Puntos suspensivos
Quisiera caminar con mi mente en blanco, que en ella sólo se encuentren puntos suspensivos, caminar sin escuchar nada más que la paz, que el viento sople y se acople a mis pasos, recorrer un sendero con un rumbo indefinido para que lo aprendido sea lo importante y no el final del camino, caminar por lo invisible y dejar de sentirme preso en las ganas de ser libre.
Que cada suspiro alivie el dolor que traen los recuerdos, que cada paso pueda aligerar la nostalgia y me de pie a disfrutar del presente. Aprender de una vez por todas a elegir a los amores, pues no paro de entrar en los lugares prohibidos de donde sólo podría salir adolorido. Quiero que la soledad me abrace mientras mis lágrimas se secan al bajar por mis mejillas. Tener la sabiduría para aguantar el frío y el hastío que acompañará la noche.
Quiero caminar por la experiencia, despedirme con sonrisas de quién vino a dejar huella y se fue siendo el amargo más trago de la botella. Quisiera caminar al lugar donde ya soy viejo, en donde ya no queda más que escribir y dar consejos, caminar con cansancio para demostrarme a mí mismo que puedo llevarme lejos. Caminar como una hormiga sobre los versos que escribo, que al dejar de respirar ellos puedan seguir vivos, para que aquel que camine tenga con qué suplantar esos puntos suspensivos…
