Despacio, tomados de la mano, con miradas furtivas y las mejillas encendidas, labios entreabiertos queriendo decir, queriendo expresar, pero las palabras no llegan a salir. Jamás olvidaré esos días...
Todo comenzó una noche en la que recibí una invitación a salir, pero no quería ir. Tanto me insistió mi amigo, que finalmente accedí. Como si el Universo estuviese conspirando, entre los muchos amigos de mi amigo, estaba él. Tan alto, tan rubio, tan apuesto. Cuando nos presentaron y estrechó mi mano, sentí un corrientazo que recorrió mi espalda.
Nos miramos a los ojos y el resto del mundo dejó de existir. No recuerdo mucho de qué hablamos esa primera noche, solo sé que mi piel vibraba cada vez que sus manos me rozaban. Bailamos, bebimos, conversamos solos él y yo. Nuestros amigos parecieron entender perfectamente la situación. Y ese toqueteo furtivo, era simplemente delicioso, hacía que mi corazón latiera a todo lo que daba.
Cuando me llevó a casa, solo hubo un roce de labios a manera de despedida, dejándonos con ganas de más.
Al día siguiente, estaba en mi puerta, sin llamarme antes, sin avisar, muy temprano, vistiendo tejanos y franela blanca. Cuando abrí la puerta solo dijo, extendiendo su mano hacia mí: -¿Nos vamos?
Me reí y le pedí que me dieras un chance para bañarme y vestirme. Jamás había tomado una ducha tan aprisa. Me puse un fresco vestido sin mangas, blanco con pequeñas florecitas rosadas. Al verme, sus ojos brillaron y solo dijo: - ¡Preciosa!
Condujo mientras volteaba a mirarme. Nunca olvidaré esos ojos suyos tan azules, tan expresivos y llenos de deseo.
Comimos, caminamos, paseamos, reímos, nos tomamos de la mano, nos abrazamos pero no nos besamos. Creo que lo estábamos dejando para cuando no pudiésemos más. Dulce tortura.
-¿Vamos? - me preguntó cuando comenzaba a caer la tarde.
-¿A dónde?
-A la playa.
-¿La playa?
-Deseo admirar la puesta del sol en tu compañía. - respondió con voz ronca.
Me pareció una idea loca y sonreí.
-¿Alguna objeción? ¿Te esperan para cenar?
-No, no es eso... - respondí al tiempo que esbocé una sonrisa. - Está bien, vamos.
Llegamos a un estrecho malecón y él detuvo el auto. Luego caminamos tomados de la mano hasta una playa tan espectacular, que me dejó sin aliento.
-Es hermosa - murmuré.
-¿Verdad que si? Me recuerda a Tenerife.
-¿Vienes aquí a menudo?
-No - dijo posando sus ardientes ojos en los míos. - Pero quise venir contigo.
Yo solo asentí en silencio y me volví ruborizada. Era tan sincero y tan atractivo; poseía tal magnetismo que me resultaba irresistible.
-¿Damos un paseo? - me preguntó al tiempo que me tendía la mano. No dudé en aceptarla, necesitaba su contacto, su roce, su cercanía.
Caminamos un rato a orillas de la playa y luego volvimos a sentarnos para contemplar el crespúsculo; permanecimos allí cada uno sumido en sus pensamientos en medio de la creciente oscuridad, con la luna como testigo. Finalmente, se puso de pie, ayudándome a levantarme.
Miró mi cabello suelto y agitado por la brisa, acariciando mi rostro en medio de esa magia que nos envolvía; se inclinó y besó tiernamente mis labios, volviéndose cada vez más exigente, con un deseo, un anhelo y una pasión arrebatadora que crecía por momentos. Recuerdo el placer que sentí mientras sus brazos me estrechaban con fuerza, apretándome contra él, negándose a separar sus labios de los míos, mientras yo correspondía a ese apasionado beso con total abandono. Sus azules ojos se habían oscurecido por el deseo, cuando nos separamos un momento. Pronunció mi nombre en un susurro y volvió a besarme de nuevo.
