Español
Aquella mujer se recostó exhausta sobre el helado banco metálico y quedó mirando el techo por unos segundos, como quien mira al abismo con ganas de saltar. Sacudió su cabeza y tomó el termo de café de su cartera; aún estaba caliente, Gracias a Dios. Dio un trago y tras un hondo suspiro cerró los ojos por primera vez en todo un mes.
Su cabeza le dolía, llena de mil y un términos médicos, legales e informáticos que no entendía. Lo único que ella tenía seguro era que su hijo se encontraba en coma. Todo pasó de forma tan repentina y extraña, que aún después de recibir cientos de explicaciones de docenas de personas de distintas especialidades aún no entendía lo que sucedió.
Repasó todo en su mente:
English
The woman lay down exhausted on the icy metal bench and stared at the ceiling for a few seconds, like someone looking into the abyss with the desire to jump. She shook her head and took the thermos of coffee from her purse; it was still hot, thank God. He took a sip and after a deep sigh closed his eyes for the first time in a month.
Her head ached, full of a thousand medical, legal and computer terms she didn't understand. The only thing she knew for sure was that her son was in a coma. Everything happened so suddenly and strangely, that even after receiving hundreds of explanations from dozens of people of different specialties, she still didn't understand what happened.
She went over everything in his mind:
Su hermano menor, un friki fan de los jueguesitos y las cosas japonesas, había venido de visita. Pese a su rareza, es un joven muy trabajador y cariñoso, y un tío excelente. Entre sus nuevas adquisiciones extrañas estaban unas "gafas de realidad virtual", un aparato muy pesado e incómodo que se ponía en la cabeza y te provocaba pesadillas, al menos eso concluyó ella tras su primera y última experiencia en una montaña rusa virtual. A su hijo, en cambio, le encantó el aparato, y lo utilizaba casi a diario durante la estadía del tío. Ella no lo entendía y se preguntaba si era seguro, su hermano insistía en que no sucedía nada malo, que tomó las precauciones necesarias y que lo que estaba haciendo era completamente inofensivo. Él siempre sabía lo que decía, no había porque desconfiar.
Una tarde después del almuerzo el niño le rogó a su tío jugar con las gafas, este le mandó a que terminara sus deberes y solo después de eso las podía tomar. El niño respetaba mucho a su tío, así que no iba a desobedecerle. Ella estaba limpiándola cocina, él atendiendo una video-llamada del trabajo. El chico avisó en un grito que había terminado los deberes y que iba a usar las gafas, ella y su hermano respondieron positivamente. Pasaron unos minutos, ella terminó con la cocina y llamó a su hijo, al no tener respuesta concluyó que estaba ensimismado en el juego. Pasaron otros minutos más, ella volvió a llamar y siguió sin respuesta, fue a la habitación del chico para saber que estaba haciendo. Lo encontró retorciéndose entre espasmos violentos en un charco de vómito y bilis.
Ella gritó, llamo a su hermano desesperada mientras le quitaba las gafas al chico e intentaba hacerlo volver en sí. Cuando el tío llegó y vio la escena inmediatamente llamó a urgencias. Los paramédicos tardaron demasiado, según ella. Llevaron al chico en camilla a la ambulancia y arrancaron de camino al hospital. En la ambulancia ella empezó a gritarle a su hermano, culpando lo de lo que pasó, él no hacía más que balbucear al no saber que había sucedido, la paramédico presente tuvo que callar a la mujer, porque no era ni el lugar ni el momento para lanzar culpas.
Al llegar al hospital encontraron el lugar a reventar, al parecer su hijo no había sido el único, por lo menos unas 200 personas en toda la ciudad habían sufrido exactamente lo mismo, casi mil a nivel nacional, Cientos de Miles en todo el mundo.
His younger brother, a geeky fan of videogames and Japanese stuff, had come to visit. Despite his weirdness, he's a hard-working, caring young man, and an excellent uncle. Among his strange new acquisitions were some "virtual reality goggles", a very heavy and uncomfortable device that you put on your head and gave you nightmares, at least that's what she concluded after her first and last experience on a virtual roller coaster. Her son, on the other hand, loved the device, and used it almost daily during his uncle's stay. She didn't understand it and wondered if it was safe, her brother insisted that nothing was wrong, that he took the necessary precautions and that what he was doing was completely harmless. He always knew what he was saying, there was no reason to be suspicious.
