Malas pulgas
Ese tipo llevaba ya un buen rato tocándome los huevos, así que agarré la taza con la mano derecha y se la estampé en la cara con todas mis fuerzas. Es lo que pasa cuando molestas a una persona con el suficiente mal gusto como para hacerle perder la paciencia. Todos tenemos un límite y ese idiota acababa de comprobarlo... La taza se rompió en pedazos repartiéndose en trozos desiguales por toda la sala; la gente se apartaba alarmada por el estruendo. Quedamos el tipo y yo, ¡menuda cara de imbécil tiene!. Ahora verá lo que es bueno, comienza la pelea.
por @salvao
He escrito este microrrelato con motivo del Spanish Freewrite del día 10 de Septiembre. Una buena forma de practicar escritura, ¡saludos!.
Un humor contundente el de tu relato, @salvao, como la taza en la cara del abusador. Menuda reacción la de tu narrador. Tiene la gracia y el estilo cortante del microrrelato mordaz, que deja algo de ambigüedad. Saludos, @salvao.
Gracias José. Sí, este microrrelato es como un guantazo jejeje. Lo cierto es que cuando leí la premisa para hacerlo ("agarré la taza") es lo primero que me vino a la cabeza: esa imagen de un individuo golpeando a otro en un impulso. Saludos!
Gracias :)
Selección manual de @jesuspsoto