EL BANCO DE LA PLAZA (1)
Una vez más sentado en este banco, en la mitad de este parque; los recuerdos se vuelven más lucidos mientras voy alimentando las aves con arroz, pareciera que el tiempo se distorsiona y todos los momentos vividos vienen juntos, como un río que fluye sin detenerse.
¡Señor disculpe! ¿me podría decir hacia donde está la farmacia?; tu debes ser Maria Fernanda, la nieta de Don Carmelo, ¿verdad?; Sí Señor, si soy esa misma, y ¿cómo lo supo? Yo no lo recuerdo a usted; es que eres la viva imagen de tu abuela, eres igual a Marta, nada más al verte recordé todas las veces que tus abuelos y yo veníamos aquí, a esta misma plaza, todos los domingos allá en ese escenario tocaban en vivo y bailábamos, aún yo no había conocido a mi amada Laura, así que Carmelo y yo nos peleábamos por tu abuela, al final, obviamente Marta eligió a Carmelo.
Lo lamento mucho Señor, eso sonó así como un recuerdo muy triste, ¡sabe! yo no tuve la oportunidad de conocer a mi abuela, así que gracias por esa breve historia, a mi también me gusta mucho bailar, ahora ya sé de quien lo heredé.
No, para nada, no es una historia triste, esos días con mis mejores amigos fueron los mejores, para mi Carmelo y Marta serán inolvidables, gracias a ti por hacérmelos recordar.
Disculpe, y ¿la farmacia dónde es?; Donde Laura; No no sé, tampoco sé esa dirección, ¿a que lugar se refiere?; La farmacia es de la Familia de mi amada Laura, ella vivía en esa casa, antes de que fuera farmacia era una pequeña bodega, pero Laura heredó esa chispa de su papá, Don Pedro era muy inteligente para los negocios, después de la muerte de su padre ella redirigió e invirtió y lo convirtió en la farmacia mas grande de todo este pueblo y los pueblos cercanos.
Parece que usted sabe toda la historia de este lugar; No no todas, solo las de aquellos a quienes amé con toda mi alma; Y ¿usted estuvo casado con Laura?; Quizás es lo que mas desee en esta vida, pero no, no pasó, no nos dio tiempo, ella le dedicó su vida y energía al trabajo, a su negocio, mientras yo aquí en esta plaza esperaba por ella, sabia su hora de salida, todas las tardes salia de la farmacia, pasaba la plaza para ir a aquella panadería, la de los Marquez, ella amaba esos panes dulces, a veces me adelantaba compraba algunos y la atrapaba aquí, en esta misma banca, comíamos los pansitos, y me deleitaba viéndola feliz, sonreía, sus ojos brillaban, no tengo como agradecerle a Doña Maria por esos panes tan deliciosos.
Entonces ¿la Panadería Delicias, antes se llamaba Panadería Marquez?; Sí, así mismo es; y ¿qué pasó con Laura, por qué nunca lograron estar juntos?
Mi querida, creo que se te va ser tarde, los días como hoy la farmacia cierra temprano, que tal si vas y de regreso te sigo contando; Vale, iré y regreso, espéreme aquí.
Continuará...
