MICROCUENTOS: POR ESCAPAR DEL TORO: Se montó en un tronco espinoso.

Hay historias que uno cuenta que parecen graciosas pero en realidad para quien vivió el mal rato no lo es tanto. Un ejemplo de esto es Josefina que en uno de sus viajes a San José vivió una experiencia que la marcaría para el resto de su vida. Para nosotros es gracioso pero pobre Josefina.

En aquellos años de su juventud, estando en la casa de sus parientes la mandaron a ella y a una prima a comprar unas viandas y ellas van por el camino de siempre muy tranquilas y conversando de todo un poco.
Pero quien se iba a esperar que se hubiera escapado un toro de una finca cercana.
El toro las encontró y las persiguió hasta que no tuvieron más escapatoria que montarse en una mata altísima.
El toro iba y venía, daba vueltas al tronco y con sus enormes cuernos señalaba malévolamente. Resoplaba y gruñía y sus ojos no dejaban de observar la manera de alcanzarlas
Josefina no sabe cuánto tiempo pasó montada allí hasta que a su prima se le ocurrió llamar a gritos hasta que alguien la escuchó.
Prontamente dieron alarma a los dueños del toro y vinieron a buscarlo para llevárselo.
Cuando el toro ya no representaba un peligro Josefina y su prima se dieron cuenta de que se habían encaramado en una mata no solo altísima sino que estaba llena de espinas como garras por todos lados.

Hace un momento hablaba de cosas que marcan a la gente por el resto de sus vidas ¿Sabes por qué? Porque Josefina aún sueña con un toro enorme que le hace cosquillas en las axilas con sus afilados cuernos.

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