Me encantó ese poema escrito a una de mis frutas preferidas, aunque a decir verdad, me gustan casi todas las frutas, sobre todo las de origen tropical. Soy amante de los mangos, cuando trabajé en San juan de los Morros, en la época de mangos, todas las tarde, al salir de clase me daba una vuelta con mi carro por la Avenida al que todos le conocen como la Avenida Tun Tun, me estacionaba en cualquier lado de las aceras cerca de las casa que tenían matas de tan especial fruta, recogía todas las que encontraba, recién caídas del árbol y me venía comiendo mangos por toda la carretera hasta llegar a Villa de Cura, en ese entonces el uniforme de trabajo era una blusa blanca, esa llegaba amarillita, pues me gusta comerlo tal cual un niño, sin cuidado alguno de manchar, lo disfruto, puedo comerme hasta 6 frutas seguidas.
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