Fuente cortesía de Usuario de Pexels
Cuando vine a este mundo me sentía el más feliz de todos los seres que podían estar habitándolo. De entre todos mis hermanos, yo era el más divertido y el más astuto aunque mi hermano mayor dijera lo contrario, ya que por ser el mayor siempre quería sobresalir en todo.
Cuando nuestra madre murió, nosotros fuimos llevados a un lugar del que no conocíamos, habían muchos más de nosotros y no sólo huérfanos sino también abandonados.
Recibíamos atención, cuidados médicos y nos aseaban, un día entre tantos que éramos no encontraba a mis hermanos, recuerdo que busqué muy ansioso por todo el lugar pero no los hallé.
A los días me fui adaptando al lugar y al hecho de que ya no tenía familia pero sí muchos iguales a mí con los que podía jugar y divertirme.
Era un día lluvioso cuando la vi, ella me vio fijamente a los ojos como nunca nadie lo había hecho antes, estaba frente a mí forrada en plásticos coloridos y millones de gotas bajaban por toda su vestimenta de plástico.
Apenas si podía ver sus ojos y solo bastó verlos para darme cuenta de que me estaba dejando ver su hermoso corazón, desde ese momento me conecté a ella.
Sus padres no me veían igual, no había ni una gota de simpatía en sus ojos pero en realidad eso no me importaba, solo la quería a ella.
Después de oírla insistir tanto por mí, ellos accedieron adoptarme y sus saltos de emoción me hacían mover la cola imparablemente, ambos estábamos feliz.
En realidad yo no sabía porqué ella era tan feliz pero yo lo era por ella, hasta que me di cuenta que estaba dejando ese lugar en el que pasé muchos días y ahora me dirigía con ella a un nuevo lugar.
Supe que era mi hogar porque ella estaba ahí conmigo. Jugábamos todos los días, nos divertíamos mucho y corríamos sin parar.
Fuente cortesía de Helena Lopes
Ella me nombró Landom, sabía que ese era mi nombre y cada vez que lo escuchaba corría hacía ella apresuradamente.
En las noches sus padres no me permitían entrar a la casa así que dormía afuera en el jardín, en una casa más pequeña que poco me lograba proteger del frío.
Pero ella a escondidas de sus padres me dejaba entrar a su habitación y esas noches eran las mejores de mi vida, dormía plácidamente en su cama y sentía su corazón latir cerca del mío.
Ella era mi familia y mi hogar, tanto me quería que dejaba que la acompañara al colegio, muchas veces la defendí de algunos individuos con malas intenciones y eso hacía que ella caminara a mi lado con mucha confianza y tranquilidad, a mí me hacía el perro más orgulloso del mundo.
Un día escuché a todos llorar en casa, su mamá lloraba desconsoladamente y ella igual, así que comencé a aullar desde el jardín y ella salió, no sabía qué pasaba pero sabía que no era nada bueno.
Ella acarició mis orejas y me dijo que siempre debía ser un buen cachorro, yo no entendía nada, sólo escuchaba a sus padres llorar y veía lágrimas bajar por su rostro.
De repente comencé a ver un hombre con una bata blanca, siempre iba a la habitación de ella y cuando eso pasaba ella se quejaba mucho así que, comencé a espantarlo con mis ladridos.
Terminé encerrado en la pequeña casa del jardín, me sentía triste porque no podía defenderla ni ir a verla.
Fuente cortesía de Matheus Bertelli
Pasaron varias semanas hasta que por fin la vi salir al jardín pero ya no lucía igual aunque su rostro se iluminara al verme, pues le regalé mis mejores lamidos y los movimientos de cola más rápidos que pude dar en toda mi vida.
Ella sonreía pero se veía diferente.
Desde esa tarde en el jardín, comencé a verla muy poco, a veces salía sentada en una silla con ruedas, yo la perseguía por todo el jardín y ella reía sin parar, muchas veces se quejó de algunos dolores pero yo sólo quería jugar y divertirme a su lado.
Luego no la vi más, cuando pasaron muchas semanas comencé a ladrar, su madre un día muy molesta me soltó, corrí a su habitación pero ella no estaba.
Subí a su cama y lloraba aullando hasta que su madre llegó y al verme comenzó a llorar, por primera vez me abrazó y nos quedamos en su cama casi toda la tarde.
Todo se había vuelto gris, los días ya no eran divertidos, cada vez que escuchaba la puerta de la casa abrirse me imaginaba que era ella, pero cuando no la veía volvía a estar triste.
Su madre ya no podía conmigo, estaba grande y deprimido, no quería comer como antes, tampoco jugar ni correr, solo pasaba los días acostado esperando verla.