Nunca había creído en el amor a primera vista, hasta ahora. Hasta que le conocí.
Nos fuimos de allí y durante el trayecto de regreso, me quedé dormida en su hombro. Cuando me desperté, él se burló de mi por haberme quedado dormida.
Fuimos a su departamento y pidió Sushi y destapó una botella de vino. Fue cuando me preguntó:
-¿Crees en el amor a primera vista?
-No. - negué - Hasta que te vi por primera vez.
Él alargó su mano y acarició mi rostro. Y en tanto sus labios buscaban los míos, me sentí inundada por el deseo. Un mudo y escondido deseo de ser suya, de formar parte de él. Era como si en esa fiesta donde le conocí, hubiese encontrado mi futuro, como si le hubiese pertenecido a ese rubio finlandés desde el principio, como si hubiese nacido para ser suya.
-Te amo - susurró con voz ronca y las palabras se filtraban en mis cabellos, mientras sus labios se deslizaban por mi cuello hasta mis senos y delicadamente me abría en vestido, demorándose golosamente en cada centímetro de mi piel, arrancándome débiles gemidos.
Hicimos el amor despacio, mientras las hadas se asomaban a mirar por la ventana riendo contentos por tener algo nuevo que contar.
Pieles que se confunden, entrelazándose para fundirse en una sola. Gemidos, calor, ardor y jadeos. Eran nuestras ganas de amar. Nuestras caderas elevándose y descendiendo en un torbellino de creciente pasión mientras nuestra respiración cada vez más jadeante, entrecortada y cálida.
Allí en esa alfombra el pudor se hizo a un lado, jugando con nuestras emociones, mientras él invadía mis entrañas, llevándome a un delicioso clímax, un estado de éxtasis total.
Después de este mágico y erótico momento, no podíamos despegarnos el uno del otro. Cuando tocaba ir cada uno a sus trabajos, mi mente se revolcaba con la suya. Cuando estábamos juntos, me llevaba al cielo sin necesidad de abandonar la habitación; me hacía despegar mis pies del suelo, mientras me arrancaba la ropa con deseo.
Así fue nuestro romance. Nos besábamos con la boca, con la mirada, con el pensamiento, corrompiendo de deseo mi alma, con sus sedientos labios y sus ávidas manos acariciando cada centímetro de mi piel.
A veces despacio y en silencio, otras jadeantes y frenéticos. No existía el tiempo, no existían reglas, solo éramos dos seres amando, entregados, disfrutando el placer de nuestra mutua compañía. Yo me volví una mujer descarada que me contoneaba frente a él en todo mi esplendor, sin ropa, sin pena, sin tabúes.
Fue una bendición inesperada en mi vida. Un hombre maravilloso como ningún otro y como estoy segura que no volveré a encontrar; un hombre que me hizo sentir única, deseada, amada, admirada y hermosa. No tenía ojos para nadie más, su amor, entrega y deseo, eran solo para mí.
Slowly, holding hands, with furtive glances and burning cheeks, half-open lips wanting to say, wanting to express, but the words never come out. I will never forget those days...
It all started one night when I received an invitation to go out, but I didn't want to go. My friend insisted so much that I finally agreed. As if the Universe was conspiring, among my friend's many friends, there was him. So tall, so blond, so handsome. When we were introduced and he shook my hand, I felt a rush run down my back.
We looked into each other's eyes and the rest of the world ceased to exist. I don't remember much of what we talked about that first night, I only know that my skin vibrated every time his hands touched me. We danced, we drank, we talked just him and me. Our friends seemed to understand the situation perfectly. And that furtive touching, it was simply delicious, it made my heart pound.
When he took me home, there was only a brush of lips as a farewell, leaving us wanting more.
The next day, he was at my door, without calling me before, without warning, very early, wearing jeans and white flannel. When I opened the door he just said, extending his hand towards me: "Shall we go?
I laughed and asked him to give me a chance to shower and get dressed. I had never taken a shower so quickly. I put on a fresh sleeveless dress, white with little pink flowers. When he saw me, his eyes sparkled and he just said, "Beautiful!
