Comparto algo que escribí en el servidor de Venezuelan Friends, se refiere a algo que sucedió allí y que sólo los cuatro mil peregrinos "conocen". Aquí sólo es una pequeña abstracción para venezolanos en el extranjero.
Un día más, y yo hablando solo. Mi esposa estaba "orando", pero me dijo:
—Tengo rato escuchándote. ¿Quieres saber lo que decías?
Yo le dije:
—Yo sé que yo hablo solo, pero si yo no me escucho, no creo que tú puedas entender lo que dije. Además, tú estabas orando, ¿cómo puedes escuchar lo que yo digo?
Realmente estaba pensando en lo que pasó ayer aquí. Cosas así me producen cierta hiperactividad mental que parece desbordante, como que busca un espacio en el mundo real, el mundo de los vivos.
Estaba pensando en lo que la biblia llama pasar la ofensa, que supone el entendimiento fundamental de la necesidad de eliminar la retaliación y agotar el karma, como única vía de alcanzar la paz.
En África, Nelson Mandela logró forjar una paz que era demasiado cuesta arriba, porque implicaba para algunos perdonar a personas que habían matado a su familia.
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