Su padre una noche salió al jardín enojado por mis aullidos y me gritó: "entiéndelo amigo, ella ya no va a volver nunca más". Cerró la puerta fuertemente y aunque no entendía qué pasaba trate de dormir pues sabía que debía estar en silencio.
Un día escuché a su padre decir que ya era hora y que debían dejarme ir, no sabía a qué se referían pero creía que a lo mejor me llevarían finalmente con ella.
Así que me animé, estaba nuevamente feliz y comencé a mover mi cola de sólo pensar que volvería a verla, dejé que me pusieran mi collar, ese que decía Landom.
Fuente cortesía de Johann
Me subí al coche rápidamente y muy feliz, paseamos por un largo rato hasta llegar a un lugar donde habían muchos árboles y pocas casas.
Él me bajo del coche y yo comencé a olfatear esperando hallar su olor, esperando verla.
Me pusieron una sudadera en el suelo, olía mucho a ella, así que me acosté sobre la sudadera porque añoraba su fragancia y estaba seguro que ella vendría a buscarla, la usaba casi todos los días.
El coche prendió y comenzó a moverse, yo me levanté y comencé a ladrarle para que se detuvieran, no me escucharon así que comencé a correr tras el coche pero no se detenían.
Recordé la sudadera y no podía dejarla en aquel lugar, así que indeciso fui por ella pero al regresar al camino ya no lograba ver el coche, corrí y corrí con la sudadera en mi hocico pero no logré alcanzarlos.
Ellos me habían olvidado pero estaba seguro que regresarían por mí y por la sudadera, ella la necesitaba era su favorita.
Pasaron muchas semanas, algunas veces hacía mucho calor por el día y mucho frío por las noches, comenzaba a tener hambre y algunos ruidos nocturnos me asustaban demasiado.
En el día caminaba y caminaba pensando que hallaría mi hogar pero no lograba reconocer nada.
Llegué a un parque donde habían muchos niños, algunos me hacían cariños pero sus padres me espantaban, creo que olía mal, pues hace mucho que no me bañaban.
Mis patas me dolían de tanto caminar y mi estómago por no comer. A veces me comí más de un helado que caía al suelo, eso me congelaba el cerebro pero me calmaba el dolor en la barriga.
Otras veces comía salchichas de algunos hotdogs que los niños dejaban caer y esos comenzaron a ser mis días buenos, ya que a veces no comía nada en todo un día completo.
Fuente cortesía de Helena Lopes
Encontré un gran árbol que me cubría del sol pero no tenía nada aún que me cubriera del frío nocturno así que, seguía caminando con la esperanza de encontrar algo que me protegiera del frío.
Jamás solté la sudadera, eso era lo único que me hacía soportar las frías noches, muchas veces me la intentaron quitar pero furioso no lo permitía, era mía, era lo único que tenía de ella.
Una noche varios hombres me lanzaron alcohol y se reían de mí, yo sólo quería que me dejarán en paz pero ellos me seguían, cuando intenté defenderme y escapar de ellos me comenzaron a patear.
Cuando desperté estaba muy adolorido y me quejaba del dolor pero las personas que pasaban por mi lado no me ayudaban, no podía mover mis patas traseras y no podía levantarme.
Era muy fuerte el dolor así que como pude intenté con mis patas delanteras arrastrarme hacía la sudadera, estaba del otro lado de la calle.
Poco a poco fui acercándome más a la sudadera hasta que escuché el fuerte ruido de unas llantas sobre el asfalto, estaba asustado cuando vi el coche venir hacía mí pero por más que lo intenté no podía levantarme.
El coche piso mis patas traseras terminando de herirme por completo, ya era demasiado dolor.
Aullaba sin parar y aún seguía lejos de la sudadera de ella, un hombre que pasaba cerca me tomó en sus brazos y sus ojos eran iguales a los de ella.
Sí, podía ver su buen corazón a través de su mirada y caían lágrimas de sus ojos, me colocó arriba de la sudadera y me arropó con ella.
Me subió a un coche y me llevo a un lugar parecido al que ella me solía llevar por rutina. Un hombre de bata blanca me revisó, realmente no quería que me tocara pero ya no tenía fuerzas para defenderme y la última vez que lo intenté salí muy lastimado.
Cuando me tocó aullé con mucha más fuerza de la que casi ya no tenía, había entendido porque a ella no le gustaba el hombre con bata blanca en su habitación.
En cambio, el hombre que me había llevado era bueno y amable, me acarició igual a como ella me acariciaba, tocó y vio mi collar y dijo que era un gran nombre para un gran perro, además de eso me sostuvo en sus brazos nuevamente y dijo "adiós Landom, todo estará bien", lo cierto es que no se equivocó.
