Relato corto, BAR STOP, José Tabares [ESP-ENG]

in Cervantes4 years ago

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IMAGEN DE MI PROPIEDAD


ESPAÑOL

Hola amigos HIVE… les traigo un poco de historia juvenil donde la música ocupa el eje central, las vicisitudes logran siempre sus cometidos… y una canción en buena estima nunca muere… 1, 2, 3… acción…

Quien no conoce el bar stop… queda al lado del negocio de tatuaje de Ricky, eso es para cada músico de esta ciudad de inmigrantes suficiente, porque los trabajos hechos Ricky son inigualables. Yo tengo hecho un guerrero en mi espalda con un sable en cámara lenta, repetidos tantas veces que parece que mueve por el degradé de los colores oscuros claros que destacan la velocidad del sable japonés. Además los detalles de coloridos del traje del samurái son sorprendentes. Bueno, la música mueve mi pasión de toda la vida, estoy aquí sentado en una mesa tomando una cerveza, esperando a un amigo compositor, no de mucho renombre en el ambiente, pero dice que trae una nueva pasta para la nueva temporada. Mi guitarra no se queda ni se queja nunca, aquí la tengo ceca de la mesa, soportada en una de las sillas. La musca e esta de buena, recordando los años 60 de Eric Clapton, “In Heaven” canción que le dedico a su hijo. No pude contener mis lágrimas, ustedes bien saben que soy muy sentimental, bueno, por algo me dedico a la composición y al canto con mucha pasión. Indudablemente que para esto no se puede tener un corazón de cemento… De pronto entra en el local el amigo que esperaba, me paro y lo saludos, de puñitos como debe ser, El comienza a hablar, pero antes pide una copa de vino. Ola amigo, como está el samurái de la música balada. Yo le respondo que estoy hecho porquería, pero que debo levantarme. Mi amigo me da un espaldarazo, y comienza hablar como siempre de muchas cosas de su vida, de su mujer, de su familia… Mira te traigo muchos temas paro el nuevo sencillo, die que quieres, de muerte, de amores, desamores, pleitos, gritos de marcha, de sentimientos… dime que traigo en mi mente muchas cosas que instrumentar. Yo le digo que claro que esperaba que llegara de eso modo y con ese ímpetu, eso era parte de su personalidad. Pero retomo la palabra y recalcó, que él sabía lo que yo necesitaba… Un tema que hable de la vida y de la muerte. Guarde silencio y comenzó a tatarear la canción de Eric Clapton que sonaba… y dijo, eso es amigo, eso es lo que necesitas, algo así… cavilé el asunto de mi esposa y recordé sus cantos vocalizados de las notas de mi primera canción. Para esa hora no tenía nada en concreto, no tenía una letra, no tenía ni un coro, no tenía ni una partitura borrador que solíamos llevar con nosotros, era una especie de cuaderno. Pero el gran tema nos estaba rodeando, nos estaba encerrando entre aquella cuatro paredes del bar vacías a las tres de la tarde. Mi amigo saco un lápiz, abrió una servilleta, miro hacia arriba, hizo varios mormullos como buscando el “La” natural de la escala musical, acuño varios notas, hizo una seguidilla de otras notas, y me pidió que sacara la guitarra del estuche de cuero y buscara las notas que me indicaba. Yo por mi parte saque una hoja de papel la coloque en el mesón muy atento a escribir mientras él se detenía y se inspiraba a descifrar las notas de la melodía. Y la letra fluyo en mí como un néctar de vida. Todo lo vi claro, y en omentos estábamos los dos vueltos locos yo escribiendo y él dando silbando notas. El barman bajo el volumen del estéreo. Al cabo de unos minutos de fragor, la composición tenía lo primordial, dos estrofas y una melodía tomada al aire. La estrofa decía así: “La luz de la vida que creaste me segó, la noche oculto tu alegría, el gozo se aplazó, vida amor mío, pero la furia de mi amor nunca paro…” agregamos un coro que decía así: “No importa lo que pase, tu muerte se volvió vida, tu fruto se volvió vida a tu respiración amor…” el mesero nos trajo otras dos copas de vino para brindar, y así lo hicimos, brindamos por mi primogénito y por la nueva vida de mi esposa en el cielo. La tonada de esa nueva canción no pararon de sonar toda esa tarde noche en el bar STOP.

ENGLISH

Hello friends HIVE... I bring you a little youthful history where the music is the central axis, the vicissitudes always achieve their goals... and a song in good esteem never dies... 1, 2, 3... action...

Who doesn't know the bar stop... it's next to Ricky's tattoo store, that's for every musician in this city of immigrants enough, because the works made by Ricky are unequaled. I have done a warrior on my back with a saber in slow motion, repeated so many times that it seems to move by the gradient of light dark colors that highlight the speed of the Japanese saber. Also the colorful details of the samurai's costume are amazing. Well, music moves my lifelong passion, I'm sitting here at a table having a beer, waiting for a composer friend, not of much renown in the environment, but he says he brings a new paste for the new season. My guitar never stays or complains, here I have it right next to the table, leaning on one of the chairs. The music is good, reminding me of Eric Clapton's 60's "In Heaven", a song he dedicated to his son. I could not hold back my tears, you well know that I am very sentimental, well, for something I dedicate myself to composing and singing with great passion. Undoubtedly, you can't have a heart of cement for this... Suddenly the friend I was waiting for enters the place, I stand up and greet him, with my fists as it should be, he begins to talk, but first he asks for a glass of wine. Hello friend, how is the samurai of the ballad music. I reply that I'm a mess, but I have to get up. My friend gives me a boost, and starts talking as usual about many things of his life, his wife, his family... Look I bring you many themes for the new single, die que quieres, about death, love, heartbreak, fights, shouts of march, feelings... tell me that I bring in my mind many things to instrument. I tell him that of course I expected him to arrive in that way and with that impetus, that was part of his personality. But he took the floor again and emphasized that he knew what I needed... A theme that spoke of life and death. I kept silent and he began to hum the Eric Clapton song that was playing... and said, that's it buddy, that's what you need, something like that... I pondered the matter of my wife and remembered her vocalized singing of the notes of my first song. By that time I didn't have anything concrete, I didn't have a lyric, I didn't even have a chorus, I didn't even have a draft score that we used to carry with us, it was kind of like a notebook. But the big issue was surrounding us, it was enclosing us within those four empty bar walls at three o'clock in the afternoon. My friend took out a pencil, opened a napkin, looked up, made a few dummies as if looking for the natural "A" of the musical scale, coined several notes, made a string of other notes, and asked me to take the guitar out of the leather case and look for the notes he was indicating to me. I, for my part, took out a sheet of paper and placed it on the table, very attentive to write while he paused and was inspired to decipher the notes of the melody. And the lyrics flowed into me like a nectar of life. Everything became clear, and in moments we were both crazy, me writing and him whistling notes. The bartender turned down the stereo. After a few minutes of din, the composition had the essentials, two stanzas and a melody taken to the air. The verse went like this: "The light of the life you created mowed me down, the night hid your joy, the joy was postponed, my love life, but the fury of my love never stopped..." we added a chorus that went like this: "No matter what happens, your death became life, your fruit became life to your breath love..." the waiter brought us two more glasses of wine to toast, and so we did, we toasted to my first born and to my wife's new life in heaven. The tune of that new song did not stop playing all that evening at the STOP bar.


Texto traducido en DeepL.com

MIL GRACIAS POR LEERME... BENDICIONES PARA TI...