Viviendo en la plena agonía que tú incesante culpa no logro comprender las razones ni circunstancias que me hicieron dejarte de amar, es por eso que me culpas sin cesar, ahora con todas las fuerzas y sin culpa te digo:

¿Para qué me quieras culpar?

Reflexiona desde dentro de ese gran pensamiento, ese que todavía debe recordar ese gran amor vivido en tiempos pasados, y que quizás logres entender lo importante que tú eras para mí, y es que acaso no recuerdas ya las veces que sentí morir por no tener la dulce miel que me proporcionaban tus besos.

Así como muchas cosas de esta corta vida, te vi marchar y viéndote partir no lo pude evitar, sentí mi corazón resquebrajado y por muchas veces que fracase y me desespere finalmente lo logré en ese último intento. Tú me dejaste a mí como aquel noble jardinero que por razones desconocidas deja de regar el jardín, por eso te digo que es preferible que me sientas como ese jardín donde en él solo quedan ya pétalos de cuyas rosas ya han muerto.

Por inexplicable que sea mi dolor no puedo mentirte, por lo que confieso ante ti y el mundo entero que:

"Prefiero nunca mentir, no puedo decir que realmente no te amaba, para qué, si realmente eso no es cierto, es más el poder decir que no te amaba es como decir que la tierra es única existencialmente en el universo, y que Gabriel García Márquez nunca hubiese ganado el premio nobel de literatura."

Otra cosa que me duele pero lo reconozco, es que junto a nuestro amor pasado forje todo un mundo muy lleno de ilusiones y que por hoy por más que trato de olvidar reconozco que fue un pasado lleno de mentiras.

Si me preguntarán a quien quise con el alma, de seguro dijera que a alguien que a pesar de no merecer mi amor, hoy por hoy puedo decir que sigue siendo la mujer que más he amado, y que seguirla amando más no puedo. En esa fugaz despedida yo mismo me encargue de que pudieras volar más alto que cualquier nube hacia la montaña más alta a donde yo ni nadie pueda encontrarte.

Incluso si logras bajar así como bajan las nubes cuando el tiempo es claro y convincente, déjame decirte que quizás ya sea muy tarde pues ya de aquel amor tan grande no queda sino los recuerdos de un conjunto de cosas que no lograran unificar ni devolvernos ese gran amor.

Por si quieres encontrar un noble consuelo te digo:

No hay nadie que pueda amar más que el presunto creador, aquel que se dice que en la cruz murió y que fue quien nos creó y todavía así sentimos que por nuestra desobediencia puede darnos la espalda, y yo como no soy Dios te digo que así como sin todo o sin nada te suplico que aceptes este gran adiós.

Si no es por otra cosa más que por un perdón, déjame decirte que no puedo perdonarte, por que lo más posible es que si estés arrepentida, pero volver contigo no puedo, jamás lo podré hacer, no dudes que en nuestros mejores tiempos te amé, pero hoy ya no queda nada de lo que significó aquel amor tan grande del que estoy seguro hoy quieres recordar cuando ya lastimosamente no existe nada que se pueda reparar.