Cerré mis ojos y comencé a escuchar su risa y su voz, gritaba Landom con mucha fuerza. Cuando abrí mis ojos, ella estaba ahí frente a mí.
Estaba con esa sudadera que tanto cuidé, ya no me dolían mis patas, ni mi estómago, ni mi corazón porque ella estaba ahí junto a mí.
Me acarició y la lamí como nunca antes, corrimos por muchos jardines y nunca más me aparté de su lado.
The Landom Story 🐕🦺🧍🏻♀️
Source courtesy of Usuario Pexels
When I came to this world I felt the happiest of all the beings that could be inhabiting it. Of all my siblings, I was the funniest and the most cunning, even though my older brother said otherwise, because being the eldest, he always wanted to excel in everything.
When our mother died, we were taken to a place we didn't know about, there were many more of us and not only orphans but also abandoned.
We received attention, medical care and they cleaned us, one day among so many of us I could not find my siblings, I remember that I searched anxiously all over the place but I did not find them.
After a few days I was adapting to the place and to the fact that I no longer had a family, but I had many people just like me with whom I could play and have fun.
It was a rainy day when I saw her, she looked me straight in the eyes as no one had ever done before, she was in front of me covered in colorful plastic and millions of drops were running down her plastic clothes.
I could barely see her eyes and it was enough to see them to realize that she was letting me see her beautiful heart, from that moment on I connected to her.
Her parents didn't see me the same way, there wasn't a drop of sympathy in their eyes but I didn't really care about that, I just wanted her.
After hearing her insist so much for me, they agreed to adopt me and their jumps of excitement made me wag my tail unstoppably, we were both happy.
I didn't really know why she was so happy but I was happy for her, until I realized that I was leaving that place where I spent so many days and now I was going with her to a new place.
I knew it was home because she was there with me. We played every day, had a lot of fun and ran non-stop.
Source courtesy of Helena Lopes
She named me Landom, she knew that was my name and every time she heard it I ran to her in a hurry.
At night her parents did not allow me to enter the house so I slept outside in the garden in a smaller house that did little to protect me from the cold.
But she secretly let me into her room and those nights were the best of my life, I slept peacefully in her bed and felt her heart beating close to mine.
She was my family and my home, she loved me so much that she let me accompany her to school, many times I defended her from some individuals with bad intentions and that made her walk by my side with a lot of confidence and tranquility and it made me the proudest dog in the world.
One day I heard everyone crying at home, her mom was crying inconsolably and so was she, so I started howling from the garden and she came out, I didn't know what was going on but I knew it was nothing good.
She stroked my ears and told me I should always be a good puppy, I didn't understand anything, I just heard her parents crying and saw tears streaming down her face.
Suddenly I started to see a man in a white robe, he always went to her room and when that happened she complained a lot so I started to scare him away with my barking.
I ended up locked in the little house in the garden, I felt sad because I couldn't defend her or go to see her.
Source courtesy of Matheus Bertelli
It was several weeks before I finally saw her out in the garden but she no longer looked the same although her face lit up when she saw me as I gave her my best licks and the fastest tail wags I could give her in my entire life.
She was smiling but she looked different.
From that afternoon in the garden, I began to see her very little, sometimes she would go out sitting on a chair with wheels, I would chase her all over the garden and she would laugh non-stop although many times she complained of some pains but I just wanted to play and have fun by her side.
Then I didn't see her anymore, when many weeks passed I started barking, her mother one day very upset let me go, I ran to her room but she wasn't there.
I went up to her bed and cried howling until her mother arrived and when she saw me she started to cry, for the first time she hugged me and we stayed in her bed almost all afternoon.
Everything had become gray, the days were no longer fun, every time I heard the door of the house open I imagined it was her, but when I didn't see her I was sad again.
His mother couldn't stand me anymore, I was big and depressed, I didn't want to eat like before, I didn't want to play or run, I just spent the days lying down waiting to see her.
One night his father came out to the garden angry at my howling and shouted at me: "understand my friend, she is not coming back anymore". He closed the door tightly and although I didn't understand what was going on I tried to sleep because I knew I had to be quiet.
One day I heard her father say that it was time and that they should let me go, I didn't know what they meant but I thought that maybe they would finally take me with her.
So I cheered up, I was happy again and started to wag my tail just thinking that I would see her again, I let them put my necklace on me, the one that said Landom.
Source courtesy of Johann
I got into the car quickly and very happily, we drove for a long time until we reached a place where there were many trees and few houses.
He got me out of the car and I started sniffing around hoping to find her scent, hoping to see her.
They put a sweatshirt on the ground, it smelled a lot like her, so I lay down on the sweatshirt because I was longing for her fragrance and I was sure she would come looking for it, I wore it almost every day.
