a los 26 recaía pero con menos intensidad. Recuerdo que para entonces, hasta me fui del país, poniendo distancia entre mi núcleo familiar y yo, pero tuve que regresar y luego de ello, hacerme caso pero de manera más profunda.

Acudí a otro psiquiatra, de quien diré siempre: me salvó la vida. En su honor, le puse su nombre a mi primogénito, y me quedo corta con todo lo que le debo.

Para empezar, me enseñó a vivir conmigo, a entender mi "rareza" que mas allá de hacerme menos, me hace única e insuperable. De a poco, fui superando esa tristeza desde la raíz, y entendí de cierto modo, el mismo sentimiento que llevaba mi padre, a escondidas, pues él también era "raro" a su manera.

Y no voy a decir que fue fácil, pues ser extraño viéndote normal, creo que es mas complicado de superar, que aquellas personas que por una u otra razón, difieren del común.

Parte de mi terapia, más allá de las conversaciones y los medicamentos, fue encargarme de mi misma. Hacer las cosas cuando me provocara y no cuando me fueran impuestas (quizás por eso no me gusta que me manden) y buscar intereses ocultos que no desarrollara por el "qué dirán".

Decir las cosas sin tapujos, siempre y cuando no hieran a las personas, o buscar la manera y el momento de hacerlo.
Usar cremas corporales, me llevó a llenar el vacío del afecto físico que no había en casa, pues desde niña los abrazos, besos y caricias no estaban presentes, y descubrí que ese contacto me hacía falta de vez en cuando. Así que si los demás no estaban dispuestos, pues yo misma lo haría para mi. Y FUE LO MEJOR QUE PUDE HABER HECHO!




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Todavía ando en reconstrucción de muchas cosas, pero cada vez que veo acercarse a la tristeza, ya sé de qué maneras puedo hacerla devolverse en el camino, o transitar con ella sin que me llegue a perturbar de manera grave.



Fotografías/ Photografy: stormseeker, Jeremy-Vessey and Brooke-Cagle (all from Unsplash)
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Anormal viéndote normal. Algo que trato de enseñar a mis hijos es que no hay que ser igual al resto, que lo común abunda y que ser diferente no es malo. Por ahí voy trabajando el que acepten a amarse como son, lo bueno, lo malo y lo poco común.
Tratar de enseñarles que son únicos como son y eso es lo que pienso faltó en tu casa, aceptación de quien eras y enseñarte a amarte con tus "rarezas" que te hacen ser quien eres.
Lo que a ti no te gustaba muchos quisieran tenerlo!

Si nena, eso lo aprendí con el tiempo y con ayuda de quien menos imaginé. Mi mamá siempre quiso una hija común, dócil y regular, y eso no me lo perdonó nunca!
Cuando los demás alababan mis logros y las maneras en las que destacaba, ella se encargaba de minimizarlo todo


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A los niños con un nivel intelectual es común que tengan esos episodios cuando no se tratan a tiempo gracias a Dios el doctor pudo ayudarte a superar la tristeza y como dices tú te salvó la vida

Si, fue bastante complicado transitar la edad escolar de primaria y secundaria. Solo en la universidad me pude sentir a gusto, pues hasta me metía de oyente en otras clases que me llamaban la atención, eso llenaba un poco la sensación de rareza, cuando a los profesores les complacía tener alumnos extra en clases

Yay! 🤗
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Amiga no imagino lo difícil que debió ser esos momentos en tu vida.

Yo de niña me preocupaba más bien por no ser el centro de atención de la familia. Eso en vez de subir mi ego me sentía mal que también no fueran así con mis hermanos.

Yo creo que a los niños debemos tratarlos a todos por igual.

Gracias a Dios has ido superando esos episodios con ayuda profesional y con tu propia fortaleza de salir adelante amándote a ti misma.

Un abrazo fuerte amiga bella.

Si nena, es que todos los extremos son en parte nocivos tanto para quien los vive como para el entorno.
Fue una etapa complicada, pero gracias a Dios quien puso en mi camino a la persona indicada para ayudarme, logré entender y superar muchas cosas

Vaya amiga, no ers rara, eres única, y pues mala estrategia de los profesores de aislarte en vez de tenerte de aliada y ser incluso de ayuda para otros compañeros. Que bueno que ese doctor logró ayudarte y que de ahora en adelante reconoces las tristeza y sabe como sobreponerte.

Todos somos obras en construcción y remodelación, tranquila.

Saludos.

Algunos maestros lo hicieron, pero eso me ganó otras cosas no deseadas, como el ser vista como nerd o que mis compañeros me rechazaran porque yo no era quien les tenía que enseñar.
Y si, todos estamos en constante remodelación.
Gracias por pasar y comentar.

wow, no puedo imaginar cuanto dolor sentiste,espero sea parte del pasado y ahora te sientas muy bien te envio un gran abrazo

Ahora estoy estable, puedo reconocer la tristeza desde lejos y busco la manera que se quede a esa distancia, y si llega, tengo las herramientas para buscar superarla, o si no, transitar con ella hasta que se vaya.
Gracias por pasar y comentar