Imagen cortesía de: PublicDomainPictures
Saludos y bienvenidos estimados lectores de esta prestigiosa plataforma, el tema que nos compete en esta oportunidad, está relacionado con el proceso de transformación del agua y cómo esta sustancia química, es capaz de coexistir en diferentes estados de la materia asumiendo arreglos moleculares diferentes que les permiten adaptarse propiamente a la forma del recipiente que los contenga.
En este sentido, podemos observar a nuestro alrededor como las moléculas de aguas son capaces de estar en un estado líquido, que es cuando la misma sustancia se encuentra a temperatura ambiente, sólido cuando la temperatura de la misma baja y hacen que las moléculas se acerquen y generen una estructura compacta entre ella o en su defecto el estado gaseoso, cuando se aplica suficiente temperatura y logramos pasar a un estado de vapor, donde el movimiento cinético y la entropía de las moléculas aumentan.
Sin embargo, más allá de lo anterior hace aproximadamente un poco más de 30 años se venía estudiando a nivel científico cierto comportamiento anómalo que se evidenció en la estructura del agua, comportamiento que fue definido para ese entonces como una nueva forma de agua, a la cual se denominó poli-agua, de manera que bajo estos escenarios el método científico entró en una especie de puja para determinar cuan verás era la información que en primera instancia resultó de ensayos experimentales obtenidos en Rusia.
Interacciones o puentes de hidrógeno que forman las moléculas de agua. Imagen cortesía de: Michal Maňas
En este sentido, las primeras publicaciones acerca de este comportamiento anómalo, expresaban que cuando una muestra de agua confinada en un capilar de cuarzo, entiéndase este como un tubo de diámetro muy pequeño de un vidrio especial con muy alto grado de pureza, se producía un fenómeno donde parte del agua líquida se condensaba en diversas zonas del tubo.
De modo que esta agua condensada, tenía algunas propiedades diferentes como un punto de ebullición alto alrededor de los 150°C que se encontraba obviamente por encima de los 100°C habituales del agua en un estado normal. Asimismo, el agua considerada como anómala presentaba un punto de congelación bajo, por debajo de los -30°C si se comparaba con el punto de congelación normal que es 0 °C, por otra parte la densidad de esta sustancia era mayor a la del agua ordinaria, la cual se encuentra alrededor de 1g/ml.
Partiendo de lo anterior, si analizamos la historia nos podemos dar cuenta que en un principio este tipo de descubrimiento fue ignorado por completo, en primera instancia porque las primeras publicaciones se hicieron exclusivas para revistas especializadas en la lengua Rusa. Sin embargo, cuando la divulgación científica acerca de este evento se empieza a socializar en otras lenguas, los diferentes científicos se vieron en la necesidad de iniciar un proceso de observación, comprensión e interpretación del fenómeno y de los resultados obtenidos.
Por consiguiente, fue necesaria la implementación del fundamento o método científico para poder esclarecer lo que teóricamente estaba ocurriendo, de allí que el experimento que en primera instancia partió de laboratorios Rusos, ahora empezaba a replicarse en muchos laboratorios de diferentes partes del mundo y todo como un mecanismo que permitiera generar criterios de validez comprobables en cuanto a la hipótesis o teoría científica que se manejaba, destacando entre esta su capacidad para reproducirse en diferentes ámbitos.
Sin embargo, a pesar de que el proceso experimental podría ser fácilmente replicable no se conocía una discusión válida sobre los hechos, de manera que el proceso de interpretación terminó desencadenando un gran debate en las cuales se establecían que las propiedades del agua anómala o recondensada podían explicarse desde dos puntos de vista, donde ambas de estas eran consistentes con las observaciones. En primera instancia, se manejaba la hipótesis de que el agua contenía impurezas que se habían disuelto durante el proceso de preparación de las muestras, asimismo que las moléculas de agua sencilla, aquellas que constan de dos átomos hidrógeno y uno de oxígeno se encontraban formando agregado moleculares y quedaban como resultado una súper molécula a la cual hoy en día se conoce como polímeros.
Capilaridad del agua. Imagen cortesía de: MesserWoland
Posturas a la que algunos científico no estuvieron de acuerdo, de manera que el proceso de investigación continuo y a través de ensayos experimentales basados en el proceso de espectroscopia a las moléculas anómalas del agua, se logró desarrollar un mecanismo para poder dilucidar la estructura de las moléculas que se estudiaban, de modo que los ensayos experimentales demostraron que el agua recondensada era una sustancia pura y no una disolución como se creía, además, los datos obtenidos coincidían con la hipótesis de que el agua anómala, tenía estructuras poliméricas, de allí que se le acuño el nombre poliagua.
Sin embargo, los avances teóricos presentados previamente no fueron contundentes y algunos investigadores no quedaron conforme con esta afirmación, lo vual trajo como consecuencia que el proceso científico continuara, de manera que no fue sino hasta 1973, cuando los mismos científico Rusos que había hecho la observaciones originales, informaron que no podían existir polímeros en capilares donde había sido eliminado toda las impurezas y pasado en esta afirmación se terminó ese breve pero fascinante capítulo de la historia.
En este sentido, podemos observar como la historia de la ciencia parece haber cometido fallos cruciales, a mi modo de ver las cosas, son este tipo de observaciones y ensayos lo que permite ejercer la credibilidad a nivel científico, ya que se analizan diferentes escenario que permiten comprender de manera holística y desde diferentes perspectivas la contundencia de las hipótesis y datos obtenidos.
Diagrama de fases del agua. Imagen cortesía de: wolfram/alpha -sources there
De modo que a través del método científico, basados en la observación, formulación de hipótesis, realizar experimentos, analizar resultado y discutir abiertamente los datos obtenidos, lo que genera los fundamentos válidos al método científico, de modo que a través de los análisis experimentales se pudo terminan que el poliagua no es más que una forma impura del agua.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CONSULTADAS
[1] JOSÉ MIÑONES TRILLO “ANOMALÍAS” DEL AGUA Article: Online Access
[2] Chang, R. (2010). Química. Decima edición. McGraw-hill Interamericana editores. ISBN: 978-607-15-0307-7.
[3] McMURRY E., John y Fay C., Robert. (2008). Química general. Quinta edición PEARSON EDUCACIÓN, México, 2009 ISBN: 978-970-26 1286-5.
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