He drove as he turned to look at me. I will never forget those eyes of his, so blue, so expressive and full of desire.
We ate, we walked, we strolled, we laughed, we held hands, we hugged but we didn't kiss. I think we were saving it for when we couldn't anymore. Sweet torture.
-Shall we go? - he asked me when it was starting to get dark.
-Where to?
-To the beach.
-The beach?
-I want to admire the sunset in your company. - he answered in a hoarse voice.
I thought it was a crazy idea and smiled.
-Any objections? Are you expected for dinner?
-No, it's not that... - I replied as I smiled. - Okay, let's go.
We arrived at a narrow boardwalk and he stopped the car. Then we walked hand in hand to a beach so spectacular, it took my breath away.
-It's beautiful - I murmured.
-Isn't it? It reminds me of Tenerife.
-Do you come here often?
-No - he said, resting his burning eyes on mine. - But I wanted to come with you.
I just nodded silently and turned away blushing. He was so sincere and so attractive; he possessed such magnetism that I found him irresistible.
-Shall we take a walk? - he asked me as he held out his hand. I did not hesitate to accept it, I needed his touch, his touch, his closeness.
We walked for a while along the beach and then we sat down again to contemplate the twilight; we remained there, each of us immersed in our own thoughts in the growing darkness, with the moon as a witness. Finally, he stood up, helping me to my feet.
He looked at my loose, breeze-tossed hair, caressing my face in the midst of that magic that enveloped us; he leaned down and tenderly kissed my lips, becoming more and more demanding, with a desire, a longing and a rapturous passion that grew by the minute. I remember the pleasure I felt as his arms tightened around me, pulling me tight against him, refusing to separate his lips from mine, while I reciprocated that passionate kiss with total abandon. His blue eyes had darkened with desire as we parted for a moment. He called my name and kissed me again.
I had never believed in love at first sight, until now. Until I met him.
We left there and on the way back, I fell asleep on his shoulder. When he woke me up, he teased me for falling asleep.
We went to his apartment and he ordered Sushi and uncorked a bottle of wine. That's when he asked me:
-Do you believe in love at first sight?
-No. - I denied - Until I saw you for the first time.
He reached out his hand and caressed my face. And as his lips sought mine, I was flooded with desire. A silent, hidden desire to be his, to be part of him. It was as if at that party where I met him, I had found my future, as if I had belonged to that Finnish blond from the beginning, as if I had been born to be his.
-I love you - he whispered hoarsely and the words filtered through my hair, while his lips slid down my neck to my breasts and delicately opened my dress, lingering greedily on every inch of my skin, tearing faint moans from me.
We made love slowly, while the fairies and elves peeked out of the window, laughing, happy to have something new to tell.
Skin blurring together, intertwining to merge into one. Moans, heat, burning and panting. It was our desire to love. Our hips rising and falling in a whirlwind of growing passion while our breathing became more and more panting, choppy and warm.
There on that carpet modesty was set aside, playing with our emotions, as he invaded my loins, bringing me to a delicious climax, a state of total ecstasy.
After this magical and erotic moment, we couldn't tear ourselves away from each other. When it was time for each of us to go to our jobs, my mind was racing with his. When we were together, he would take me to heaven without the need to leave the room; he would make me take my feet off the floor, while tearing off my clothes with desire.
Such was our romance. We kissed with our mouths, with our eyes, with our thoughts, corrupting my soul with desire, with his thirsty lips and his avid hands caressing every inch of my skin.
Sometimes slowly and silently, sometimes panting and frantic. There was no time, there were no rules, we were just two beings loving, devoted, enjoying the pleasure of each other's company. I became a shameless woman who wiggled in front of him in all my splendor, without clothes, without shame, without taboos.
He was an unexpected blessing in my life. A wonderful man like no other and one I am sure I will never meet again; a man who made me feel unique, desired, loved, admired and beautiful. He had eyes for no one else, his love, devotion and desire, were only for me.
