¡Hola HIVERS! Hi HIVERS
Y ahí seguimos. Sea llorar, la queja, amando a personas no correspondidas, enfados sin sentido, venirse abajo sin esfuerzo, deprimirse con facilidad, sea lo que sea existen muchos patrones o conductas que repetimos de forma inconsciente. Como si fuera el único modo, como si formara parte de nosotros, inherente.
Generalmente mantenemos a lo largo de la vida actitudes que fomentan la repetición y así ahorrar energía. Saludar con un ¡Hola! al entrar, comer a las mismas horas, comprar los martes, salir en bici los miércoles y terapia los jueves, son costumbres que facilitan tener que estar pensando o tomar decisiones de forma constante.
Algo similar sucede con los patrones de conducta, aprendemos que si fruncimos el ceño resultamos ofendidos y probablemente la gente nos dejará en paz, con amabilidad logramos de los demás cosas que no ofendidos, la queja a que no es suficiente, cuando me frustro a venirme abajo, callar la molestia para no molestar.
Olvidamos o no aprendimos como pedir nuestro espacio, como expresar lo que necesitamos, como aceptar, como afrontar, como expresar y esto que parece tan sencillo un día se vuelve contra nosotros apareciendo en formas como la ansiedad, el estrés, la depresión, los temores, la falta de autoestima ya que se tapan necesidades relacionales tanto con uno mismo como con el entorno. Y un día nos vemos llorando como cuando éramos niños, por que las cosas no salen como nos gustaría y esta vez papá o mamá no vendrán a nuestro rescate. Sigue llorando esperando que algo cambie o ya te cansarás.
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