No soy la copia fiel
de tu mejor recuerdo.
El mar, el viento,
la tormenta,
el tiempo;
fueron cincel
sobre mi misma escencia.
Quizá quede en la brisa
la estela del perfume,
de la yo,
que recuerdas.
El eco de la cueva
que guarda mis secretos,
repite los registros,
las crónicas del cambio;
allí habita una niña,
que guarda
entre sus brazos,
la luz,
quizás el alma;
el tiempo encapsulado.
No soy la copia fiel
de nada que recuerdes;
soy una voz cambiante
que muta con el tiempo,
tampoco es que seas tu,
reflejo del pasado,
con cada día que pasa
absorbes algo nuevo.