Fuente/Source
Español
Número 43
Ya habían pasado cuatro horas desde la última vez que algún sonido provino de la exclusa de aire, Daniel se aproximó al pequeño tragaluz, por el que se podía ver el interior de la diminuta cápsula y no logró distinguir nada.
Apanas doce horas antes todo estaba bien, el viaje transcurría como de costumbre, sólo un transporte más de partes de recambio para máquinas mineras, con destino al cinturón de asteroides de Épsilon de Escudo. Salieron de impulso para cambiar el filtro de partículas de la cabina y ahí estaba, a menos de dos mil kilómetros del lugar, un contenedor de equipaje flotando en medio de la nada.
No era común encontrar objetos flotando en el espacio, es más que seguro que, cualquier cosa que se pierda en el espacio y no sea buscada por alguien, que sepa donde buscar, jamás será encontrada, las distancias son tan grandes y el vacío tan extenso, que es menos que imposible, toparse con algo que no haya estado puesto intencionalmente ahí para ser encontrado.
No existían rutas comerciales ni públicas por aquella región, y el contenedor no era de los que podrían ser usados en el transporte de herramientas o partes de repuesto, que es lo que circulaba en la región donde se encontraban.
Llevados por la más inocente curiosidad, tras sustituir el filtro, desviaron el curso y se aproximaron al contenedor, al fin de cuentas no les haría perder mucho tiempo de viaje, sólo lo recogerían y regresarían a impulso, luego revisarían lo que había en su interior. Cuando estuvieron a distancia, extendieron el brazo de carga, lo tomaron y lo introdujeron en la bahía de carga de la nave. Retomaron su curso y entraron nuevamente en impulso espacio temporal.
Tras un par de horas de viaje, con todo funcionando como debería, los tres hombres que conformaban la tripulación decidieron revisar que habían encontrado. Se dirigieron a la bahía de carga y ahí se encontraba, en medio de los restantes contenedores, era claro que no se trataba de uno de aquellas grandes, toscas y reforzadas cajas de herramientas y repuestos, este era de material sintético, tenía un cierre hermético y media un metro de largo por cincuenta centímetros de largo y unos treinta centímetros de alto, en su superficie de color negro, no había nada que indicara su procedencia sólo un logotipo que incluía las estrellas de la constelación de Orión, tal como sería vista desde la Tierra y un gran número 43 en color amarillo.
No tenía ningún tipo de cierre de combinación o llave, Matías el operador del brazo de carga se agachó y simplemente tiró del pasador del sistema de sellado, se pudo escuchar la succión al entrar el aire al contenedor, luego automáticamente la tapa se levantó, dejando ver un extraño objeto con la apariencia de un balón negro a medio inflar, de unos veinte centímetros de diámetro y en todo el medio de la caja, rodeado de esponja de embalar, para mantenerlo en su sitio.
Los tres hombres se quedaron atónitos viendo aquella extraña cosa, no se parecía a nada que conocieran, sólo era eso, una extraña bola, del más profundo y absoluto color negro, que jamás hubiesen visto, al punto que resultaba difícil notar su forma esférica y no pensar que sólo era una especie de vacío bidimensional, en medio de la caja.
Los restantes dos hombres se inclinaron junto a Matías, aproximándose al objeto, se vieron las caras unos a otros perplejos, sin saber que hacer al respecto, entonces fue cuando Iván extendió su dedo índice y tocó con él el objeto, sintió como si presionara en lo que parecía, una esponjosa bola negra, ligeramente tibia al tacto.
Los otros dos hombres lo acompañaron tocándolo una y otra vez, y mirándose unos a otros con sonrisas y carcajadas tontas. Repentinamente el objeto ofreció resistencia a sus punzadas, como si se hubiese vuelto de piedra. Se detuvieron bruscamente, dando un salto atrás, todos al mismo tiempo, quitando las expresiones tontas de sus rostros.
La siguieron observando, pero poniendo algo de distancia entre ellos y el objeto. Entonces la cosa pareció vibrar, como si se formarán ondas en su superficie, pero era difícil decirlo dado su profundo color negro, osciló cada vez más rápido, hasta que sorpresivamente saltó, disparadas en dirección a los contenedores su la derecha.
Los tres hombres se vieron las caras, se pusieron de pie y corrieron a ver a donde había ido el objeto. Caminaron de un lado a otro buscando en los espacios entre los contenedores, hasta que al fin Iván dio un grito llamándolos, lo había encontrado en medio de dos contenedores separados por un espacio de unos diez centímetros, se había aplanado y estaba apretujado entre ambos, a unos cuarenta centímetros del exterior.
