The soundtrack of my life:
Ever since I was a child of just three years old, music has been my inseparable companion, a golden thread that has woven the fabric of my life. My voice first rose in sweet melodies, and since then, it has never ceased to resonate.
Singing is more than a hobby for me; it is a passion that consumes my soul. The musical notes flow through me like a torrent, carrying me into a realm of pure emotion. When I sing, the world around me fades away and it's just me and the music.
I have had the privilege of sharing my gift with others on countless stages. The stage becomes my canvas, where I paint vibrations with my voice. The audience becomes my confidant, sharing the journey of my emotions through each song.
The moment before singing is a whirlwind of nerves and excitement. My heart pounds, but my voice remains steady. As I begin to sing, I feel a surge of freedom and joy. It is as if my soul is freed from earthly bonds and soars on the wings of music.
At the end of each performance, I am overcome with a sense of euphoria and satisfaction. I have shared my passion with the world and touched lives with my voice. Music is my language, my way of connecting with others and expressing the depth of my emotions.
I am a nineteen year old with a heart full of music. I will continue to sing as long as I live, sharing my gift with the world and letting music be the soundtrack to my life.
Español:
La banda sonora de mi vida:
Desde que era una niña de apenas tres años, la música ha sido mi inseparable compañera, un hilo dorado que ha tejido la trama de mi vida. Mi voz se elevó por primera vez en dulces melodías, y desde entonces, nunca ha dejado de resonar.
Cantar es más que una afición para mí; es una pasión que consume mi alma. Las notas musicales fluyen a través de mí como un torrente, llevándome a un reino de pura emoción. Cuando canto, el mundo a mi alrededor se desvanece y solo quedo yo y la música.
He tenido el privilegio de compartir mi don con otros en innumerables escenarios. El escenario se convierte en mi lienzo, donde pinto vibraciones con mi voz. El público se convierte en mi confidente, compartiendo el viaje de mis emociones a través de cada canción.
El momento antes de cantar es un torbellino de nervios y emoción. Mi corazón late con fuerza, pero mi voz permanece firme. Cuando comienzo a cantar, siento una oleada de libertad y alegría. Es como si mi alma se liberara de las ataduras terrenales y se elevara sobre las alas de la música.
Al final de cada actuación, me invade una sensación de euforia y satisfacción. He compartido mi pasión con el mundo y he tocado vidas con mi voz. La música es mi lenguaje, mi forma de conectarme con los demás y de expresar la profundidad de mis emociones.
Soy una joven de diecinueve años con un corazón lleno de música. Continuaré cantando mientras viva, compartiendo mi don con el mundo y dejando que la música sea la banda sonora de mi vida.
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