Inés sueña con ser niña

in Cervantes4 years ago


Fuente

Inés sueña con ser niña


Los domingos tienen la cantidad perfecta de nostalgia, la necesaria tristeza y el exacto agotamiento para que cualquier ser humano sienta autocompasión. Y allí está Inés, a pleno medio día, después de su jornada habitual de trabajo, sentadita en el autobús mirando a través de la ventana sucia el mundo que hay afuera.

Inés ha aprendido a disolverse entre la multitud. Su cuerpo famélico y pequeño le permite pasar desapercibida. Allí, sentada al final del autobús es solo un bulto, una sombra, un personaje secundario de una historia que creyó diferente y única, pero que se repite una y otra vez con los días. Es ella la que mira por la ventana con su frente pegada al vidrio, cerrando los ojos, por la abrumadora derrota, herida. Es Inés la que abre los ojos y los cierra, de manera intermitente, al ver cómo la realidad muerde como un roedor que en sus adentros chilla.

En casa la espera su niñita. Una bebé que come mucho y se despierta por la madrugada e Inés debe despertarse también, con los ojos cerrados, para darle los raudales de su pecho que la aquietan por momentos como si fuera ella una llovizna. Aunque amanezca afuera, la penumbra es adentro, devorando lento los residuos de un tiempo que Inés siente prestado. Así debe levantarse, salir con pasos trémulos, gastados, difuminarse allá afuera. La vida le ha arrancado a mordidas las esperanzas.

Inés siempre ha trabajado. Desde chiquita lo ha hecho. Ha trabajado en casas de familia, lavando, planchando. Nunca estudió porque en casa nadie sabía de eso. Su madre, con cinco hijos, también lavaba y planchaba, por lo que tuvo que echarlos temprano al ruedo. Cuando hay una sola habitación para todos, se busca que todos empiecen rápido su vuelo. Así que la primera vez que Inés tuvo a su bebita en los brazos y la enfermera le dijo: toma la muñeca para que juegues, Inés quiso decirle que nunca había tenido una muñeca y que desconocía lo que era un juego.

Los ojos dormidos se abren y se cierran, mientras Inés ve por la ventana del autobús niños parecidos a ella que corren, ríen y juegan. En el fondo de sus pupilas ella otra vida recrea y sueña. Ella quiere ser algo que nunca fue: Inés quiere ser una niña que va a la escuela.


HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS

Sort:  

Sanchi.gif

Yupi!! Muchas gracias por su voto y apoyo, amigos de @sancho.panza. Bendecido día para todos ;)


Colmena-Curie.jpg

¡Felicidades! Esta publicación obtuvo upvote y fue compartido por @la-colmena, un proyecto de Curación Manual para la comunidad hispana de Hive que cuenta con el respaldo de @curie.

Si te gusta el trabajo que hacemos, te invitamos a darle tu voto a este comentario y a votar como testigo por Curie.

Si quieres saber más sobre nuestro proyecto, acompáñanos en Discord: La Colmena.


Emocionada por su valoración y apoyo, amigos de @la-colmena!!

Loading...

Hay que hacer que Inés cambie de línea, que coja otro autobús, vea otros paisajes y dejar que esa gran alcahueta que es el Destino, la presente a una persona -no importa sexo, ni edad, ni religión- que encontrándose con ella y sin pretender quitarla el sueño de ir a la escuela, la diga algo parecido a esto: 'Inés, tú has nacido con tres dones: Quiero, Puedo y Hago'. Un abrazo y felicitaciones por la narración.

Es increíble como en algunas sociedades se siguen patrones, con la justificación de esa cosa llamada destino. Algunos nacen en un hueco y hacen del hueco su casa y su muerte. Es como si al nacer, una hada malvada le soplara los ojos y los dejara ciegos. Conozco a muchos gobiernos que se valen de esa ceguera mental y para hablar de políticos no debo ir muy lejos. Saludos y abrazos, @juancar347