El hombre del bostezo
CUANDO EMPEZÓ, creyó que era el anuncio del sueño, pero el bostezo fue tan intenso que su misma fuerza impulsó un segundo, que a su vez impulsó un tercero y así llegó a la media noche, en una sucesión de bostezos que de no parar, hubieran sido la causa de una tragedia porque su esposa ya había perdido el sueño, la paciencia y la racionalidad.
Las noches siguientes fueron peor, cada día se le sumaba un bostezo; al año tenía trescientos sesenta y cinco, más la cantidad con la que había iniciado.
Para esa fecha ya era soltero y vivía solitario en una habitación porque nadie había desarrollado la paciencia para soportar un fenómeno tan inusual como aquel.
También había quedado sin trabajo porque cuando en la empresa se enteraron de la extraña forma de bostezar del empleado, decidieron cortar la relación laboral para que aquello sumatoria de bostezos ininterrumpidos no afectara la producción empresarial.
El hombre acudió a la ciencia, pero el diagnóstico no arrojó patología y cuando se precipitó a la sabiduría popular, que esta vez tenía el nombre de su compadre Hermenejildo, le dijo que eso era asunto de hambre, que con verlo se daba cuenta de que había pasado hambre porque parecía una radiografía.
Pero sus bostezos surgían de pura extrañeza, por eso se convirtió en la presa de la inteligencia porque de todas partes llegaban a estudiarlo, y como no dormía porque los bostezos le juntaban el día y la noche, los atendía a todos, con la misma amabilidad en sus bostezos porque el hombre se esforzaba para que todos fueran carismáticos y ninguno se fuera con la idea de que le había bostezado feo.
Cuando lo inscribieron en el Libro del Récord Guinness, la abundancia se le arrimó de otras maneras, chicas, contratos, publicidad; se había convertido en una rara curiosidad que robaba la atención de todos, porque todos andaban en los mismo, buscando curiosidades raras para invertir su ocio, su tiempo y sus escasos talentos.
Por su puesto que ya no tuvo privacidad, ni vida propia; en uno de los contratos firmó para ser introducido en una especie de galería de extrañezas, donde la gente pagaba para ir a verlo; bostezaba día y noche, años bisiestos y demás, hasta que un día se tragó a un niño que se acercó mucho al bostezo.
─Les dije que lo que tenía era hambre, ─dijo el compadre Hermenejildo.
Pero no lo escucharon, y esa misma semana sus bostezos se llevaron a una abuela curiosa, un bravucón que quiso golpearlo y a una linda señorita que mostraba más de lo necesario.
El bostezo se convirtió en una amenaza después de tragarse a un alto miembro de seguridad de la nación, y como siempre pasa en estos casos, los uniformados armaron su importancia en nombre de la seguridad de todos, pero ya el bostezo se había multiplicado porque varias chicas habían dado a luz, bostezos en forma de niños, que según el compadre Hermenejildo, nacieron con hambre y por eso se estaban tragando a la gente; medio país había desaparecido y el otro medio estaba convertido en bostezo, y como no los dejaron salir porque cerraron las fronteras, la carnicería de bostezos entre ellos fue tal, que terminaron fastidiados y devolvieron a la mitad del país que se habían tragado.
El hombre regresó a su vida y la normalidad lo olvidó, como se olvida a todos los que están inscritos en el Libro del Récord Guinness. Todo fue un nuevo comienzo para aquel país, que nuevamente se dedicó a esperar una rareza como la anterior, que les quitara las ganas de bostezar por un rato.
FIN
The yawning man
When it started, he thought it was the announcement of sleep, but the yawning was so intense that its same force prompted a second, which in turn prompted a third and so it reached midnight, in a succession of yawns that if not stopped, would have been the cause of a tragedy because his wife had already lost sleep, patience and rationality.
The following nights were worse, every day a yawn was added; by the year he had three hundred and sixty-five, plus the amount with which he had started.
By that time he was already a bachelor and lived alone in a room because no one had developed the patience to endure such an unusual phenomenon.
He had also been left without a job because when the company found out about the employee's strange way of yawning, they decided to cut the labor relationship so that the sum of uninterrupted yawning would not affect the company's production.
The man turned to science, but the diagnosis showed no pathology and when he turned to popular wisdom, which this time had the name of his compadre Hermenejildo, the latter told him it was a matter of hunger, because when he looked at him he realized that he had been starving because he looked like an X-ray.
But his yawns were of pure strangeness, that is why he became a prey of intelligence because from everywhere they came to study him, and as he did not sleep because his yawns joined day and night, he attended them all, with the same kindness in his yawns because the man made an effort so that everyone was charismatic and no one left with the idea that he had yawned ugly.
When he was entered in the Guinness Book of Records, abundance came to him in other ways, girls, contracts, publicity; he had become a rare curiosity that stole everyone's attention, because everyone was looking for rare curiosities to invest their leisure, their time and their scarce talents.
Of course he had no privacy anymore, no life of his own; in one of the contracts he signed to be introduced into a kind of gallery of oddities, where people paid to go and see him; he yawned day and night, leap years and so on, until one day he swallowed a child who came very close to yawning.
─I told them that what I was hungry, ─ said compadre Hermenejildo.
But they didn't listen to him, and that same week his yawning got a curious grandmother, a bully who wanted to hit him and a pretty lady who showed more than necessary.
The bosteros became a threat after swallowing a high member of the nation's security, and as always happens in these cases, the uniformed armed their importance in the name of everyone's safety, but the bosteros had already multiplied because several girls had given birth, bosteros in the form of children, who according to compadre Hermenejildo, were born hungry and that is why they swallowed the people; half of the country had disappeared and the other half had been turned into yawners, and as they would not let them leave because the neighboring countries closed the borders, the carnage of yawners among them was such, that they ended up annoyed and decided to return half of the country they had swallowed.
The man returned to his life and normality forgot him, as it forgets all those who are registered in the Guinness Book of Records. It was all a new beginning for that country, which was once again waiting for a rarity like the previous one, which would take away the desire to yawn for a while.
Las imágenes de portada fueron generadas usando VQGAN+CLIP
El trabajo de edición y creación de separadores fue realizado con Power Point.
The cover images were generated with VQGAN+CLIP
The editing work and creation of separators was done with Power Point.
Traducido con www.DeepL.com / Translator (versión gratuita)
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I love the science reference in the story. The story telling is good. !discovery 20
Gracias por la lectura y la valoración a mi post.
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Gracias!
Ja, ja, ja. Muy buena extrañeza, pero sobre todo las ansias de aquel país por ver una nueva rareza. Gracias por aportar tanto, mi estimado. Eres un crack.
Intento plasmar un reflejo de nuestras sociedades.
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¡Qué buen relato, @jesuspsoto! Una ironía propia de un Rabelais (un bostezo pantagruélico), que combinas hábilmente con el absurdo y el humor. Quizás hasta podría tomarse con sentido alegórico para hablar de este país que no parece salir de un prolongado bostezo o a la espera otro hecho o noticia espectacular para alimentar su hambre de sentido. Gracias y saludos, amigo.
Gracias, @josemalavem, por tus comentarios. Es alegórico, porque seguimos bostezando a la espera de cualquier cosa que no saque del atolladero.
¡Qué historia tan buena, felicitaciones! 😃
La historia de Venezuela. Gracias por leer y comentar.
Jajajajajajajajaja. Buen aporte, manito... Un abrazo...