Cervantes Ciencia Vol. 122 p. 1-2

in Cervantes2 years ago (edited)

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Cuando se piensa en abejas (tribu Apini), es probable que lo que se visualice en la mente sea abejas recolectando néctar y polen en flores. Aunque esto es cierto, ya que existen abejas que solo se alimentan de néctar y polen, en la naturaleza suele haber excepciones.


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@capp


Hay abejas sin aguijón (tribu Meliponini) que también se alimentan de néctar y polen, pero existen otras que son facultativamente necrófagas, es decir, consumen cadáveres frescos de animales cuando están disponibles, pero también buscan néctar y polen.


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@capp


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@capp


También hay abejas sin aguijón que son necrófagas obligatorias, de éstas se ha documentado sobre tres especies: Trigona hypogeaTrigona crassipes y Trigona necrophaga. Los necrófagos obligados T. hypogea y T. necrophaga parece evitan por completo las flores, obteniendo en su lugar carbohidratos de nectarios extraflorales y frutos, y proteínas de cadáveres de vertebrados. A las abejas que han vuelto completamente a un estilo de vida necrófago, dependiendo de la carroña para obtener proteínas y renunciando por completo a visitar las flores, se les conoce con el nombre de abejas "buitre".


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Imagen04-Figueroa et al. (2021) CC BY 4.0


Por otro lado, la dieta y la microbiota intestinal están estrechamente relacionadas a corto y largo plazo. Los cambios en la dieta pueden alterar la microbiota, mientras que los microbios, a su vez, permiten a los huéspedes acceder a nuevas dietas.

En tal sentido, para mayor claridad, curiosamente comentar, que existe un paralelismo en los mamíferos, donde tanto los herbívoros como los carnívoros albergan linajes bacterianos especializados, a diferencia de los omnívoros, que no tienen bacterias especializadas y en cambio albergan una combinación de grupos bacterianos tanto de herbívoros como de carnívoros.


Con relación a todo lo anterior, recientemente se encontraron pruebas de que la reversión a un estilo de vida carnívoro de la abeja necrófaga obligada T. necrophaga tuvo profundas consecuencias para su microbiota. El cambio de dieta implicó la retención de algunos microbios básicos ancestrales, así como la adquisición de nuevas bacterias ácido lácticas y ácido acéticas. Es probable que el cambio extremo de la dieta, del polen a la carroña, facilitó o provocó la nueva composición de su microbiota, como también que la nueva microbiota proporcione nuevas funciones a su huésped.


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En general, el hallazgo sugiere que la microbiota de la abeja "buitre", T. necrophaga, se ha adaptado a la dieta del huésped mediante una combinación de posible adaptación de algunos microbios ancestrales, reclutamiento de nuevos simbiontes y pérdida de algunos microbios ancestrales.


Referencia Bibliográfica

Figueroa, L. L.; Maccaro, J. J.; Krichilsky, E.; Yanega, D. & McFrederick, Q. S. 2021.Why did the bee eat the chicken? Symbiont gain, loss, and retention in the vulture bee microbiome. mBio. 12 (6): e02317-21.
https://doi.org/10.1128/mBio.02317-21


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Exelente aporte, muchas veces pensamos que más abejas solo hacen miel, ignorando el aporte que brindan a nuestro medio ambiente. Bendiciones.