Una terrible noticia - Historia propia basada en hechos reales.

in Cervantes2 years ago

Es increíble como la vida nos puede cambiar en un segundo, y tan solo a través de un mensaje de texto…

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La noticia

Eran aproximadamente las 10:00am y estaba por terminar la clase de literatura con una profesora suplente, lo recuerdo como si fuese ayer (soy buena olvidando cosas, pero hay algunas que la vida se encarga de dejarlas muy latentes, muy tatuadas en la memoria). Entonces de pronto al recibir un mensaje de mi madre, leí una de las noticias más fuertes y amargas que hasta ese momento me había tocado digerir: "Ya nos entregaron los exámenes de la biopsia, tu padre tiene cáncer de pulmón, te digo esto para que no te alarmes en frente a él cuando lo veas".

Bastó un microsegundo para sentir inundada mi cara de lágrimas que se paseaban por mi rostro sin mucho esfuerzo, fue inevitable perder el control del momento y que mis compañeros se preocuparan; yo estaba parada y del shock terminé sollozando en el piso, entonces algunos de ellos se acercaron para consolarme y a preguntar qué había pasado. Pasaba que me había caído el mundo encima, joder, mi papá era de lo más especial para mí. Normalmente somos más unidos a nuestra madre, pero en mi caso siempre tuve apego con él; era su consentida, su muñeca adorada.

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Dios mío, pero que emoción tan insolente y desgarradora, que enfermedad tan odiosa e imprudente. No podría asimilar que mi viejo estuviese padeciendo una de las enfermedades más malignas, asesina de células y esperanzas. Yo no estaba tan solo digiriendo la noticia, ya me estaba imaginando una vida sin mi protector, sin mi valioso padre; y aunque fuese un acto donde la fe no tenía cabida, en ese momento no entendía de razones, de Dios, de fe ni esperanza. Era simplemente víctima de un volcán de sentimientos que arrasaban con todo lo encontrara en su camino.

Mi mejor personaje

Pero así es la vida y sus golpes bajos, tocaba secarse las lágrimas y respirar profundo porque debía volver a casa, tenía enfrentar una vez más mi actual realidad; sacar fuerzas de donde ya no había porque el miedo y la tristeza se las habían consumido esa mañana. Sobre todo, necesitaba seguir mostrando mi mejor sonrisa ante mi padre, animarlo y tal vez hacer como si nada estuviese pasando de ser necesario, debía actuar mi mejor personaje, aunque en esencia estuviese viviendo una tormenta por dentro.

Mi progenitor, solía ser una persona de proyección fuerte, impetuoso, rebelde y a veces algo obstinado; aunque a la vez tenía un corazón de oro y era siempre el alma de la fiesta, una personalidad muy arrolladora y graciosa. Era admirado por sus hermanos y el primogénito de sus padres, y según mis abuelos, el hijo más difícil. Yo estaba segura que era el más querido también, a pesar de que los padres siempre digan que no hay hijos preferidos.

Ese día de la noticia, al llegar a casa en horas del mediodía, miré a mi padre como nunca antes lo había hecho, con un amor desbordante, con una nostalgia embargante y la melancolía de sentirlo perdido. Mis ojos discrepaban con mi sonrisa, la que era común regalarle cada vez al verle; y estoy segura que se dio cuenta, pero los dos preferimos seguir la rutina normal y conversar sobre nuestro día. Luego vimos un documental juntos en “Animal Planet” de esos que tanto le gustaba; y por la noche, lo más esperado: "Tom y Jerry", pues sí, a pesar de sus 50 años, mi papá era fanático de esa comiquita.

Días duros

Con el pasar de los días, era obvio que se iba a tener que tocar el tema en algún momento, pronto comenzaría el tratamiento con las quimioterapias y radioterapias. Mi mamá se entregó completamente a acompañarlo y cuidarlo porque eran constantes viajes para tratarse en otra ciudad; mientras que nosotros, dos adolescentes solos teníamos que arreglárnosla en casa y en el colegio.

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Fueron días duros, de incertidumbre, tristeza, soledad, ansiedad. Mi hermano mayor siempre fue algo inexpresivo y poco sensible ante las circunstancias, pero yo sabía que en el fondo también le afectaba mucho. Cuando mi padre volvía a casa, sufría de los efectos secundarios de la quimioterapia, era devastador verlo ahora en esa situación de debilidad y dependencia cuando toda mi vida lo vi lleno de tanta vitalidad y fortaleza…

Rainelis Loero Reyes - @railis93

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