The car turned on and started moving, I got up and started barking at them to stop, they didn't hear me so I started running after the car but they wouldn't stop.
I remembered the sweatshirt and I couldn't leave it in that place, so I hesitantly went for it but when I returned to the road I couldn't see the car, I ran and ran with the sweatshirt on my muzzle but I couldn't catch up with them.
They had forgotten me but I was sure they would come back for me and the sweatshirt, she needed it, it was her favorite.
Many weeks went by, sometimes it was very hot during the day and very cold at night, I started to get hungry and some night noises scared me too much.
During the day I walked and walked thinking that I would find my home but I could not recognize anything.
I arrived at a park where there were a lot of children, some of them made me cuddles but their parents scared me, I think I smelled bad, because I had not been bathed for a long time.
My legs hurt from walking so much and my stomach hurt from not eating. Sometimes I ate more than one ice cream that fell on the floor, that froze my brain but it calmed the pain in my belly.
Other times I would eat sausages from some hotdogs that the kids would drop and those started to be my good days, as sometimes I wouldn't eat anything for a whole full day.
Source courtesy of Helena Lopes
I found a big tree that covered me from the sun but I still had nothing to cover me from the cold at night so I kept walking hoping to find something that would protect me from the cold.
I never let go of my sweatshirt, that was the only thing that made me endure the cold nights, many times they tried to take it from me but furious I would not allow it, it was mine, it was the only thing I had of hers.
One night several men threw alcohol at me and laughed at me, I just wanted them to leave me alone but they followed me, when I tried to defend myself and escape they started kicking me.
When I woke up I was very sore and I was complaining about the pain but the people who passed by me did not help me, I could not move my hind legs and I could not get up.
The pain was very strong so I tried as best I could with my front legs to crawl towards the sweatshirt, it was on the other side of the street.
Little by little I got closer to the sweatshirt until I heard the loud noise of tires on the asphalt, I was scared when I saw the car coming towards me but no matter how hard I tried I couldn't get up.
The car stepped on my hind legs ending up hurting me completely, it was already too much pain.
I howled non-stop and I was still far away from her sweatshirt, a man passing by took me in his arms and his eyes were the same as hers.
Yes, I could see his good heart through his gaze and tears were falling from his eyes, he placed me on top of the sweatshirt and tucked me in with it.
She put me in a car and took me to a place similar to where she used to routinely take me. A man in a white coat checked me over, I really didn't want him to touch me but I didn't have the strength to defend myself anymore and the last time I tried I got hurt badly.
When he touched me I howled with much more strength than I almost didn't have anymore, I had understood why she didn't like the man in the white coat in her room.
Instead, the man who had taken me was good and kind, he petted me just like she petted me, he touched and saw my collar and said it was a great name for a great dog, besides that he held me in his arms again and said "bye bye Landom, everything will be ok", he was certainly not wrong.
I closed my eyes and started to hear her laugh and her voice, she was screaming Landom very loudly. When I opened my eyes, she was there in front of me.
She was in that sweatshirt I cared for so much, my paws no longer ached, nor my belly, nor my heart because she was there next to me.
She caressed me and I licked her like never before, we ran through many gardens and I never left her side again.
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Hermosa historia mi querida @rakel1406 me sacó lágrimas, me hiciste recordar a nuestros rock y doqui los animales también sufren sus penas, más aún cuando son abandonados.
Abandonados creyendo que volverán y no es así. Eso me da mucha tristeza, de niña recuerdo que decía que iba a hacer una casa enorme para todos los niños y animalitos que viven en las calles 🤭🥺☺️. Es que esas cosas siempre me ponen el corazón chiquito hasta ahora.
Besos mami @mirian-liz 💕
Que hermosa historia la de Landom ❤️
Se me puso el corazón chiquitito🥺
Pero me gustó mucho el desenlace, después de tanto que paso. 🤗
Gracias por compartirlo! ☺️
Que bueno que te gustará Mita 💕🤗 pues a mí también se me puso el corazón así mientras lo escribía ✍🏻🥺 inevitable, pero con un hermoso final. @sarybeth
Sí, creí que ese final era necesario para hacernos sentir que valió la pena que pasó el pobre Landom después de perder a su amiga.
💞☺️🐕
Así mismo Mita 💕☺️🐕🦺🧍🏻♀️ @sarybeth
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AAAA que bonita historia de verdad, pero no pude leerla toda ya que cuando lo dejaron en la carretera me puse sensible y no pude continuar, pero amé demasiado el final, felicidades! gran publicación<3
Gracias 🤗🐝 @d-rock lamento que te halla puesto sensible.... 🥺 El final es muy compensatório. Gracias además por leerme, lo aprecio mucho 🤗
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