Saludos y sean todos bienvenidos a la lectura del presente artículo relacionado con el moriche. Muchos se preguntarán qué cosa es esa, moriche. Ese es el fruto de una palma que crece mucho en zonas cercanas a los ríos en la parte suroriental de Venezuela y que ha sido aprovechada en su totalidad por las personas que conocen sus bondades. Desde pequeño mis vacaciones escolares eran las vías del campo, un pequeño asentamiento donde los frutos de la palma silvestre era trabajaba con diversidad.
Los indígenas ubicados en el Delta del Orinoco deben su economía gracias a la explotación de esta planta. En la actualidad se han realizado diversos documentales relacionados con el trabajo con moriche. También esta palma se puede ubicar en zona del estado Anzoátegui cuyo trabajo se realiza con menor proporción.
Recuerdo que desde muy pequeño las vacaciones escolares las pasaba en esa zona donde hacíamos muchas cosas. Luego de un arduo día desde muy temprano, llegada las seis de la
tarde y con ella los vecinos, se colocaba un mechuzo y con eso se alumbraba, ya que en aquellos días aún no había llegado la energía eléctrica.
Mi abuela nos contaba cómo su papá hacia el vino de moriche y hasta sacaba una harina aprovechando los tallos caídos.
La hoja de la palma es muy usada para la realización de techos para churuatas y bohíos indígenas. También la artesanía es muy peculiar en la zona usando la hoja. Un detalle muy importante es el chinchorro de moriche el cual brindo el abastecimiento a muchos hogares. En ocasiones salíamos a los morichales donde era seleccionada aquella que no abría a la que llamaban el cogollo. Este era llevado a casa donde con una destreza muy peculiar era deshebrada. Estas hebras se hervían y se peinaba, se ponían a secar al sol. Se torcían metros y metros en la pierna de la abuela. Se le quitaba las mechas para luego armar el telar seguidamente se armada el tejido del chinchorro para irse a la venta. Un gran trabajo desde una semana atrás cuando fuimos buscar los cogollos.
