3 años leyendo libros de autoayuda

in Cervantes5 years ago

   ¡Hola! Me avergüenza decir que hace mucho que no compartía en la comunidad de Cervantes -mis disculpas por eso-; pero hay que admitirlo.

   Sin embargo en esta ocasión he querido regresar porque últimamente he estado pensado retomar mi redacción de posts reflexivos en los que intento aportar valor al lector; y como antes el destino predeterminado para estos posts era la comunidad de Cervantes, se me hizo bonito volver a publicar aquí. Además me interesa porque sé que en esta comunidad habrá más hispanos a los que podré llegar con mis palabras que en otras comunidades. Y también me interesa que los curadores de aquí, por hablar español, sí evalúan la ortografía y la gramática, lo que para mí es muy importante para la calidad de un post y que he visto que en otras comunidades no evalúan tanto.

   Pero bien, sin alargar más esta introducción, es para mí un placer estar de vuelta y a continuación les dejo con mi historia después de tres años leyendo libros de autoayuda y lo que he aprendido. ¡Espero le guste!

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3 años leyendo libros de autoayuda

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   No digamos solo libros de “autoayuda”, pues no solo he leído libros que reforzaron mi estabilidad mental y emocional, sino también obras de relaciones humanas, de productividad, de finanzas personales, de ventas y hasta de emprendimiento. Y es innegable que gracias a todo este estudio he desarrollado un nivel de madurez que probablemente me habría tomado más tiempo alcanzar por mi propia cuenta. Y es que la magia de estos libros de no-ficción es que son una recopilación que sus autores han hecho de los aprendizajes de sus experiencias, y nos la comparten en sus escritos para que aprendamos en menos tiempo lo que a ellos les tomó años aprender.

   Pero aprender tanto en tan poco tiempo, y siendo tan joven, me hizo caer en una percepción errónea de las cosas. Empecé a tener expectativas altas y cada vez más altas, lo que me llevó numerosas veces a ser muy duro conmigo mismo cuando no las cumplía.

   Recuerdo que al principio quería ser positivo y alegre todo el tiempo, 24/7; pero cuando no lo lograba, y me descubría siendo inseguro sobre algo, poco optimista o simplemente estando desanimado, me auto-sermoneaba con que lo estaba haciendo mal y que así no era como se comportaban mis autores. Eso por supuesto me generaba culpa y decepción por no cumplir con mis altas expectativas.

   Recuerdo también que cuando empecé con los libros de relaciones humanas, me propuse ser diez veces más sociable y agradable con los demás de la noche a la mañana. Y por supuesto que también la pasé mal cuando no cumplí con eso. La menor desconsideración, descortesía o aparente falta de respeto hacia los demás, me hacía sentir egoísta, mala persona y que fracasaba en impulsar mi desenvolvimiento social.

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   De igual manera me pasó con las finanzas personales: busqué triplicar mis ingresos en tres meses y fracasé; con la productividad: busqué ser productivo cada minuto del día, pero a pesar de que sí me volví más productivo, nunca era suficiente para mí, lo que me llevó de nuevo al sentimiento de fracaso; con la psicología, las ventas y las neuro-ventas: creí tener el poder de manipular a las personas para que actuaran según mi beneficio y, aunque no me fue tan mal, me volví alguien poco transparente, manipulador, pretencioso y poco ético y eso igual me hizo sentir que era un perdedor; con el emprendimiento: quise tener un éxito descomunal en solo tres meses poniendo en práctica mis ideas súper innovadoras, pero me estrellé nuevamente contra la enorme y sólida pared de la realidad, que no es tan simple como la realidad de nuestras cabezas a veces es.

   Y así, mi apreciado lector, es como fueron mis primeros meses y años aprendiendo de los libros.

   Pero no todo fue malo. La verdad es que, a pesar de que he tropezado, he aprendido muy buenas lecciones de esos tropiezos. Y al final sí que me he vuelto más capaz en cada uno de los aspectos mencionados.

   Y como una pequeña auto-congratulación, he escrito este post para contarte mi historia con los libros y al final tomarme un poco de autoridad, en base a mi breve experiencia, para enumerarte unas cuantas de las lecciones más importantes que he aprendido, con la esperanza de que puedan serte de utilidad. Son las siguientes:

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   1. No seas tan duro contigo mismo. A veces solemos ser muy duros con nosotros mismos cuando sentimos que fallamos en algo o cuando las cosas no nos salen bien; pero esto no logra más que desanimarnos, desmotivarnos y a veces hasta generarnos mal humor. No te amonestes tanto, mañana será otro día.

   2. Céntrate en lo que puedes controlar y deja a un lado lo que no. A veces nos frustramos por cómo resultan las cosas, porque creemos que tenemos el control de los resultados; pero eso muy pocas veces es así. La verdad es que lo único que podemos controlar al cien por ciento, es lo que hacemos, las causas. Las consecuencias suelen estar fuera de nuestro control, por eso frustrarnos por los resultados no vale la pena, es mejor centrarnos en lo que podemos controlar, hacerlo lo mejor posible y no preocuparnos tanto por lo que pasará después. ¡Simplemente serás más feliz!

   3. Las personas suelen ser contigo como tú eres con ellas. Si tomamos la iniciativa de ser agradables, corteses, respetuosos; de ser buenos oyentes, comprensibles; de no juzgar, de tratar de ver las cosas desde el punto de vista del otro, cosecharemos buenas, bonitas y sanas relaciones con nuestros amigos, familiares y parejas.

   4. Es importante aprender a administrar nuestro dinero. Si tienes problemas de dinero, instruirte sobre lo básico de finanzas personales (o más allá de lo básico si te animas) es algo que puede facilitarte mucho la vida. Tal vez no te vuelvas rico en poco tiempo, pero con una buena administración de tu dinero, poco a poco sí que podrás ir reduciendo tu “estrés económico”.

   5. No hay atajos. Sea lo que sea que uno quiera tener, lograr o alcanzar, solo puede conseguirlo por el camino del esfuerzo y la dedicación. Los atajos por lo general son una falacia, una receta perfecta para el fracaso y el desastre.

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   ¡Eso es todo por esta ocasión! Espero haberte aportado algo útil en este post de mi historia con los libros. Si te gustó el contenido te informo que he escrito una serie completa de posts como estos. Y si te interesa leerlos, los estaré publicando en los días siguientes.

   Me despido deseándote un feliz resto del día y nos vemos en los comentarios o una próxima ocasión. ¡Adiós!