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Estupenda y erótica lectura escrita desde la imaginación para llevar al lector al momento de amor, entrega y frenesí. Me gustó tu lenguaje seductor, limpio pero a la vez expresando el deseo de los personajes cobijado por un sentimiento. Nada más hermoso que una relación completa de sexo con amor, tal como expresas en tu estupenda historia. Gracias por compartir tu excelente publicación. Te abrazo y te deseo éxito en el concurso, mi querida Alicia. 🤗🥰😘✨❤️
Gracias mi niña. No fue desde mi imaginación. Fue real. Lo viví cuando tenía 24 años. Fue lo más lindo y precioso que me ha tocado vivir. Su nombre era Jaakko, finlandés, ingeniero eléctrico y estaba en Venezuela por trabajo. Trabajaba haciendo mantenimiento de las grúas industriales de construcción. Subía y bajaba de ellas con una rapidez insuperable. Un mal día, se cayó desde lo más alto de una de estas grúas y tuvo 27 fracturas. No sobrevivió 😥. Pero me dejó un bello recuerdo. Me enseñó a amar y a disfrutar de la vida. Gracias por tus lindos deseos mi niña. Fuerte abrazo.
hola amiga, muy inspiradora esta historia de este amor a primera vista, es algo que se puede ver mucho en la vida real, donde algunos le puede ir bien y a otros un poco mal, pero veo que a esta joven, le fue de maravilla y al final consiguió lo que quería, saludos y suerte en el concurso
Exquisita lectura, vienen a mí muchos recuerdos vívidos con mi esposa, ya que lo nuestro encaja a la perfección en tu relato , ya que entre ella y yo hubo amor a primera vista a tal punto qué estuvimos casados 32 años, me gustó mucho tu relato, la manera en que lo abordaste es magistral, deja mucho a la imaginación para el disfrute del lector, gracias por compartir contenido ameno, interesante, creativo y de calidad, recibe mis saludos y afectos 🌹
Aaaww! Gracias!! Qué bueno que te gustó! Fue una parte hermosa de mi vida. Un abrazo fuerte!
Gracias David. Esa joven era yo misma ;)
Gracias David. Esa joven era yo misma ;)
Un relato lleno de romance, con sutiles matices que despiertan el deseo para finalmente desencadenar el amor. Hermoso.
Gracias mi niña! Viniendo de ti que eres una escritora y poetisa fenomenal, es todo un halago!
Buen trabajo, me gustó cómo describes las escenas y el deseo de los amantes, se percibe que hay romance y erotismo, tener esos dos elementos es realmente maravilloso. Fue un placer leerte y saludarte.
Gracias @ramisey. Gracias por venir a visitarme y dejarme tan bonito comentario. Es un regalo!
Que relato tan romántico, querida! Te felicito. Disfrute mucho cada detalle. Me has robado varios suspiros con esta historia.
Tengo un caso similar y ya lo comente en un post anterior , pero tengo ese deseo hacia una persona , un deseo como si siempre la hubiera conocido , un deseo inmenso por ella
Así tal cual tu post lo dice , el hecho de sentirse amado , deseado por una persona , saber que con esa persona uno puede ser tal cual como es , sin ningún tabú , pero en mi caso lo que me tiene mal es la distancia , me gusto mucho tu post y el diseño de maquetado que tiene esta genial
Saludos y feliz día
Me encanto la historia me ha dejado sin aliento mi imaginación se echó a volar. Un amor bello, limpio, al mismo tiempo seductor, erótico, apasionado. Un sin número de atributos a ese amor vivido. Lo maravilloso fue que lo supiste disfrutar a toda plenitud. Me encantan esos amores apasionados, desenfrenados que se dejan llevar por el impulso por el amor a primera vista. Solo sé que hay que vivir el momento cuando se presente. Saludos
Hola amiga @purrix
El amor a primera vista es muy cuestionado, solo los que han experiementado esta sensación lo defienden, algo que afortunadamente la protagonista de esta historia logró culmimar de forma positiva y favorable para ella.
Excelente participación amiga, exitos!