Fue mi primer pensamiento de esa mañana.
Lo que más me gustó fue acompañar a mis amigos grandes.
El sol estaba cálido y los rayos nos cubrían con su enorme luz.
Las caminatas son muy largas y hay muchos animales escondidos porque no los vi.
Hay muchos caminos, pero solo podemos elegir uno para llegar a la cima. Cuando llegamos me sentí feliz, sentí el viento, me sentía flotando. Me gusto correr, montarme en las matas, tirar piedras y comer frutas. Cuando comenzamos a bajar vi muchas rocas de distintos tamaños y muchas estaban afiladas, también vi plantas y de pronto me conseguí con dos yeguas y solo recuerdo el nombre de una, se llamaba Catalina. A ellas otros dos señores las iban a montar para cabalgar por las montañas vía a los Teques, me despedí de Catalina y seguí mi camino llorando, quería montarme en la yegua.
Luego conocí a un señor que nos invito a conocer sus tierras, él siembra plantas y tiene agua fría en un manantial grande que también tiene rocas. Allí tome agua, me lave la cara, las manos, llene los peroles para tomar agua en el camino y nos fuimos mis amigos grandes y yo a nuestras casas.
La pasamos muy bien, disfrutamos compartir y eso fue el fin de mi paseo a la montaña. No quiero más coronavirus, quiero pasear, comer helados, pizza, ir a la playa y subir a la montaña.
Me pidió Mathias permitirle escribir un post sobre su día de montaña, quiere ser escritor como el señor @volcandemorcilla, le gustan sus aventuras y sus dibujos, decidió hacer uno como los que él hace y aquí se los presenta.
¡Deja que tus niños relaten sus historias!
¡Gracias por leer, comentar y votar!
Caramba que honor y que sorpresa!!
Muchas Gracias por acordarte de mi.
Un beso muy fuerte a Matihas. 😊😘
Tienes un alumno muy aplicado ja,ja,ja, saludos amigo.