Es curioso que pudiera convivir con una familia que habla alemán y trabajar en una ciudad donde hablan en español.
Casi todos los de mi familia estudiaron en el Colegio Alemán de la Ciudad de México, entonces era biligües o hasta trilingües porque también les enseñaban inglés. Mi hermano, mis primos y yo ya no estudiamos en esa escuela porque nos mudamos a otra ciudad desde muy pequeños, pero todos tenemos o está en proceso la nacionalidad alemana.