Fuente
Parte I: Cuento vs Poesía
Últimamente he estado escribiendo poesía con bastante regularidad, después de un tiempo de no hacerlo, y los cuentos están de cierta manera en "stand by", cuando hace relativamente poco la situación era totalmente a la inversa. Esto me hizo pensar en las diferencias en la experiencia, al menos para mí, de estos dos géneros, y he aquí un poco mis conclusiones personales.
De entrada es importante recalcar que yo empecé escribiendo poesía, y es hace solo algunos años que me inicié con los cuentos, la auto-ficción, la prosa libre y todos esos primos cercanos y lejanos que tiene. Y muy recientemente me di cuenta, en parte, de porque estoy escribiendo con más fluidez y más frecuencia poesía y no cuento.
Fuente
Aquí cabe destacar que para mi escribir es una aventura. En realidad casi nunca se de que voy a escribir cuando empiezo a hacerlo. Por lo general una frase o una idea viene a mi mente, y simplemente me siento a escribir, a hilar frases, y luego párrafos, a los que al final les doy algún sentido. Pero rara vez sé cual va a ser hasta que surge de "la nada".
En este sentido para mí la poesía es más sencilla porque es como un rompecabezas, y hay la guía del ritmo, de la rima, de la estructura interna del texto que te dirige, mientras que en el cuento hay mucho más margen de maniobra, y mucha más libertad, lo que, aunque suene contra-intuitivo, puede ser una desventaja.
Fuente
Además la poesía tiene la gran ventaja de la ambigüedad, de que no siempre tiene que ser clara, y que puede tomarse muchas libertades creativas. Es como la ropa de diseñador, que puede ser muy loca e incluso imposible de usar en la vida diaria, pero que al terminar la pasarela puede generar ovaciones. El cuento es más como ropa de calle, buena ropa de calle, que si no es clara, y nadie entiende, no funciona.
A los cuentos puede ser más difícil encontrarles un significado o sentido sobre la marcha, y es un ejercicio creativo más calculador y menos pasional, en comparación con la poesía, al menos en mi caso.
Uno tiene que tener "el esqueleto" del cuento más o menos claro para irlo desarrollando, y en mi caso sucede que cuando ya tengo claro el final de cuento, a veces pierdo interés en él, mientras que con la poesía es diferente, pues hay que encontrar la frase o palabra correcta que como piedra clave de un arco, vaya bien con el resto del texto, y le de solidez, lo que hace que el sentido de aventura y descubrimiento se mantenga hasta el último momento.
Fuente
Seguramente para otros la experiencia es distinta, y puede que para incluso para mí la experiencia pueda variar con el tiempo, y encuentre nuevas maneras de relacionarme con la escritura de cuentos más adelante, pero de momento es así como la vivo.
No sé si esto puede ser de utilidad al lector, pero al escribirlo a mi me ha quedado más claro mi proceso-relación con ambos tipos de formato, y una vez más el escribir ha tenido para mí esta característica esclarecedora tan única, y tan reveladora a la vez, que seguramente algunos de ustedes compartirán conmigo.
Parte II: La creatividad es algo extraño
Escribí la parte I de esta publicación el día de ayer al darme cuenta del desbalance entre cuento y poesía en mis publicaciones más recientes. Y, como si el destino se divirtiera conmigo, iba a publicarla cuando se me ocurrió checar el reto de Spanish Freewrite del día en la comunidad #Freewriters, y acabe escribiendo un cuento breve.
Fuente
Y hoy, hace unas horas, mientras leía el libro de cuentos "Los Culpables" del escritor mexicano Juan Villoro, uno de mis favoritos por cierto, en cosa de tan solos unas páginas, gracias a frases que llamaban mi atención y me daban ideas, acabé interrumpiendo varias veces las lectura para anotar ideas para posibles cuentos, e incluso la idea para una serie que girara en torno a cierto tipo de oficios.
Tan solo un día después de sentir que no tenía cabeza para escribir cuentos, me encuentro con un montón de nuevas ideas en la cabeza que quiero desarrollar. No cabe duda de que la creatividad es algo muy extraño, y si bien, una bendición para aquellos que tenemos la fortuna de gozar de sus favores, un animal sumamente caprichoso con el que aprender a convivir, y aceptar, con todos sus ires y venires y sus repentinos cambios de humor. Amén.
©bonzopoe, 2021.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
Me pasa algo parecido, y con demasiada frecuencia; al tiempo en que escribo cuentos, de repente escribo poesía, pequeña o no tan pequeña, sin prestar tanta atención a los distintos tipos que existen dentro de nuestra lengua (prosa libre, de doce versos, etc.). Y al tiempo que escribo un poema, de repente estoy escribiendo un cuento.
Y si eso sucede con el cuento y la poesía, imagínate con las novelas.
¡Saludos, mi estimado @bonzopoe!
Supongo que tiene que ver con eso de que la gente creativa suele ser caótica, ya que en parte por eso es capaz de encontrar vínculos entre cosas que otros no. Sea como sea, es algo que de repente saca de onda, pero es cosa de acostumbrarse y encontrarle el modo.
Saludos paisana y gracias por la visita y comentar!