“Esperanza no es lo mismo que optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.”
Václav Havel
Esperanza
En tiempos de dificultades como los que estamos viviendo actualmente ante el avance del letal flagelo del Coronavirus, el hombre ante la imposibilidad de encontrar respuestas en las ciencias, e independientemente de su nacionalidad, condición económica o filiación política; cifra sus esperanzas en un Poder Superior a sí mismo y a sus semejantes. Este Poder Superior puede estar representado en una deidad que puede tener figura humana o no, o en alguna entidad algo más abstracta como lo puede ser el Universo o la Naturaleza.
El punto anterior es tan cierto como lo es el hecho de que personas que se han declarado ateas toda su vida, por no profesar ninguna creencia religiosa en particular, ante la cercanía de la muerte, deciden acudir a un sacerdote, pastor o rabino, ante la duda de una vida posterior a la muerte.
Tarde o temprano, la pandemia llegará a su fin con un trágico balance a cuestas, luego de lo cual, la humanidad deberá replantearse su rol en la creación. No cabe duda que nada será igual nuevamente, nuestra relación personal ante la Naturaleza, nuestros semejantes y nosotros mismos, sufrirán cambios, y de nosotros depende que sea para bien, con lo cual la humanidad habrá aprendido la lección.
Esta fotografía tomada a principios de este año, correponde a la Basílica Menor de Santa Rosa de Lima, un templo católico ubicado en la pintoresca población de Santa Rosa, que es el hogar de la imagen de la Divina Pastora, advocación de la Virgen María que tiene su origen a principios del Siglo XVIII en la ciudad española de Sevilla, y que luego llegaría a suelo venezolano alrededor del año 1736.
La veneración que el pueblo larense siente por su patrona sentimental, surge s mediados del Siglo XIX, cuando una mortífera epidemia de cólera azotaba la ciudad de Barquisimeto y las poblaciones vecinas. En enero de 1856, el Padre Macario Yépez trasladaría la imagen hasta un sitio donde previamente se había erigido una "cruz salvadora" y allí solicitaría la interseción de la Virgen para convertirse en la última víctima de aquella peste, lo que efecto ocurriría unos meses después.
La imagen original a color, la modifiqué recientemente haciendo uso de la aplicación PicsArt, empleando una superposición de filtros, comenzando con un filtro del tipo HDR (High Dynamic Range) con la finalidad de ampliar los tonos de la imagen original, y posteriormente un filtro sencillo de Blanco & Negro para lograr el resultado deseado.
In times of difficulties such as those we are currently experiencing due to the advance of the lethal scourge of the Coronavirus, man faced with the impossibility of finding answers in the sciences, and regardless of his nationality, economic condition or political affiliation; he places his hopes in a Higher Power for himself and his fellow man. This Higher Power may be represented in a deity that may or may not have a human figure, or in some somewhat more abstract entity such as the Universe or Nature.
The previous point is as true as it is the fact that people who have declared themselves atheists all their lives, due to not professing any particular religious belief, in the face of death, decide to go to a priest, pastor or rabbi, before the doubt of a life after death.
Sooner or later, the pandemic will come to an end with a tragic balance in tow, after which humanity will have to rethink its role in creation. There is no doubt that nothing will be the same again, our personal relationship with Nature, our fellow men and ourselves, will undergo changes, and it depends on us for the good, with which humanity will have learned the lesson.
This photograph taken earlier this year, corresponds to the Minor Basilica of Santa Rosa de Lima, a Catholic temple located in the picturesque town of Santa Rosa, which is home to the image of the "Divina Pastora", dedicated to the Virgin María that has its origin at the beginning of the 18th century in the Spanish city of Seville, and which would later reach Venezuelan soil around the year 1736.
The veneration that the people of Lara for their sentimental patron saint arises in the mid-19th century, when a deadly cholera epidemic struck the city of Barquisimeto and neighboring towns. In January 1856, Father Macario Yépez would transfer the image to a place where a "saving cross" had previously been erected and there he would request the intersection of the Virgin to become the last victim of that plague, which effect it would happen a few months later.
I modified the original color image recently using the PicsArt application, using a filter overlay, starting with a HDR (High Dynamic Range) filter in order to enlarge the tones of the original image, and later a simple Black & White filter to achieve the desired result.
This is my entry for the #monomad challenge. This is an initiative of @monochromes. I hope you enjoy it.
Esta es mi participación para el desafío #monomad. Esta es una iniciativa de @monochromes. Espero que lo disfruten.
- Cámara: Samsung Galaxy J1 mini prime
- Editor: PicsArt
- Locación: Santa Rosa, Lara, Venezuela
- Fecha: 07-01-2020
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