One afternoon after lunch the boy begged his uncle to play with the glasses, he told him to finish his homework and only after that he could take them. The boy respected his uncle very much, so he was not going to disobey him. She was cleaning the kitchen, he was answering a video call from work. The boy let it be known in a shout that he had finished his homework and was going to wear the glasses, she and her brother responded positively. A few minutes passed, she finished with the kitchen and called her son, having no answer she concluded he was engrossed in the game. Another few minutes passed, she called again and still no answer, she went to the boy's room to find out what he was doing. She found him writhing in violent spasms in a pool of vomit and bile.
She screamed, called her brother in desperation as she removed the boy's glasses and tried to bring him back to his senses. When the guy arrived and saw the scene he immediately called 911. The paramedics took too long, she said. They carried the boy on a stretcher to the ambulance and took off on the way to the hospital. In the ambulance she started yelling at her brother, blaming him for what happened, he just babbled on not knowing what had happened, the paramedic present had to shut the woman up, because it was neither the place nor the time to blame anyone.
When they arrived at the hospital they found the place bursting at the seams, apparently her son had not been the only one, at least 200 people in the whole city had suffered exactly the same thing, almost a thousand at national level, hundreds of thousands all over the world.
Mientras ella y su hermano esperaban afuera de la sala de urgencias, un puñado de policías y personas trajeadas se les aproximaron y los condujeron a una sala de reunión junto a otras cientos de personas, familiares de los afectados. Un tipo experto en computadoras les dijo que todo fue producto de un "Malware": Alguna persona o grupo de personas habían creado un programa malicioso que se ejecutaba en las gafas de realidad virtual y provocaba esos ataques. Lo extraño era que lo que sea que se ejecutaba era capaz de provocar espasmos violentos aún a los no epilépticos, sumado a otros síntomas que agravaban la condición de los afectados. Se estaba llevando a cabo toda una investigación internacional para dar con el perpetrador y los motivos detrás del ataque, que permanecían desconocidos. El tipo entonces les dijo, en un intento de consolarlos, la cosa más horrible jamás dicha: que todo había ocurrido "por pura mala suerte". Nadie había cometido ningún error, ninguno tenía la culpa directa de lo sucedido, no hubo ni una sola acción errónea en todo lo que habían hecho previo al ataque, simplemente tuvieron mala suerte; entonces procedió a dar una charla larguísima y espantosa de los diferentes tipos de malware que habían y como funcionaban. Cuando concluyó la charla ella salió pálida y temblando, temerosa de siquiera mirar su teléfono, no vaya a ser que por "Mala Suerte" sea víctima de otro malware asesino.
De allí en adelante todo se volvió un batiburrillo de idas y venidas, reuniones y explicaciones obtusas. En cierto punto consiguieron al perpetrador, un niñato de sonrisa asquerosa de un país con un nombre que parecía inventado. Aparecieron los abogados, con kilos de documentos y una verborrea que mareaba, pero ella no podía prestarles atención, su hijo había sido de los pocos que sufrieron las peores secuelas, llegando al punto de caer en coma. La Mujer no podía quitarse de la cabeza la imagen de su pobre criatura entubada, incapaz de respirar, comer u orinar por si mismo.
Ella perdonó a su hermano, pero él no se perdonó a si mismo, se le veía en su rostro al irse, parecía incapaz de seguir viviendo consigo mismo. El hombre estuvo dando casi todo su sueldo para pagar los gastos de su hermana, dando incluso más que el ex esposo, que parecía desentendido del caso, pero ella prefirió ignorarlo para no sumar la rabia a su ya asfixiante angustia.
As she and her brother waited outside the emergency room, a handful of police officers and people in suits approached them and led them to a meeting room with hundreds of other people, relatives of those affected. A computer-savvy guy told them that it was all the product of a "Malware": Some person or group of people had created a malicious program that ran on the virtual reality goggles and triggered these attacks. The strange thing was that whatever was running was capable of causing violent spasms even to non-epileptics, along with other symptoms that aggravated the condition of those affected. A full international investigation was underway to find the perpetrator and the motives behind the attack, which remained unknown. The guy then told them, in an attempt to console them, the most horrible thing ever: that it had all happened "by pure bad luck". No one had made any mistakes, no one was directly to blame for what had happened, there was not a single wrong action in everything they had done prior to the attack, they were just unlucky; He then proceeded to give a very long and frightening talk on the different types of malware out there and how they worked. When the talk was over she came out pale and trembling, afraid to even look at her phone, lest because of "bad luck" she become a victim of another killer malware.