Iván, que lo había encontrado, decidió introducir el brazo para tratar de sacarlo de ahí, lo tocó y empezó a tirar de él, y tan repentinamente como antes el objeto salió disparado nuevamente, pero esta vez en dirección a Iván, arrancando, de un tajo, su brazo derecho desde el hombro.
La sangre el hombre saltó en todas las direcciones salpicando a sus compañeros, que corrieron como gallinas sin cabeza, sin saber que hacer, Iván se tiró en el piso aturdido y sin entender lo que había sucedido, Daniel, en un momento de lucidez, tomó un botiquín situado al fondo de la bahía de carga y corrió a donde se encontraba Iván, sacó un vial de analgésicos y lo aplicó con una pistola hipodérmica en el brazo sano de su compañero.
Los nanobots del cuerpo de Iván, ya había empezado a hacer su trabajo y la herida había empezado a dejar de sangrar.
Mientras Daniel se disponía a vendar la herida de Iván, Matías tomó el brazo cercenado y lo introdujo en una bolsa plástica. Matías y Daniel llevaron a Iván a la sala de hibernación, un remanente de los antiguos viajes espaciales, que aun permanecía en las naves de carga, en el caso de accidentes graves como éste, lo recostaron en la única cápsula disponible, colocaron el brazo a su lado, con la esperanza de que pudiera ser reimplantado, al llegar a destino y lo pusieron en éctasis, sería sólo por los tres días que restaban de viaje.
Habiéndose ocupado de su compañero decidieron buscar la cosa y capturarla, al regresar al área de dormitorio, contigua a la sala de hibernación, notaron que habían dejado abierta la puerta de la bahía de carga y que el objeto estaba frente a ellos, en el medio del pasillo que separaba a las dos literas, pero su anterior forma de bola había cambiado y ahora se estiraba tomando la forma de una letra S, como si de una gran oruga negra erecta, se tratara, giraba su parte superior de un lado a otro como si observara todo a su alrededor.
Los hombres se quedaron de pie viéndola y pensando como actuar, pero la cosa, criatura, ya no sabían que podía ser, saltó hacia ellos, golpeando a Matías en el pecho, azotándolo contra una de las literas y tirándolo al piso, luego rebotó en la pared tras ellos y de regreso golpeó a Daniel en el costado, quien trataba de ayudar a Matías, tirándolo también al suelo.
La criatura, cayó en medio de ambos hombres que yacían retorciéndose del dolor en el piso, y reptó hacía la salida de la habitación, donde nuevamente asumió su posición erecta y permaneció ahí aparentemente observándolos.
Daniel sentía como su corazón latía rápidamente y su costado palpitaba al mismo ritmo, supuso que tenía rotas las costillas donde lo había golpeado, se sentó en el piso y miró a Matías que parecía tener su pecho hundido por el golpe y respiraba con dificultad, mientras permanecía tendido boca arriba. Trató de arrastrarse hacia él, para ver como se encontraba, pero antes de que logrará hacerlo, la criatura saltó y rebotó en el techó, cayendo directamente sobre el rostro de Matías, rebotando dos veces sobre él antes de saltar nuevamente en dirección a la salida.
El rostro de Matías quedó triturado, la mitad de su cabeza incluyendo pedazos de su cráneo y sesos esparcidos por el piso, pared y la litera a su lado. Daniel se puso de pie de un salto y se recargó en la otra litera, miró con ojos desorbitados, a su compañero muerto y luego volteo a ver a la criatura, que permanecía viéndolo desde la entrada de la habitación.
Trató de dar un paso hacia la entrada de la sala de hibernación, pero la criatura saltó hacia él, esta vez, Daniel lo vio venir y dio un salto a un lado, esquivándolo y luego corrió hacia la entrada de la habitación y continuó hacia el pasillo que daba a la cabina.
La criatura rebotó de la pared posterior y se lanzó sobre Daniel que ya se encontraba fuera de la habitación, pero nuevamente él la vio venir y se apartó de su camino, quedando de pie junto a la entrada a uno de los compartimentos estanco, Daniel se recostó de la puerta, mientras la criatura al otro extremo de la habitación lo observaba.
El hombre estiró su mano y abrió la puerta del compartimento, en ese momento la criatura rebotó de una de las paredes del pasillo y se lanzó sobre su rostro, Daniel se agachó y la cosa cayó dentro del compartimento estanco; rápidamente Daniel cerró la puerta, dejándola atrapada dentro.
