En 47 años de vida productiva he sido empleado y trabajador independiente. Como asalariado nunca llegue a mas de 6 años de antigüedad, como independiente estoy en mi segundo periodo. El primero de unos 10 años desarrolle una empresa familiar de bajo capital, que al cerrar me devolvió al empleo formal en muchas empresas diferentes.
Siempre vi mi trabajo como un negocio y a eso atribuyo mi corta permanencia en muchos casos.
De la mayoría me fui por motivos económicos, pero con gratos recuerdos, salvo una. Me fui lamentando todo el tiempo que permanecí en ella y desde que la deje jamas volví a consumir ninguno de sus productos.
Creo que la alta rotación laboral va dejando un club de desafecto y muy poca buena voluntad hacia las empresas que ven al trabajador como un instrumento y no un colaborador y socio de su progreso.
La relación es reciproca el empleador trata de obtener el mayor beneficio posible con la menor inversión y el trabajador la misma cosa.