Regreso a Elpis - Déjà vu / Return to Elpis - Déjà vu

in Cervantes4 years ago (edited)

computer-1339867_1280.jpg

Source/Fuente


Separador rojo.png

Español


Separador rojo.png

Regreso a Elpis

Déjà vu

Una escalofriante sensación de déjà vu, erizó la piel de Richard, nuevamente se encontraba tumbado sobre una cama, en una habitación desconocida, pero no se trataba del blanco techo con una lampara central de las habitaciones del área médica de la Elpis, donde ya había despertado una vez, cuando solitario y desconcertado, empezaría a vagar por sus fríos pasillos.

Esto era diferente, la habitación entera parecía emanar luz, una especie de fluorescencia era despedida por el techo y las paredes, generando una extrañamente cálida y agradable iluminación, que tenía un peculiar efecto reconfortante y que contrastaba con la fría austeridad que ocasionaba la completa ausencia de mobiliario o equipamiento en el recinto, sólo la cama, donde se encontraba y una alargada y estrecha silueta rectangular dibujada en la pared, que asumió se trataba de una puerta, eran las únicas cosas que se diferenciaban de los satinados muros.

Trató de incorporarse, pero su cuerpo no le respondía, apenas podía girar su cuello un poco de un lado a otro, lo sentía entumecido y extraño, era como si sus fuerzas le hubiesen abandonado. Imposibilitado de levantarse, trató de gritar, sólo para darse cuenta de que algo estaba colocado sobre su boca y no podía emitir ningún sonido. No sabía dónde se encontraba, obviamente esta no era la Elpis, pero sentía una extraña sensación de familiaridad, que parecía no corresponderse con el lugar donde estaba.

Escuchó un sonido de succión, tras lo cual, la silueta de la pared, dejó entre ver una brillante luz a través de su casi invisible contorno, para luego, deslizarse hacia un costado, dejando entrar todo un enceguecedor torrente, en medio del cual se pudo distinguir una contorneada y hermosa figura femenina, que lentamente caminó hacía él, dejando así ver con claridad una suave y tersa superficie blanca, diferente al frio acrílico de los androides que conocía. Más aun, su cuerpo era casi perfectamente igual al de una mujer, por lo que su pálida desnudez, aún cuando agradaba a la vista, resultaba incómoda.

Luego de que su habitual morbo fue satisfecho, Richard detalló la cara de aquel robot, si bien no hacía juego con lo hermosamente detallado del cuerpo, mostraba unas facciones delicadas y agradables a la vista, que diferían de lo que conocía de su amiga OLIMPIA, con su panel plano y simulación de rostro.

―Saludos Richard, parece que estamos condenados a encontrarnos siempre en la misma situación ―dijo la androide.

Los ojos de Richard se abrieron como dos platos, y sus labios temblaron al escuchar aquella voz, que junto a la de SÓCRATES, habían sido su compañía, por casi cuarenta años, antes de que decidieran que, lo mejor para él, era entrar en la cápsula de estasis criogénico.

Trató de gritar su nombre, pero no pudo. Era OLIMPIA, por más sorprendente que pareciera, aquella delicada androide, era OLIMPIA. Nuevamente intentó moverse, pero le fue imposible, sintió sus ojos humedecerse y sus labios trataron de esbozar una sonrisa, bajo lo que sea que los estuviera cubriendo.

―Sí Richard, soy yo, veo que pudiste reconocerme ―dijo la clara y vibrante voz de aquella OLIMPIA ―. Fui renovada, pero aún conservo mis recuerdos y programación original, aunque mi matriz neural fue renovada. Sin embargo, creo que eso no es lo que más te impresiona de mi cambió.

OLIMPIA, se aproximó a su lado, y desde su posición recostada, le pareció que era más alta de lo que solía ser, sentía su cabeza dar vueltas, como si se despertara de un muy largo sueño, lo que pensó, era absurdamente obvio.

―Aun no te has repuesto por completo ―explicó OLIMPIA, en un tono más dulce de lo que acostumbraba ―. Tu cuerpo se deterioró mucho durante el tiempo que estuviste en estasis. Ese proceso fue creado para viajes espaciales largos, pero nada que durase más de mil años y tú ya habías pasado más de ochocientos en esa cápsula cuando nos conocimos.

Las palabras de OLIMPIA parecían expresar su preocupación, lo que se antojó absurdo a Richard, acostumbrado a la parca y carente de emociones androide.

―Tus órganos internos resultaron gravemente dañados y perdiste mucha masa ósea, por lo que tus huesos se hicieron muy quebradizos… ―siguió explicando, ante la mirada ausente de Richard, cuya mente no paraba de divagar ―. No tuvieron medios para restaurar los daños ―continuó con voz temblorosa.