Daniel se puso de pie y miró por el tragaluz de la puerta y vio como la criatura parecía permanecer erecta en el fondo del compartimento. El hombre se dio vuelta y miró en dirección a la habitación y vio las piernas estiradas de su compañero que yacía muerto en el piso, entonces regresó a la puerta de la exclusa y activó el vació, la criatura empezó a azotarse de un lado a otro, tratando de escapar, Daniel llegó a pensar que rompería el casco exterior de la nave, pero tras unos segundos, se quedó quieta en medio de la exclusa y pareció empezar a oscilar y aumentar su tamaño, hasta que repentinamente estalló, impregnando de un líquido negro todo dentro de la exclusa incluyendo el tragaluz, impidiéndole observar el interior.
Tras cuatro horas de vacío y de no ocurrir nada en el interior de la exclusa de aire, Daniel decidió abrir la puerta exterior para que el frio del espacio congelara cualquier cosa que pudiera haber quedado en el interior; lo hizo y tras esperar unos veinte minutos más, cerró la puerta exterior, restituyó la atmósfera en la exclusa y luego abrió la puerta, dio un salto atrás, mientras se abría la puerta y esperó ver todo el interior de la exclusa impregnado de alguna sustancia negra viscosa, pero no fue así, en cambio, frente a él, una figura humanoide, completamente negra, dio un paso fuera de la exclusa, caminó hacia él, y se detuvo justo en frente.
Daniel temblaba impactado por aquello, incapaz de moverse o articular palabras, vio como frente a su rostro, la negra cabeza y rostro de aquella criatura, empezaba a cambiar de color y crecerle cabello, para luego aparecer una deforme expresión que rápidamente se tornó en un rostro conocido, Daniel se estaba observando a sí mismo en aquella criatura desconocida.
English
Number 43
It had been four hours since the last time any sound came from the airlock, Daniel approached the small skylight, through which he could see inside the tiny capsule and could not distinguish anything.
About twelve hours earlier everything was fine, the trip was going on as usual, just another transport of spare parts for mining machines, bound for the Epsilon asteroid belt of Escudo. They came out of impulse to change the cabin particulate filter and there it was, less than two thousand kilometers from the site, a luggage container floating in the middle of nowhere.
It was not common to find objects floating in space, it was more than certain that, anything lost in space and not searched for by someone, who knew where to look, would never be found, the distances were so great and the void so vast, that it was less than impossible, to come across anything that had not been intentionally placed there to be found.
There were no commercial or public roads in that region, and the container was not one of those that could be used to transport tools or spare parts, which is what circulated in the region where they were.
Driven by the most innocent curiosity, after replacing the filter, they diverted the course and approached the container, after all, it would not make them lose much travel time, they would just pick it up and return to impulse, then they would check what was inside. When they were within range, they extended the cargo arm, picked it up and inserted it into the ship's cargo bay. They resumed their course and entered space-time impulse again.
After a couple of hours of travel, with everything working as it should, the three men who made up the crew decided to check what they had found. They headed for the cargo bay and there it was, in the middle of the remaining containers, it was clear that it was not one of those large, rough and reinforced tool and spare parts boxes, this one was made of synthetic material, it had a hermetic seal and was one meter long by fifty centimeters long and about thirty centimeters high, on its black surface, there was nothing to indicate its origin only a logo that included the stars of the constellation Orion, as it would be seen from Earth and a large number 43 in yellow.
It had no combination lock or key, Matias the loading arm operator reached down and simply pulled the pin on the sealing system, suction could be heard as air entered the container, then automatically the lid lifted, revealing a strange object with the appearance of a half inflated black balloon, about twenty centimeters in diameter and all around the middle of the box, surrounded by packing sponge, to hold it in place.
The three men were stunned to see that strange thing, it was like nothing they knew, it was just that, a strange ball, of the deepest and absolute black color, that they had ever seen, to the point that it was difficult to notice its spherical shape and not think that it was just a kind of two-dimensional void, in the middle of the box.
The remaining two men leaned next to Matías, approaching the object, they looked at each other's faces perplexed, not knowing what to do about it, then it was when Iván extended his index finger and touched the object with it, he felt as if he was pressing on what seemed to be a spongy black ball, slightly warm to the touch.
The other two men accompanied him touching it again and again, and looking at each other with smiles and silly laughter. Suddenly the object offered resistance to their prodding, as if it had turned to stone. They stopped abruptly, jumping back, all at the same time, wiping the silly expressions off their faces.
They kept watching it, but putting some distance between themselves and the object. Then the thing seemed to vibrate, as if waves were forming on its surface, but it was hard to tell given its deep black color, it oscillated faster and faster, until surprisingly it jumped, shooting in the direction of the containers to their right.
The three men saw each other's faces, stood up and ran to see where the object had gone. They walked back and forth looking in the spaces between the containers, until at last Ivan gave a shout calling out to them, he had found it in the middle of two containers separated by a space of about ten centimeters, it had flattened out and was squeezed between the two, about forty centimeters from the outside.
