Ya comencé a dormir

El insomnio te acompaña,
En momentos de turbulencia,
Te recuerda hasta ausencia,
Te hace sentir indefensa,
Dar vueltas en una cama,
Mientras escuchas el alma,
Esa que no se calma,
Con infusiones de matas,

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La almohada te escucha,
Pero no puede hablar,
La sabana mueves,
Y se moja a veces,
Con las miles de gotitas,
Que de tus ojos florecen,
Que te hacen pensar sandeces,
Te hacen perder en creces.

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Esperar antes de dormir,
Te puede a ti afligir,
Un mensaje,
Una llamada,
Personas acostumbradas,
A vivir ciertas pasiones,
Que con el tiempo no responden,
Así es el ser humano,
De pasiones y desencantos.

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¿Cuántas vueltas vas a dar?
Decía mi triste cama,
Como una pasa vas a quedar,
De escuchar la mente errada,
Pues quien ya no te mira,
Perdió aquellas campanas,
Y muchas maripositas,
Que tu alma liberaba
El esos dulces momentos,
Él está en una jaula.

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¿Tienes deudas pendientes?
Decía el televisor,
Deja ya esa pasión,
Y revive el perdón,
Pues quien a ti no te tiene,
Va a parar al malecón,
De tristeza y soledad,
De un verdadero amor.

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Las ojeras me decían,
¡Por tu culpa estoy aquí!
Cuando piensas tu dormir,
Toma gotas del carmen,
O cuenta peces de un estanque,
Pero ya tu corazón,
Debe dejar de sufrir.

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Todos se revelaron,
En mi autodestrucción,
Profesaban el amor,
Que siembras en una vida,
Donde hay semillas sin deudas,
Donde hay flores de tristeza,
Causadas por el dolor,
Que vives con decepción

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Ya llevo dos noches durmiendo,
Y a pesar que la cama está mojada,
Ya mi cerebro descansa,
Y se monta en una danza,
Donde solo el sueño REM,
Me hace soñar el mañana,
Ya comencé a dormir,
A relajar mi alma.