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Español
Regreso al Halo (parte 19)
―Un equipo de técnicos forenses y arqueólogos se encargó de retirar el cuerpo ―explicó Petersen, tomando aliento ―. Como ese, encontramos otros doce dentro de aquella habitación.
―¿Estamos hablando de los mismos alienígenas que nos han atacado? ―preguntó Sorensen.
―Quiero pensar que no, porque si son capaces de hacer a sus propios congéneres, lo que le sufrieron aquellos cadáveres, no me gustaría averiguar lo que le podrían hacer a una especie diferente ―respondió Petersen.
Los cuerpos fueron llevados a un área del laboratorio, habilitada específicamente, con una atmósfera que igualaba a la del interior de las celdas donde estaban preservados.
Las criaturas tenían entre metro y medio y un metro setenta, su cuerpo, completamente recubierto por un delgado, pero resistente exoesqueleto de color rojizo, tenía seis extremidades, de las cuales, cuatro salían de lo que debía ser la parte inferior, asemejando las piernas humanas, pero formando dos pares, uno a cada lado del cuerpo.
Las restantes dos extremidades eran lo que podría entenderse como un par de brazos, pero que, en lugar de salir a los lados del cuerpo, parecían salir hacia el frente desde lo que podría ser la cintura, unos veinte centímetros por sobre el nivel del que surgían sus cuatro piernas.
El cuerpo acababa en una cabeza redondeada con dos grandes ojos facetados y una boca en forma de pico, como el de un oso hormiguero y en su espalda tenían dos pares de casi alas casi trasparentes, con articulaciones que sugerían ser plegables y que en todos los cuerpos se encontraban prácticamente desechas, pero que, según las estimaciones hechas por los forenses, debieron tener, al menos, dos y medio metros de envergadura el par más largo y dos metros el más corto.
Todos los cuerpos se encontraban mutilados, y mostraban lo que eran evidentes deformaciones, además de tener implantados dispositivos biosintéticos cuyo propósito era desconocido. Y en lo que pareció una muestra del mayor sadismo, uno de los cuerpos tenia adherido con lo que parecían suturas hechas de platino, el cuerpo de otro individuo de menor tamaño, presumiblemente un infante, a manera de mochila, en el espacio entre donde deberías estar sus alas, que habían sido amputadas, y las terminaciones nerviosas del individuo más pequeño habían sido acopladas al cerebro del mayor.
Los cuerpos estaban constituidos por una bioquímica basada en el boro, al igual que varios agentes patógenos, que se habían descubierto en otros laboratorios de las instalaciones, los cuales también fueron encontrados en algunos de los cuerpos, por lo que se dedujo que habían sido infectados con ellos.
―Tienen que entender que yo no soy astrobiologo, ni virólogo, así que no puedo hablarle con propiedad de que se trataba todo aquello, pero los reportes hablaban de la peligrosidad de los patógenos, resultaban completamente inocuos para los humanos, por un lado, no podrían sobrevivir en una atmósfera como la nuestra, además no había forma de que las cadenas proteicas basadas en boro se acoplaran a nuestras células para afectarlas ―explicaba Petersen ―. Pero en el caso de los alienígenas que hallamos en aquel lugar, estas cadenas proteicas resultaban terriblemente agresivas, llegando a causar deformaciones terribles en poco tiempo, además de atacar el sistema nervioso, provocando un intenso dolor, para finalmente destruir los órganos internos de quien lo porta.
“Lo más temible de esto, es que, potencialmente uno de estos patógenos podría infectar la población de una ciudad grande en pocas semanas, pueden trasmitirse por diversos mecanismos, pues se reproducen con mucha facilidad y sobreviven casi sobre cualquier superficie o en medios líquidos y gaseosos, y por su agresividad y variabilidad la mortalidad llegaría a por lo menos un ochenta por ciento de los afectado. Podrían aniquilar a una especie fácilmente”
―Sin embargo, usted dice que los expertos indicaron que no hay posibilidad de que estos patógenos afecten a los humanos ―dijo Sorensen.
―Así es señor ―respondió Petersen
―Si me lo permite señor presidente ―interrumpió el vicealmirante Almeida ―. La cuestión no es si el patógeno es capaz de afectar o no a los humanos ―dijo ―. La cuestión es que por algún lugar hay alienígenas hostiles experimentando con patógenos capaces de matar a toda una especie y que no sabemos si en este momento tienen en sus manos algo para acabar con la nuestra.
―Con su permiso vicealmirante ―dijo Petersen ―. Para ello necesitan tener acceso a células humanas, a nuestro código genético, y según sé, nunca han tomado un prisionero humano.
―Eso no es completamente cierto doctor Petersen ―continuó Almeida ―. Pero usted no puede saberlo, pues se trata de una información que fue mantenida oculta del público, por lo delicado de su naturaleza ―explicó ―. Pero el primer contacto que tuvimos con ellos, fue después de que aniquilaron a una parte de la flota de Andrómeda.
―Pero la flota de Andrómeda está perdida en las inmediaciones del bulbo galáctico, según tengo entendido ―dijo Petersen.
―Así es doctor ―dijo Sorensen ―. Pero por alguna razón que desconocemos, la flota se separó en algún punto del brazo de Norma y una fracción de ella tomó ruta al halo galáctico y tal parece que fueron ellos los que en realidad hicieron el primer contacto humano con estos alienígenas.
―Eso es increíble.
―Pero así fue como ocurrió, y fue cientos o miles de años antes que nosotros ―dijo Almeida ―. Es decir que, han tenido tiempo más que suficiente para crear algo que sea capaz de borrar nuestra existencia del universo.