"¿Tuvieron?", pensó Richard, que hasta ahora no se había sentido intrigado por su nuevo destino, "¿Dónde estaba?", "¿Qué era este lugar?", "¿Quiénes eran sus benefactores?"

―El caso es Richard, que no pudieron restaurar tu cuerpo, como hicieron con el mío ―continuó, OLIMPIA, que, ante la mirada incrédula de Richard, pareció dejar escapar unas lágrimas ―. Así que… ―hizo un pausa ―. Te dieron uno nuevo.

Texto de @amart29 Barcelona, Venezuela, agosto de 2020


Separador rojo.png

English


Separador rojo.png

Return to Elpis

Déjà vu

A chilling sensation of déjà vu ruffled Richard's feathers, he was once again lying on a bed in an unfamiliar room, but this was not the white ceiling with a central lamp of the rooms in the Elpis medical area, where he had already woken up once, when alone and bewildered, he would start wandering through its cold corridors.

This was different, the whole room seemed to emanate light, a kind of fluorescence was thrown off by the ceiling and walls, generating a strangely warm and pleasant illumination, which had a peculiarly comforting effect, contrasting with the cold austerity caused by the complete absence of furniture or equipment in the enclosure, only the bed where he was lying and a long, narrow rectangular silhouette drawn on the wall which he assumed was a door, were the only things which differed from the satin walls.

He tried to get up, but his body did not respond, he could hardly turn his neck a little from side to side and he felt numb and strange, it was as if his strength had left him. Unable to get up, he tried to scream, only to find that something was placed over his mouth and he could not make a sound. He did not know where he was, obviously this was not the Elpis, but he felt a strange sense of familiarity, which did not seem to correspond to where he was.

He heard a sucking sound, after which the silhouette of the wall let a bright light shine through its almost invisible outline, and then it slid sideways, letting a whole blinding torrent enter, in the middle of which a beautiful, contoured female figure could be made out, slowly walking towards him, thus revealing clearly a soft, smooth white surface, different from the cold acrylic of the androids he knew. Moreover, her body was almost perfectly equal to that of a woman, so that her pale nudity, even when pleasing to the eye, was uncomfortable.

After his usual morbidity was satisfied, Richard detailed the face of that robot, although it did not match the beautiful detail of the body, it showed some delicate and pleasant features to the eye, which differed from what he knew from his friend OLYMPIA, with its flat panel and face simulation.

-Greetings Richard, it seems we are doomed to be in the same situation all the time -said the android.

Richard's eyes opened like two plates, and his lips quivered at the sound of that voice, which along with SOCRATES, had been his company, for nearly forty years, before they decided that the best thing for him was to enter the cryogenic stasis capsule.

He tried to call out her name, but he couldn't. It was OLYMPIA, as surprising as it seemed, that delicate android, it was OLYMPIA. Again he tried to move, but it was impossible, he felt his eyes wetting and his lips trying to outline a smile, under whatever was covering them.

-Yes Richard, it's me, I see you could recognize me, -said the clear and vibrant voice of that OLYMPIA -. I was renewed, but I still have my memories and original programming, although my neural matrix was renewed. However, I think that is not what impresses you most about my change.

OLYMPIA, came close to him, and from her lying position, she seemed to him to be taller than she used to be, he felt his head spinning, as if waking up from a very long sleep, which he thought, was absurdly obvious.

-You haven't quite recovered yet, -explained OLYMPIA, in a sweeter tone than usual -. Your body deteriorated greatly during the time you were in stasis. That process was created for long space travel, but nothing that lasted more than a thousand years, and you had already spent more than eight hundred years in that capsule when we met.

OLYMPIA's words seemed to express her concern, which seemed absurd to Richard, who was used to the frugal and unemotional android.

-Your internal organs were badly damaged and you lost a lot of bone mass, so your bones became very brittle, -she continued, explaining, to the absent gaze of Richard, whose mind kept wandering -. They had no means of restoring the damage, -she continued in a trembling voice.

"Had they?", thought Richard, who until now had not been intrigued by his new destiny, "Where was he?", "What was this place?", "Who were his benefactors?"

-The thing is Richard, they couldn't restore your body, as they did mine, continued OLYMPIA, who, under Richard's incredulous gaze, seemed to shed a few tears -. So... -she paused -. They gave you a new one.

Text of @amart29 Barcelona, Venezuela, August 2020


Separador rojo.png

Otros relatos de la serie Regreso a Elpis


Separador rojo.png

Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima


Thank you all for visiting my publication, I hope your comments and I appreciate your support, until next time


Separador rojo.png