You are viewing a single comment's thread from:

RE: De Víctima a Sanador de tu Propia Alma -Cómo reconocer que vagamos heridos- En Domingo de Séptimo Día (ES/EN)

in Holos&Lotuslast month (edited)

Así como lo dices, estimado.

Tal vez la parte más complicada es responsabilizarnos de nuestro cuidado, como mencionas. Casi puedo sentir una parte de mí preguntándome "¿Siempre?" A lo que respondo:"Siempre". Porque es que es tan fácil tomar lo dañino como normalidad cuando es algo que vamos nutriendo de años. En nuestro país, siempre la queja, aunque jocosa. Siempre el pesimismo, aunque cause algunas risas. Pues bien, tal vez no reparamos en que nos estamos bombardeando nuclearmente con emociones negativas que luego nos darán trabajo, tanto mientras dormimos como despiertos, obstaculizando nuestras ganas de vivir.

En estos días olvidé un consejo maravilloso de Rumi:"Cuando la mente se quiera quejar, agradece". Digo olvidé porque así fue, y a los pocos días ya tenía la mente hecha pelota con todo el material de queja que mi mente se había guardado. Incluso cuando tengo razón, porque es que hay otra manera de expresar las cosas y vale la pena aprenderlas. Puedo perfectamente pedir algo sin que sea a los gritos, o indirectamente con otros métodos sigilosos. Pueden decirse las verdades con alegría y mucha lógica de hecho. ¡Así mejoro mis habilidades de negociación! Y por supuesto la aceptación. Bueno, no me nombraré experto en esos artes, pero con saber que existen y que puedo aprenderlos, me satisface infinitamente.

Sort:  

¡Dios mío! Me siento tan identificado con este comentario @selftheist
Hay días de días, en los que parece que se nos olvida lo bonito que planteamos en nuestros artículos; y mira que me ha pasado que a veces siento que no hago lo que predico, y es normal, pues todos tenemos debilidades, pero, se me olvida, y sí, la queja a mí me ha ayudado mucho.
Negociación y aceptación, qué bien utilizadas aquí.
Mijo, gracias por el comentario.

Escuché por ahí que la mente a propósito olvida esas cosas para no perder terreno cuando intentamos cambiar. Me costaba creerlo pero cada vez la práctica me dice que es así. Un día despiertas y es como si te estuvieran restaurado el sistema a un estado anterior a los cambios que habíamos hecho durante días. La mente es sin duda un rival formidable, haha. Pero no me queda otra opción más que hacerle frente. La vida me va en ello.

Es resistencia al cambio.
Qué bueno que al menos podamos discuirlo.