Oliver se puso de pie y miró en dirección al sol que se ponía en el horizonte, podía sentir en su rostro la briza marina y escuchar el rumor del mar. Se sentía gratamente reconfortado en aquel lugar, lejos de las tribulaciones que se avecinaban. Un destello en su campo visual, le señaló que era requerido en el puente.
―JULIA, detén la simulación ―dijo en voz alta.
El sol, el mar y todo lo que lo rodeaba, se desvaneció frente a sus ojos en una nube de datos, nuevamente se encontraba en su despacho, de pie frente a su escritorio y de espaldas a la puerta, se dio vuelta y salió al pasillo en dirección al puente.
El acorazado Radamantis, pronto debía estar arribando a destino, una parte de la flota, se dirigía al planeta devastado que era el cuarto nodo en importancia de la red de los cristalodermos, la navegación entre el cúmulo globular había tardado más de lo estimado; pero pronto estarían en su destino, y en persona conocerían a una nueva especie alienígena inteligente.
English
Return to the Halo (part 19)
-A team of forensic technicians and archaeologists removed the body, - Petersen explained, catching his breath -. Like that one, we found twelve others inside that room.
-Are we talking about the same aliens that attacked us? -Sorensen asked.
-I'd like to think not, because if they are capable of doing to their own kind what those corpses suffered, I wouldn't want to find out what they could do to a different species, - Petersen answered.
The bodies were taken to an area of the laboratory, specifically enabled, with an atmosphere that matched that of the interior of the cells where they were preserved.
The creatures were between five and a half and six feet, their bodies, completely covered by a thin but tough reddish exoskeleton, had six limbs, four of which protruded from what must have been the underside, resembling human legs, but forming two pairs, one on each side of the body.
The remaining two limbs were what might be understood as a pair of arms, but which, instead of coming out at the sides of the body, seemed to come out to the front from what might be the waist, about twenty centimeters above the level from which its four legs emerged.
The body ended in a rounded head with two large faceted eyes and a beak-shaped mouth, like that of an anteater, and on its back were two pairs of almost transparent wings, with joints that suggested they were folding and that in all the bodies were practically unattached, but that, according to the estimates made by the forensic experts, must have had at least two and a half meters of wingspan for the longest pair and two meters for the shortest.
All the bodies were mutilated, and showed what were obvious deformities, as well as having implanted biosynthetic devices whose purpose was unknown. And in what appeared to be a display of the greatest sadism, one of the bodies had attached with what looked like platinum sutures, the body of another smaller individual, presumably an infant, as a backpack, in the space between where its wings should be, which had been amputated, and the nerve endings of the smaller individual had been attached to the brain of the larger one.
The bodies were made up of boron-based biochemistry, as were various pathogens, which had been discovered in other laboratories in the facility, which were also found in some of the bodies, so it was deduced that they had been infected with them.
-You have to understand that I am not an astrobiologist, nor a virologist, so I can't speak to you properly what it was all about, but the reports spoke of the dangerousness of the pathogens, they were completely harmless to humans, for one thing, they could not survive in an atmosphere like ours, plus there was no way for the boron-based protein chains to attach to our cells to affect them - Petersen explained -. But in the case of the aliens we found there, these protein chains were terribly aggressive, causing terrible deformations in a short time, as well as attacking the nervous system, causing intense pain, and finally destroying the internal organs of the bearer.
"The most frightening thing about this is that potentially one of these pathogens could infect the population of a large city in a few weeks, they can be transmitted by various mechanisms, as they reproduce very easily and survive on almost any surface or in liquid and gaseous media, and because of their aggressiveness and variability, mortality would reach at least eighty percent of those affected. They could easily wipe out a species."
-However, you say that the experts indicated that there is no possibility of these pathogens affecting humans, - said Sorensen.
-That's right, sir -Responded Petersen.
-If I may, Mr. Chairman -interrupted Vice Admiral Almeida -. The question is not whether or not the pathogen is capable of affecting humans -he said-. The question is that somewhere out there there are hostile aliens experimenting with pathogens capable of killing an entire species and we don't know if they have something in their hands right now to wipe out ours.
-With your permission, Vice Admiral - said Petersen -. To do that they need access to human cells, to our genetic code, and as far as I know, they have never taken a human prisoner.
-That is not entirely true, Dr. Petersen - Almeida continued -.But you can't know that, because it is information that was kept hidden from the public, due to its sensitive nature -he explained-. But the first contact we had with them was after they annihilated part of the Andromeda fleet.
-But the Andromeda fleet is lost in the vicinity of the galactic bulb, as I understand - said Petersen.
-That's right doctor -said Sorensen-. But for some unknown reason, the fleet broke up somewhere in Norma's arm and a fraction of it took route to the galactic halo and it looks like they were the ones who actually made the first human contact with these aliens.
-That's unbelievable.
-But that's how it happened, and it was hundreds or thousands of years before us - said Almeida -. That is to say, they've had more than enough time to create something that is capable of erasing our existence from the universe.
Oliver stood up and looked in the direction of the sun setting on the horizon, he could feel the sea breeze on his face and hear the murmur of the sea. He felt pleasantly comforted in that place, away from the tribulations ahead. A flash in his field of vision signaled that he was wanted on the bridge.
-JULIA, stop the simulation - he said aloud.
The sun, the sea and everything around him, faded before his eyes in a cloud of data, he was in his office again, standing in front of his desk with his back to the door, he turned and walked out into the corridor towards the bridge.
The battleship Radamantis, soon should be arriving at destination, a part of the fleet, was heading to the devastated planet that was the fourth most important node in the network of crystalloderms, navigation between the globular cluster had taken longer than estimated; but soon they would be at their destination, and in person they would meet a new intelligent alien species.
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