From then on it was a hodgepodge of back and forth, meetings and obtuse explanations. At a certain point they got the perpetrator, a grinning, nasty-smiling kid from a country with a name that seemed to be made up. The lawyers showed up, with kilos of documents and dizzying verbiage, but she couldn't pay attention to them, her son had been one of the few who suffered the worst after-effects, to the point of falling into a coma. The Woman could not get the image of her poor creature intubated, unable to breathe, eat or urinate on his own out of her mind.
She forgave her brother, but he did not forgive himself, one could see it in his face as he left, he seemed incapable of living with himself anymore. The man had been giving almost his entire salary to pay his sister's expenses, giving even more than the ex-husband, who seemed oblivious to the case, but she preferred to ignore him to not add anger to her already suffocating anguish.
En aquel pasillo abandonado, en medio de la noche, incapaz de dormir, ella no podía quitarse de la mente aquella maldita vídeo-conferencia.
Era el juicio al creador del malware. Al estar siendo juzgado en otro país lo único que podían hacer los afectados extranjeros era ver el juicio por Zoom. Cuando el abogado le avisó sobre el evento ella quiso negarse a verlo, pero muy en el fondo quería verle la cara, saber quién era y porqué había hecho lo que hizo, ¿Por qué alguien sería capaz de hacer algo tan horrible? ¿Dinero? ¿Política? ¿Religión...?
El juicio inició y se fue desarrollando de forma aletargada y pesada. Hablaban los involucrados y el traductor hacía lo posible de sacar algo inteligible de lo dicho. El chico no parecía superar los veinte años de edad, se movía demasiado, miraba a las cámaras y se movía, como queriendo verse lo mejor posible, como un hombretón, un Macho. Ella lo odiaba con toda su alma. Cuando al fin el chico tomó la palabra lo empezó a odiar aún más. Altanero, malcriado, creyéndose más inteligente que todas las personas presentes juntas. Hablaba tan raro como su hermano y su hijo, con palabras extrañas: que si Noob, que si Alfa, que si Chad...
Ella sacudió la cabeza otra vez, tomó otro trago de café, se tragó todo el termo de café, encontrando confort en el calor que le circulaba por la garganta. Pero no podía olvidar aquello.
In that abandoned hallway, in the middle of the night, unable to sleep, she could not get that damned video-conference out of her mind.
It was the trial of the malware creator. As he was being tried in another country, the only thing that foreigners could do was to watch the trial on Zoom. When the lawyer told her about the event she wanted to refuse to watch it, but deep down she wanted to see his face, to know who he was and why he had done what he had done, why would anyone be capable of doing something so horrible? Money? Politics? Religion...?
The trial began and went lethargically and ponderously. Those involved spoke and the translator did his best to get something intelligible out of what was said. The boy didn't seem to be more than twenty years old, he moved too much, he looked at the cameras and moved, as if he wanted to look his best, like a big man, a Macho. She hated him with all her heart. When at last the boy took the floor she began to hate him even more. Haughty, spoiled, thinking he was smarter than all the people present combined. He talked as strange as her brother and son, with strange words: Noob, Alpha, Chad....
She shook her head again, took another gulp of coffee, swallowed the whole thermos of coffee, finding comfort in the warmth circulating in her throat. But she couldn't forget that.
Cuando se le preguntó al mocoso las razones del ataque él se retorció y rió, entonces de forma jocosa dijo algo en su idioma. El traductor tardó un poco, quizá no lo entendió bien o no podía creer lo que dijo. Tímidamente empezó a decir:
—Estaba aburrido, quería ver si podía hacerlo, por diversión.
Un sonido de alarma sonó, varios doctores y enfermeras corrieron a entrar dónde su hijo estaba, algo había pasado. Llevaban varias cosas, ella creyó haber visto un desfibrilador y... Otras cosas más...
Dio otro largo suspiro. Volvió a mirar al techo, como quien mira al abismo con ganas de saltar. No sabía que estaba pasando ya, solo sabía que algo había pasado. Algo divertido, quizá...
When the brat was asked the reasons for the attack he squirmed and laughed, then jokingly said something in his language. The translator took a while, maybe he didn't understand him well or he couldn't believe what he said. Timidly he began to say:
-I was bored, I wanted to see if I could do it, for fun.
An alarm sounded, several doctors and nurses rushed in to where her son was, something had happened. They were carrying several things, she thought she had seen a defibrillator and... Other things...
She took another long sigh. She looked at the ceiling again, like someone looking into the abyss with the desire to jump. She didn't know what was happening anymore, She just knew that something had happened. Something funny, maybe...
By NONE
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By @ylich