Me hizo reír mucho lo del Santa comiendo oreos y leche, cuanta inocencia, pensar que a mi tambien me fascinan las oreos de chocolate. Cuando niños somos tan inocentes con esto del Niño o Santa Claus y como extrañamos esos momentos lindos. Importante compartirlo con nuestros hijos. Lo del viaje, no es muy gracioso el susto, pero como dices, hay que agradecer por la integridad, ya alli estamos ganando. Me gusto tu post amiga, te deseo igual lo mejor en estas fechas navideñas, saludos.
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jajaja bueno siempre hay que sacar un chiste asi sea de un mal rato. Y lo de los oreos es calidad jajaj. Por eso hay que proteger tanto a la niñez, tu le dices que el cielo por detras es anaranjado y ellos te lo van a creer. Son tan inocentes.
Gracias por leerme y comentar. Ya te voy a seguir jeje