Ivan, who had found it, decided to reach in with his arm to try to pull it out of there, touched it and began to pull it, and just as suddenly as before the object shot out again, but this time in Ivan's direction, tearing off, with a slash, his right arm from his shoulder.
The man's blood jumped in all directions splashing his companions, who ran like headless chickens, not knowing what to do, Ivan lay on the floor stunned and without understanding what had happened, Daniel, in a moment of lucidity, took a first aid kit located at the bottom of the cargo bay and ran to where Ivan was, took out a vial of painkillers and applied it with a hypodermic gun on the healthy arm of his companion.
The nanobots in Ivan's body had already begun to do their job and the wound had started to stop bleeding.
While Daniel was preparing to bandage Ivan's wound, Matias took the severed arm and placed it in a plastic bag. Matias and Daniel took Ivan to the hibernation room, a remnant of the old space travel, which still remained in the cargo ships, in the case of serious accidents like this one, they laid him down in the only capsule available, placed the arm at his side, hoping that it could be reimplanted, when they arrived at destination and put him in stasis, it would only be for the remaining three days of the trip.
Having taken care of their companion they decided to look for the thing and capture it, upon returning to the sleeping area, adjacent to the hibernation room, they noticed that they had left the door to the cargo bay open and that the object was in front of them, in the middle of the aisle that separated the two bunks, but its previous ball shape had changed and now it was stretched out taking the shape of a letter S, as if it were a large erect black caterpillar, it turned its upper part from side to side as if observing everything around it.
The men stood watching it and thinking how to act, but the thing, creature, they didn't know what it could be, jumped towards them, hitting Matias in the chest, whipping him against one of the bunks and throwing him to the floor, then bounced off the wall behind them and back hit Daniel in the side, who was trying to help Matias, throwing him to the floor as well.
The creature fell in the middle of both men who lay writhing in pain on the floor, and crawled towards the exit of the room, where it again assumed its erect position and remained there apparently watching them.
Daniel felt his heart beating fast and his side throbbing at the same rate, he guessed he had broken ribs where he had hit him, he sat down on the floor and looked at Matias who seemed to have his chest caved in from the blow and was breathing heavily, as he lay on his back. He tried to crawl towards him, to check on him, but before he could do so, the creature jumped and bounced off the roof, landing directly on Matias' face, bouncing twice on him before jumping again in the direction of the exit.
Matias' face was crushed, half of his head including pieces of his skull and brains scattered across the floor, wall and the bunk next to him. Daniel jumped to his feet and leaned on the other bunk, looked with wild eyes at his dead companion and then turned to look at the creature, who remained watching him from the entrance of the room.
He tried to take a step towards the entrance of the hibernation room, but the creature jumped towards him, this time, Daniel saw it coming and jumped to the side, dodging it and then ran towards the entrance of the room and continued towards the corridor leading to the cabin.
The creature bounced off the back wall and lunged at Daniel who was already outside the room, but again he saw it coming and moved out of its way, standing by the entrance to one of the airtight compartments, Daniel leaned against the door, while the creature at the other end of the room watched him.
The man reached out and opened the compartment door, at that moment the creature bounced off one of the walls of the hallway and launched itself at his face, Daniel ducked and the thing fell into the airtight compartment; quickly Daniel closed the door, leaving it trapped inside.
Daniel stood up and looked through the skylight in the door and watched as the creature seemed to remain erect at the bottom of the compartment. The man turned and looked in the direction of the room and saw the outstretched legs of his companion lying dead on the floor, then went back to the door of the airlock and activated the vacuum, the creature began to whip back and forth, trying to escape, Daniel came to think that it would break the outer hull of the ship, but after a few seconds, it stood still in the middle of the airlock and seemed to begin to oscillate and increase its size, until it suddenly exploded, impregnating with a black liquid everything inside the airlock including the skylight, preventing him from observing the interior.
After four hours of vacuum and nothing happening inside the airlock, Daniel decided to open the outer door so that the cold of space would freeze anything that might have been left inside; He did so and after waiting about twenty minutes more, he closed the outer door, restored the atmosphere in the airlock and then opened the door, jumped back, while the door opened and expected to see the whole inside of the airlock impregnated with some black viscous substance, but it was not so, instead, in front of him, a humanoid figure, completely black, took a step out of the airlock, walked towards him, and stopped right in front of him.
Daniel trembled in shock, unable to move or articulate words, he saw how in front of his face, the black head and face of that creature, began to change color and grow hair, and then appeared a deformed expression that quickly became a familiar face, Daniel was watching himself in that unknown creature.